Diario de Castilla y León

Miles de hosteleros salen a la calle en Castilla y León para exigir "ayudas directas urgentes" y que lleguen "ya"

Denuncian que “enseguida se habla de millones de euros” pero “desde marzo no ha llegado ni un euro de la Junta”

Manifestación en León. ICAL

Manifestación en León. ICAL

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Redacción
Valladolid

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El sector de la hostelería salió a la calle en toda Castilla y León contra el cierre y para exigir “ayudas directas urgentes” que lleguen “ya” a los pequeños empresarios y que permitan la supervivencia de los empleos y las empresas. Solo en la Comunidad se estima que existen 30.000 negocios abiertos, que dan empleo a alrededor de 130.000 trabajadores, cifra que rondaría las 180.000 personas si además se tiene en cuenta a los propietarios de los negocios, según explicó a Ical el presidente de la de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León, el segoviano Ángel Blasco.

“La ruina es absoluta. Estamos en la desesperación. Día tras día se sigue disparando el cierre de negocios, igual que lamentablemente se van incrementando los contagios, de los que según está demostrado no tenemos la culpa la hostelería, según ha reconocido incluso el Ministerio de Sanidad, la máxima autoridad en la pandemia”, apunta.

Para Blasco, “la situación es penosa”, con la facturación “a cero en muchos casos, “pero incluso para los locales que permanecen abiertos ofreciendo comida a domicilio es insostenible mantener su negocio”. “Muchos ya han cerrado de forma definitiva, solo hay que ir por la calle y ver los carteles en locales cerrados, y la mayoría de los que estén pagando alquileres no lo van a poder soportar”, augura.

El presidente de la Confederación Regional vaticina que, “desgraciadamente, la mitad de la hostelería se va a quedar en el camino”, y denuncia que “aparte de la pandemia sanitaria, que es tremenda, estamos sufriendo una pandemia económica”. “Desde el principio cada medida que se ha adoptado desde los gobiernos autonómico y central nos afecta, y cada vez más. No somos parte del problema y necesitamos ayudas. Respecto a las ayudas económicas de la Junta publicadas desde marzo hasta ahora, la verdad es que aún no ha salido ni un euro del Gobierno regional. Hay muchas órdenes, muchas ofertas, mucho papeleo y documentación, pero el dinero no ha llegado. Pedimos ayudas y urgentes, ya, y que se simplifique y agilice el trato con la Administración que siempre es farragoso y hay una burocracia tremenda. Aquí se habla de millones de euros enseguida, pero cuándo va a llegar eso a las personas que lo necesitan, a los negocios, locales, hoteles, alojamientos...”, cuestiona.

Así lo apuntó instantes antes de depositar las reivindicaciones a nivel nacional en la sede de la Subdelegación del Gobierno en Segovia , en un escrito que recoge que, hasta el mes de octubre, la pandemia ha provocado en España el cierre 65.000 negocios hosteleros, la pérdida de 350.000 puestos de trabajo y la facturación ya ha caído más del 50 por ciento respecto a 2019. Para los hosteleros, la extensión en el tiempo de la pandemia y el debilitamiento de las empresas hace que las medidas habilitadas, como los Ertes y préstamos ICO ya no sean suficientes, y se cifre en 8.500 millones de euros el presupuesto necesario para generar ayudas directas al sector.

“El fondo de la cuestión es: estamos dispuestos a colaborar, cuenten con nosotros en la medida que podamos para buscar soluciones, y ayúdennos porque estamos en una situación gravísima. Hay que contar la verdad y es que todavía hay ertes de marzo que aún no han cobrado del Sepe, y la situación económica es muchísimo peor de lo que parece”, lamenta Blasco, que reconoce que la hostelería es clave para mantener la vida en muchos de los pequeños pueblos que configuran el mapa de Castilla y León: “En muchos pequeños pueblos el bar es un centro de información, el punto de encuentro de los vecinos, un lugar donde se compra la prensa o se recogen encargos. Para muchos pueblos que están apunto de morir esto puede ser la puntilla”, advierte.

