Las Ampas de Castilla y León cargan contra la reducción de las horas lectivas en septiembre
Lamentan tener que pagar a empresas privadas para que sus hijos permanezcan en el centro
Las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampas) de Castilla y León cargaron ayer contra la Consejería de Educación por la reducción del horario escolar en septiembre que provocará que los alumnos slagan de los centros a las 13.00 horas.
La Federación de Salamanca de Centros Públicos (Fedampa), aseguró que este cambio reflejado en el calendario escolar para el curso 2021-2022 supone una decisión «unilateral» de la Administración y un «ninguneo» a la posición de las familias a las que, aseveró, no se tuvo en consideración ninguna de sus propuestas en el Consejo Escolar de la Comunidad.
En ese sentido, las familias lamentaron que, para poder conciliar su vida laboral y familiar, se les obligue a tener que organizarse por su cuenta y a pagar a empresas privadas para que sus hijos puedan permanecer en el centro, «con un coste económico que quizá muchas no pueden permitirse».
En un comunicado, la Fedampa argumentó que la orden que aprueba el calendario escolar puede no ser legal por contradecir «descaradamente» la Orden EDU 358/2017 por la que se expone que durante el mes de septiembre las actividades lectivas se desarrollarán en horario matinal sin modificar el cómputo de horas lectivas diarias, que solo varía durante la jornada continua de cuatro horas en junio.
«Este artículo establece las pautas generales que se deben cumplir en la publicación anual del calendario escolar; pero esto parece que es intencionadamente obviado por la Administración, que se contradice a sí misma. La sorpresa aún es mayor cuando escuchamos a la consejera, Rocío Lucas, justificar la modificación horaria del mes de septiembre como ‘regalo’ al profesorado por su labor educativa en situación de pandemia», manifestó en el escrito.
La Federación de Salamanca aseveró que esta medida de la Consejería de Educación está basada en la «cerrazón» y que supone una imposición a las familias «que no están dispuestas a tolerar». Como respuesta, apuntó que la mejor manera de reconocer el trabajo al profesorado no es con la reducción de unas horas de docencia en el mes de septiembre, sino con la contratación de más docentes y la sustitución en tiempo de las bajas, el refuerzo de los apoyos de profesionales a los niños con más necesidades, la reducción de la ratio de alumnos por docentes y el fin de la temporalidad y la precariedad de los contratos.
El presidente de la Fedampa, Fernando Paricio, expuso que hace varios años consiguieron que desapareciera la reducción de la jornada en septiembre, por lo que volvió a ser de 9.00 a 14.00 horas. «En otras ocasiones las Ampas eran las que asumían la conciliación y podían organizar las actividades libremente. Este año, con todo el tema de la Covid-19, las Ampas difícilmente pueden organizar eventos entre las 13.00 y las 14.00 horas para cubrir ese espacio del que debiera hacerse cargo la Consejería de Educación.
Paricio explicó que llevar a cabo cualquier tipo de actividad «es casi imposible» ya que todas las restricciones contra el coronavirus que les imponen son más rígidas que, incluso, las que se aplican en los comedores escolares. Asimismo, criticó que lo que se reduce con este nuevo calendario no es la jornada laboral de los docentes, sino la jornada lectiva : las horas de clase disminuirían pero el trabajo de tutorías o gestiones administrativas continuaría. «El horario de los profesores sigue siendo el mismo», apostilló.
Desde la Consejería de Educación defendieron que esta medida no se trata de algo «novedoso», sino que se lleva aplicando desde hace 10 años tanto en el mes de septiembre como en el de junio. En ese sentido y contra lo que aseguraron las Ampas, afirmaron que la consejera, carlota Amigo, nunca había considerado esta decisión como un premio para el profesorado. Finalmente, encomendaron al uso de los comedores escolares con los que cuentan prácticamente todos los centros para conciliar esa hora de menos en las clases.