Diario de Castilla y León

Adiós a las monterías en la Comunidad

Mañana concluye la temporada de caza mayor con un balance bastante aceptable

Un cazador en plena actividad cinegética, intenta abatir a dos conejos. | E.M.

Un cazador en plena actividad cinegética, intenta abatir a dos conejos. | E.M.

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Leonardo de la Fuente

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Mañana concluirá la temporada de caza mayor que arrancó el pasado 27 de septiembre de 2020 en las nueve provincias de la Comunidad. La actividad cinegética entra en veda, al menos durante un mes, ya que el próximo día 1 de abril la Orden anual de caza contempla la apertura de la caza de corzo en rececho. En esta campaña corcera de aguardos y esperas durante la práctica de la caza del corzo en su periodo hábil podrá dispararse sobre el jabalí. También hay que recordar que desde el próximo lunes los aficionados a la caza de la cabra montés podrán ejercitarse tras la reina de los riscos, hasta el día 30 de junio, donde esta especie esté autorizada. De igual modo los aficionados a la caza del rebeco podrán cazar esa especie a partir del día 1 de mayo, hasta el 15 de julio, entrando en veda la temporada en esa fecha y volviéndose a levantar la campaña el 1 de septiembre, hasta el próximo 15 de noviembre.

Mas volviendo a la temporada de caza mayor más practicada socialmente en la región, que no es otra que las batidas, ganchos y monterías, el jabalí volvió a ser la principal especie a abatir, y a falta de darse a conocer los datos oficiales, que se publicarán en su momento, en la última campaña contabilizada, la de 2019-2020, se cobraron en la región 53.149 ejemplares, estimándose que la temporada que baja el telón, que ya ha sido calificada entre muy aceptable a buena a tenor de los resultados alcanzados en las diferentes partidas de caza celebradas y sobre todo en esta recta final de la campaña, aunque será difícil que se alcance la cifra de años anteriores, ésta no estarán muy lejos de la temporada referida pero, habrá que esperar a los datos oficiales que anualmente aporta la consejería de Fomento y Medio Ambiente. 

La temporada que finaliza estuvo marcada clarísimamente por la influencia del Covid-19, pues condicionó sobremanera las partidas de caza, tanto que muchas de ellas tuvieron que ser suspendidas, sobre todo en las épocas de mayor virulencia de la pandemia.

Asimismo el cierre perimetral de la Comunidad fue determinante para que cientos de cazadores que acuden desde otras comunidades a nuestra región a cazar en este ejercicio no pudieran hacerlo, precisamente por ese cierre perimetral, que también impidió que cazadores castellano y leoneses pudieran desplazarse a otras comunidades para poder disfrutar de la actividad cinegética.

Para el presidente de la Oficina Nacional de la Caza y presidente de la Asociación de Rehalas Regionales Españolas Caza y Libertad (ARRECAL), el vallisoletano Felipe Vegue, la campaña, según señaló a EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN, «hay que dividirla en tres partes muy diferenciadas, a primeros de temporada, la incertidumbre y el miedo a no cumplir con las normas del confinamiento, hicieron que muchas monterías se suspendieran. A mediados de temporada tímidamente y visto que era posible autorizar traslados se empezó a cazar con cierta normalidad pero con muchas bajas de aficionados de otras provincias de Castilla y León cerradas, y por supuesto de otras comunidades, y por último desde mediados de Enero hasta la fecha la campaña ha sido de cierta normalidad, pues aunque han asistido algunos pocos menos cazadores a las batidas y ganchos, sin embargo los resultados han sido mejores de lo esperado en cuanto a piezas abatidas», señaló Felipe Vegué. 

«Cabe señalar -prosiguió el presidente de ARRECAL-, que gracias a la respuesta y al protocolo establecido por la Junta de Castilla y León y por su Dirección General de Medio Ambiente, que creó un protocolo más claro y mejor que en otras Comunidades Autónomas, hemos gozado de cierta normalidad, una vez perdido el miedo y relajando las medidas de confinamiento, y sin duda los resultados logrados en las últimas cacerías van a paliar los muchos daños a la agricultura y a la circulación que de otra forma entrarían en una escalada difícil de soportar. Particularmente nos sentimos satisfechos porque además los cazadores, como se ha podido demostrar, hemos sido un ejemplo de comportamiento en el cumplimiento de lo establecido en un espacio al aire libre, respetado, y respetando y sin interacciones personales que han demostrado su efectividad para no difundir la pandemia mientras hemos podido practicar nuestra actividad favorita», concluyó. 

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