Burgos

En Burgos, alrededor de 2.000 personas se manifestaron por las calles de la capital para protestar contra las últimas medidas del Gobierno autonómico, que supusieron el cierre de bares y restaurantes desde el pasado viernes. Convocada por la Federación Provincial de Hostelería de Burgos, la movilización partió desde el barrio de Gamonal, en concreto, desde la Iglesia ‘Real y Antigua’, y culminó en la plaza Mayor, tras realizar varias paradas en la calle Vitoria, frente a la sede de la Subdelegación del Gobierno y de la Tesorería de la Seguridad Social.

Pancartas en las que podía leerse ‘No somos culpables. Somos víctimas’, caceroladas, pitos y gritos como ‘Queremos trabajar’, ‘Manos arriba esto es un atraco’ o ‘Si no trabajamos no pagamos’ protagonizaron la jornada de protesta en la capital. La Federación de Comercio de Burgos (FEC) se unió a la manifestación como gesto de apoyo a este sector y en protesta por las decisiones adoptadas desde las administraciones públicas en esta crisis sanitaria.

Previamente a la movilización, una representación de los empresarios fue recibida por el alcalde de la ciudad, Daniel de la Rosa, en la que se ahondó sobre “las extraordinarias dificultades que están atravesando y la capacidad de cada administración para ayudarles de la mejor forma posible”, según desveló el regidor en su cuenta de Twitter.

Además de esta manifestación en la capital burgalesa, también se produjeron en Aranda de Duero, Miranda de Ebro y Roa. Las solicitudes siguen siendo la concesión al cien por cien de los Ertes, ayudas a fondo perdido para el sector, cancelación del I.A.E., paralización de los créditos relacionados con la actividad, exoneración total de los seguros sociales de los trabajadores y, por último, normalización y equiparación de horarios a nivel nacional.

León

En León, el lema ‘Queremos trabajar’ fue el más repetido en la marcha protagonizada por cientos de trabajadores y empresarios en la capital para defender que la hostelería puede contribuir al ocio responsable y no descontrolado, como se da en la calle y domicilios particulares. Los manifestantes recalcaron que los datos demuestran que el cierre de bares y restaurantes no disminuye las cifras de contagios, y subrayaron que el sector asume la mayor parte de las restricciones impuestas por la pandemia sin compensaciones a cambio.

“Ayudas claras y directas. Los créditos ayudan pero hay que pagarlos y si no trabajamos no podemos pagarlos”, reclamó la gerente de la Asociación Hostelería de León, Paula Álvarez, durante la marcha reivindicativa que partió de la plaza de la catedral para concluir frente a la Subdelegación del Gobierno depositando trozos de pan duro “porque lo único que nos dan son migajas y nos condena a un cierre seguro”.

En Ponferrada , la concentración convocada por la asociación Hostelería de España reunió en la plaza del Ayuntamiento a más de dos centenares de personas para reclamar que las ayudas al sector se pongan en marcha. A un día de que se cumpla la primera semana de cierre obligatorio, los empresarios hosteleros sospechan que la situación se alargará hasta después del puente de la Constitución, con nuevos cierres tras las fechas navideñas, según explicó el representante de los hosteleros de la comarca, Héctor Pestaña.

Además, la protesta contó con la presencia del alcalde de la ciudad, Olegario Ramón, que decidió secundar la concentración como “gesto simbólico de compromiso y solidaridad” con un sector que “lo ha pasado muy mal”. “Son nuestra gente, son nuestros bares, nuestros restaurantes, nuestros hoteles y nuestros comercios”, explicó el regidor, que reclamó a las administraciones superiores que “instrumentalicen una serie de ayudas efectivas que lleguen de manera rápida”. 

