La brecha entre vacunas administradas y recibidas se agranda desde hace un mes
Los datos del Ministerio de Sanidad sitúan a Castilla y León como la octava del país en porcentaje de dosis inoculadas, mientras que al inicio de la campaña la colocaban en cabeza
La brecha entre las vacunas recibidas y administradas en Castilla y León se agranda constantemente desde hace un mes. Es más, desde el envío del Ministerio de Sanidad llegado el 7 de febrero, el ritmo de administración de las dosis no ha sido capaz de igualar a las entregadas , y cada vez son más los viales que se acumulan en las neveras a la espera de llegar a los ciudadanos.
Esto contrasta con el buen ritmo del inicio de campaña, cuando el propio Ministerio que ahora la sitúa en octava posición la colocaba en cabeza según la proporción de dosis administradas sobre las recibidas, que es el indicador con el que mide el ritmo de vacunación.
En enero, cuando empezó la vacunación, tanto la línea que marcaba las dosis recibidas como la que representaba las puestas se igualaban al final de cada semana, no como ahora. Fueron los días en los que la Consejería de Familia estaba a los mandos de la vacunación en residencias con el apoyo de Sanidad.
Pero una vez que el grupo de población más vulnerable estuvo protegido, es el departamento que dirige Verónica Casado el que se encargara de gestionar por completo la vacunación del resto de grupos y también cuando se empiezan a acumular dosis sin administrar.
Así lo demuestran tanto los datos del Ministerio de Sanidad como los que publica diariamente la Junta de Castilla y León. Los primeros son los que en enero colocaban a la Comunidad en la primeras posiciones del país en porcentaje de dosis inoculadas, y que ahora la relegan hasta la octava posición.
La rapidez de distribución de la Junta en el inicio del proceso, principalmente mérito de la gestión de Familia, llevó a la Comunidad a alternarse entre la primera y la segunda posición en el calendario de vacunación con el primer grupo diana: las residencias. Durante el mes de enero ocupó la parte alta del conjunto nacional hasta que alcanzó el mejor porcentaje del país en la primera semana de febrero, con el 100% de las dosis administradas, de nuevo según los datos del Ministerio que son los que empleaba la propia Junta para presumir del buen ritmo.
En este punto, cabe destacar que Castilla y León ocupa actualmente la octava posición del país con el 80,7% de las dosis administradas, según los último datos ministeriales publicados, a fecha del viernes, y frente a una media nacional del 80,4%. Asimismo, la Comunidad ocupa la quinta posición en personas con el ciclo vacunal completo, de nuevo por la campaña realizada en centros residenciales.
Sin embargo, concluido el proceso en residencias la brecha comenzó a agrandarse. En concreto, en la tercera semana de febrero, cuando las dosis guardadas por Sanidad rozan por primera vez las 30.000 almacenadas.
Y en marzo se acentuó el desequilibrio entre administradas y recibidas . Castilla y León inauguró este mes como la novena, según la comparativa nacional efectuada por el Ministerio.
En este punto, las dosis sin administrar superaban las 40.000 y este miércoles pasado rozaban las 60.000 ocupando el undécimo puesto, el más bajo de los registrados desde el inicio de la vacunación.
Según la última actualización de los datos y publicada en la propia página web de la Junta que sí los publica en fin de semana, la Comunidad tenía ayer 77.006 vacunas en la nevera .
Según el portal de la Junta, que no ha concretado cuántas vacunas ha retirado por el lote defectuoso de AstraZeneca, ha recibido en total 446.899, de las que ha administrado 369.893.
En este contexto, el propio vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, reconoció esta misma semana en una de sus comparecencias ante los medios la «ralentización» en el ritmo de vacunación.
Sin embargo, para hablar del lugar que ocupa la Comunidad respecto al resto del país, presumió de que estaba en cabeza. Y, para ello, en vez de utilizar los datos que a principios de año sí le servían para decir que era de las mejores, habló de una relación vacunas por población, que no tienen que ver con el indicador utilizado por el Ministerio y por la propia Junta sobre el ritmo de vacunación: dosis administradas respecto a recibidas.
Tras lo ocurrido con el lote defectuoso de AstraZeneca, las dudas respecto al proceso de vacunación también se acrecientan, pues es la vacuna elegida para continuar el proceso con los menores de 55.