El coronavirus se desboca con 2.483 casos y un pronóstico de duplicarse en próximos días
La incidencia roza los 700 casos, cinco veces más que hace dos semanas, y Segovia triplica la tasa de Burgos
El virus ya galopa sin control por Castilla y León en medio de la ola de frío que lo espolea. Los peores augurios de los últimos días se van certificando con los datos diarios. Ayer la Junta de Castilla y León certificó que la cifra de contagios más alta de la pandemia no fue el día anterior. La cifra más alta fue la de ayer con 2.483 nuevos contagios. Y lo peor está por llegar, según confiesan fuentes de la Consejería de Sanidad consultadas por este periódico. Es decir, en los próximos días se seguirá batiendo el récord de contagios.
Pronostican que la cifra se duplicará e incluso «podría triplicarse» si no se adoptan de forma urgente medidas contundentes para restringir la movilidad y el contacto social. Y eso es lo decretó ayer el gobierno de Castilla y León, un cierre perimetral de las provincias que limite todavía más la movilidad, un toque de queda adelantado a las ocho de la tarde a pesar de la desautorización del Ministerio de Illa y una restricción que decreta un máximo de cuatro personas en las reuniones de no convivientes.
La situación es dantesca tal y como la pintó Igea. El temor es un aumento de mortalidad que supere los 60 muertos diarios, como en el peor momento de la pandemia cuando se desató el pasado mes de marzo. Las provincias que presentan una incidencia más acentuada y en ascenso son Segovia, Palencia y Ávila. Ahí «la situación es horrorosa», relatan fuentes de Sanidad. El municipio de la comunidad que encabeza el ránking de incidencia es Segovia, con más de 1.200 casos por cien mil habitantes a catorce días. A Segovia le sigue la capital palentina, muy acuciada por el contagio desde que estalló la segunda ola, y el municipio vallisoletano de Laguna de Duero, pegado a la capital.
La incidencia a catorce días continúa disparada en todas las provincias, con diferencias abismales entre unas y otras , como ya ocurriese en la segunda ola. En este caso, Segovia triplica la tasa acumulada de Burgos, que se mantiene por debajo de los 400 casos por cada cien mil habitantes. Curioso cuanto menos, pues lo impredecible de este virus provoca situaciones como esta, escenarios que se contemplaron en la segunda ola cuando la capital burgalesa registraba una de las cifras más altas no solo de España, sino de Europa, mientras que el territorio segoviano fue la primera en reducir el nivel de alerta sanitaria, con la reapertura de la hostelería y los centros comerciales allá por diciembre, antes que el resto de provincias.
En otros puntos de la geografía autonómica, la situación tampoco arroja nada bueno. Siendo Burgos la provincia con menor tasa de la Comunidad, le sigue Soria y Zamora, ambas rondando los 500 casos por cada cien mil en la acumulada de catorce días , aunque la de siete indica que el ascenso será progresivo y podrán alcanzar tasas de hasta 700. León y Salamanca, con 600 y 700, respectivamente, continúan un ranking autonómico que refleja la crudeza de un virus que está arramplando en la tercera ola.
Y la tendencia augura un futuro mucho peor. Valladolid, con casi 800 casos en la incidencia a catorce días, registra una tasa a siete superior a 500 , lo que indica esa tendencia alcista, alcanzando en las próximas jornadas unos datos que superen el millar. Por último, Ávila y Palencia cada vez se acercan más a esa cifra, la primera con 980 y la segunda con 920, a catorce días, lamentando una tendencia que, sin riesgo a error, superará también los mil contagios por cada cien mil habitantes.
Castilla y León es la región de España donde mayor velocidad ha adquirido la incidencia en las dos últimas semanas. Ha pasado en apenas diez días a ser la decimotercera comunidad en contagio a ser la séptima. Y volverá a crecer de forma disparada. La incidencia está en 695 casos por cien mil habitantes, rozando los 700 , cuando antes de las navidades rondaba los 150. Estas cifras ofrecen una claridad de la velocidad de propagación del virus. Las navidades han sido nefastas. La inflexión que marca la tercera ola es Nochebuena, según los datos que baraja el departamento de Verónica Casado. A partir de ahí, comenzó el ascenso de la incidencia.
También se dio a conocer que ya son 953 los ingresados en hospitales por el virus, de los cuales 160 ocupan camas de unidades de críticos en los centros de las nueve provincias de Castilla y León. Los otros 793, en planta. Además de sufrir otros diez fallecidos más en la última jornada, todos registrados en los centros hospitalarios. En este sentido, la ocupación Covid supera el 32% en cuidados intensivos, con una ocupación total que ronda en la Comunidad el 60%. Las Uci más afectadas por el aforo son la del Río Hortega, al 84%, y la del Clínico, al 73%, ambas en Valladolid, junto a la de El Bierzo, que mantiene un nivel del 70%.
En cuanto a planta, las cifras se han agravado con notoriedad. La media autonómica ya se fija en el 70% y el colapso parece estar cada vez más cerca. El Hospital de Salamanca se encuentra al 90% de aforo completo y los tres de Valladolid corren una suerte similar : el Edificio Rondilla al 80%, el Río Hortega al 78% y el Clínico al 77%. No obstante, son más centros los que soportan una ocupación superior a la media, entre ellos el de Zamora, el de Segovia y el de León.
El gobierno autonómico está alarmado. Y no entiende que el ejecutivo central no habilite herramientas jurídicas que le permitan decretar un confinamiento urgente.
Con estos datos el colapso sanitario está a la vuelta de la esquina. Los hospitales de Castilla y León ya han empezado nuevamente a suspender intervenciones programadas y así prepararse para el peor momento de la pandemia en esta tercera ola.
La preocupación del departamento de Verónica Casado es máxima. Porque además llega con la vacunación en marcha. Castilla y León es una de las comunidades que mejor ritmo lleva. Pero el virus desatado va a torpedear sin duda el proceso de vacunación. Los sanitarios, que ya multiplican por dos su trabajo, no van a poder multiplicarlo por tres para atender al proceso de vacunación. Ayer precisamente se inició la vacunación de los sanitarios de Atención Primaria. El lunes empezará el de los hospitales. Ambos encuadrados en el grupo dos, tras los mayores de las residencias y sus cuidadores.