Palencia

En Palencia, más de un centenar de personas secundaron la movilización del sector al grito también de ‘¡Queremos trabajar!’. Los asistentes comenzaron en la plaza Mayor, donde entregaron sus reivindicaciones y propuestas al alcalde, Mario Simón, y al concejal de Promoción Económica, Urbano Revilla, para continuar con la Delegación de la Junta y Subdelegación de Gobierno.

A pie o sentados con sillas portátiles. Los trabajadores del sector mostraron su hartazgo ante una situación que, según dejó claro el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería, Jorge de Miguel, va a provocar el cierre de 35 establecimientos, dado que ya se ha procedido a desmontar los cañeros de esos bares por parte de una marca cervecera.

De Miguel trasladó que necesitan la llegada de ayudas directas, la eliminación o supresión de impuestos al sector durante el tiempo que se mantenga el cierre y la regulación de los alquileres, con el objetivo de poder subsistir y evitar bajar la persiana para siempre.

Salamanca

En Salamanca, en torno a 1.200 personas, según la estimación de la Policía Nacional, marcharon durante una hora por la Gran Vía bajo el lema 'Si la hostelería cae, Salamanca se hunde' para pedir ayudas directas para el sector que alcancen los 8.500 millones de euros, "en la línea de los países europeos", para garantizar la supervivencia de la hostelería en España, Castilla y León y Salamanca, tras el cierre en estas dos últimas decretado por la Junta para frenar el aumento de la incidencia del coronavirus COVID-19.

La manifestación salmantina, organizada por la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca y la Confederación de Empresarios de Salamanca, partió del Arroyo de Santo Domingo pasadas las 10.00 horas para cruzar toda la Gran Vía y finalizar frente a la Subdelegación del Gobierno, en la plaza de la Constitución, para leer un manifiesto dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el que se solicitan "medidas reales" que permitan la supervivencia de los empleos y las empresas de la hostelería.

Y es que, como aseguró el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca, Álvaro Juanes, el sector "vive una situación crítica, sanitaria y económicamente hablando, en la que nos vemos obligados a afrontar cierres y limitaciones importantes de la actividad que las empresas no se pueden permitir", por lo que reiteró la solicitud de "un plan de apoyo con medidas reales, equiparable a la de nuestros socios europeos, que permitan la supervivencia de los empleos y las empresas de la hostelería".

Segovia

Más de un millar de personas secundaron en Segovia la manifestación de la hostelería y todos los sectores de su núcleo económico. Un seguimiento masivo en el que estuvieron representados las asociaciones de camareros y cocineros, así como distribuidores y proveedores. El presidente de la Federación Regional de Hostelería y Turismo, el segoviano Ángel Blasco, señaló que, con esta salida a las calles, querían demostrar que “se vea que somos muchos, que en al hostelería, la hotelería, los alojamientos y toda la industria auxiliar es importantísima en nuestra provincia y en toda Castilla y León”. 

La multitudinaria movilización de la hostelería segoviana tuvo una primera parada, en la Plaza Mayor, frente al Ayuntamiento. Después en la plaza Reina Doña Juana, ante la Delegación Territorial de la Junta, donde depositaron una corona funeraria de flores. El delegado territorial de la Junta en Segovia, José Mazarías, quiso bajar a la calle y habló con los manifestantes para recordar que el gobierno Autonómico está intentando buscar “el equilibrio entre una situación muy difícil como es la sanitaria y también la situación económica”.

Mazarías subrayó que los hosteleros “no son los culpables” de esta situación pero “están sufriendo mucho”. El delegado quiso dar la cara y recordarles las acciones y medidas inmediatas que tienen ya a disposición tras el anuncio realizado por el presidente Alfonso Fernández Mañueco, que “seguirá haciendo frente a la situación”.

El recorrido concluyó en la Subdelegación de Gobierno. Esta movilización, con la participación de más de un millar de personas, según los datos oficiales de la Policía Local, contó con el respaldo de la Federación Empresarial Segovia, cuyo presidente, Andrés Ortega, fue uno de los portadores de la pancarta.

