Diario de Castilla y León

El buen ritmo de reservas en alojamientos rurales contrasta con el ‘desastre’ hotelero

Los hoteles prevén solo un tercio de la ocupación en julio y agosto tras fallar las expectativas puestas en el Camino de Santiago, mientras los establecimentos rurales rozan el completo, entre un 70 y un 100%

Una peregrina mira un cartel identificativo del Camino de Santiago en Carrión de los Condes (Palencia).- ICAL

Una peregrina mira un cartel identificativo del Camino de Santiago en Carrión de los Condes (Palencia).- ICAL

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El turismo rural crece con la previsión de aproximarse a datos pre-pandemia este verano, pero no así los hoteles, que vislumbran un verano nefasto con apenas un tercio de la ocupación. «Junio ha cerrado con una ocupación de apenas un 35% en los establecimientos hoteleros de Castilla y León, y todo hace prever que julio y agosto irán en esa línea», lamenta en respuesta a este periódico el presidente de la Asociación de Hoteles de Castilla y León, Carlos Díaz.

La cifra representa prácticamente la mitad de lo registrado en junio de 2019, el año pre-Covid, que cerró con el 68% de ocupación en los hoteles de la Comunidad. «Teníamos las esperanzas puestas en que el Camino de Santiago, por el año jacobeo, reactivara el turismo, pero no está funcionando, no se está revitalizando», explica Díaz. «La cosa va floja, se está percibiendo poco movimiento. Los elementos tradicionales como los grupos turísticos, autobuses de tour operación, tampoco se mueven».

En cuanto a las reservas, la media de la Comunidad no alcanzará el 20% para julio y agosto, según las estimaciones de la entidad, y la ocupación solo alcanzará entre un 30 y un 35%. «Reservas hay pocas, son muy lentas, no hay un booking muy determinado porque los segmentos más importantes en julio y agosto en Castilla y León este año no existen». Por otro lado estaban los viajeros que cruzaban la Comunidad llegados de Francia con destino a Marruecos, hacia el estrecho, que muchas veces pernoctaban en territorio de Castilla y León, pero «lamentablemente eso también se ha anulado».

La Asociación advierte de que, después de la pandemia, se evidenciará cuántos establecimientos han quedado en el camino. «Cuando acaben los Erte, cuando empiecen los concursos de acreedores, que han sido ampliados a 31 de diciembre, veremos los hoteles que se cierran».

Aun con esta mala coyuntura, Díaz no se resigna a dejar para 2022 la recuperación del sector: «A ver qué tal funciona el otoño», subraya. «Esperemos que en otoño se recupere un poco». El presidente de los hoteleros lamenta que no está llegando este verano el mismo número de viajeros de Madrid que en condiciones normales: «Llevamos muchos meses con una política de que no vengan los de Madrid, que nos contagian, y entonces se están yendo hacia el sur, a la playa. No sabemos cuándo los recuperaremos». Una política en la que el Ejecutivo autonómico, asegura, «ha abandonado a los empresarios».

Los últimos datos oficiales de ocupación, desvelados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 23 de junio, reflejan un mes de mayo catastrófico, con un grado medio de ocupación del 23,2% en la Comunidad, la mitad que el mismo mes de 2019 y cinco puntos por debajo de la media nacional, del 28,8%. El informe indica además que la tarifa media diaria de los hoteles de la Comunidad se situó en 53,9 euros, una cifra inferior a los 75,89 euros de la media para el conjunto del país.

En la Comunidad Autónoma existen 649 hoteles de una a cinco estrellas, y más de 2.000 hostales. Las plazas en hoteles a los que representa la Asociación autonómica alcanzan las 10.000 unidades.

De parecida opinión se muestra la gerente de la Asociación de Hosteleros de Castilla y León, María José de la Calle. «Este es un sector muy afectado por la pandemia en el que todavía está presente la incertidumbre por el continuo cambio de los datos. Este año puede haber mucha fluctuación de público y no tenemos grandes expectativas en lo que a reservas se refiere», asegura. En cuanto a la restauración, «no sabemos si vamos a contar con afluencia de turismo de interior. Ahora ya estamos en julio pero con las restricciones vemos que siguen teniendo miedo a salir».

«Lo que sí sabemos es que la gente está reservando en el crítico momento, sin antelación, algo que suele ser habitual en el turismo de interior en comparación al de costa, pero este año de una forma más acentuada», explica De la Calle. «Estimamos que no habrá más de un 20% de plazas reservadas en los hoteles de la Comunidad para los meses de julio y agosto». 

La gerente de la Asociación de Hosteleros apunta que muchos hoteles «han tenido dificultades para abrir en mayo, porque no les resultaba rentable», mientras cifra también en un 20% los establecimientos hoteleros y hosteleros que pueden «quedarse en el camino» tras la pandemia, especialmente en septiembre, cuando decaigan los Ertes y las medidas especiales de financiación como los fondos Ico. «Cuando ese sostén de las empresas caiga, vamos a tener problemas. Se desvelará la realidad, que se pondrá más de manifiesto en el último trimestre», advierte.

Más optimista es el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Castilla y León, Luis Chico: «Se está recuperando la línea de años anteriores a la pandemia. En julio y agosto los alojamientos rurales que cuentan con piscina están reservados casi al 100%. Los otros pueden rondar un 70% en función de su ubicación», explica. «Este año que ya se van a abrir muchas piscinas municipales, las casas rurales que tengan convenios con los Ayuntamientos lo notarán».

tracking