La marcha reivindicativa tuvo una primera acción, a primera de la hora de mañana, con camiones y furgonetas de repartidores y distribuidores, que llevaron sus vehículos en caravana por un recorrido por varias calles de la ciudad. Un circuito aprobado por la Policía Local y con el permiso de la Subdelegación del Gobierno, tras advertir a los organizadores que era ilegal aprovechar el horario de carga y descarga en la Plaza Mayor y la Calle Real para hacer una caravana con los vehículos.

Valladolid

En Valladolid hoy no hubo manifestación, tras la convocatoria que tuvo lugar ayer miércoles cuando más de un centenar de profesionales del sector se concentraran durante la mañana a las puertas de la oficina del Servicio de Empleo Público de la Junta y detrás una pancarta bajo el lema: ‘Ocio nocturno. No somos el problema. 300.000 familias despedidas y no por el empresario. Botellones y fiestas ilegales no son ocio nocturno’.

La presidenta de la Asociación de Hostelería de Valladolid, María José Hernández, si se reunió hoy con el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, para hacerle entrega del documento elaborado por Hostelería de España para reclamar a nivel estatal un plan económico para la hostelería, que contemple acciones como la paralización de los alquileres, la moratoria de los créditos relacionados con la actividad o los ertes totales.

“La hostelería atraviesa una grave situación. Estamos en un momento muy duro en el que ya no hay colchón ni crédito que aguante esto. Está en juego la subsistencia de muchas familias a las que ya les está faltando la comida. Le hemos agradecido al subdelegado que nos haya escuchado y que haya tenido sensibilidad, porque en la hostelería nos hemos sentido muy ninguneados y criminalizados,. Somos empresarios que lo único que queremos es tener nuestros negocios abiertos y mantener el empleo, es lo único que pedimos”, recalcó Hernández en declaraciones a Ical.

Sobre la mesa en la reunión estuvieron cuestiones como los botellones ilegales. “Nos han criminalizado como si fuéramos el foco de los contagios, cuando realmente la hostelería es un lugar seguro y controlado, porque controlamos a nuestros clientes y la limpieza constante de los establecimientos, y podemos ir con la cabeza muy alta porque el empresario de hostelería y los trabajadores lo han hecho muy bien. No es de recibo que nos encontremos con un cierre total de un día para otro”, señaló la presidenta provincial.

En ese sentido, adelantó que dentro de dos semanas, en una fecha por concretar, organizarán en la ciudad una manifestación junto a otros colectivos que se han visto perjudicados por las últimas restricciones, como los taxistas, autónomos y otros participantes de la “cadena de valor”, que recorrerá a pie las sedes de las principales administraciones o instituciones reivindicando medidas y ayudas urgentes para el sector.

Zamora

Por otra parte, más de 120 personas se concentraron en la plaza de la Constitución, en la capital zamorana para protestar por el cierre de los establecimientos de hostelería. Acompañados por el ruido de sartenes, cazos, cacerolas y silbatos, los hosteleros exhibieron una pancarta en la que se leía ‘No somos una amenaza, ¡somos parte de la solución!¡’ y corearon consignas como ‘Sin trabajar no podemos pagar’.

“No se puede permitir que no salga nadie a dar una explicación después de cerrar una actividad obligatoriamente sin decir por qué ni cómo han llegado a esta conclusión”, gritó una manifestante a través del megáfono.

Pedro Mario Pérez, cocinero y dueño, junto con su hermano Óscar Manuel, de El Ermitaño, de Benavente, único restaurante de la provincia de Zamora reconocido con una estrella Michelin, aseguró, en declaraciones a la agencia Ical que “se está criminalizando nuestro sector y de forma desproporcionada” y recordó que, después de 30 días de cierre de la hostelería en Cataluña, los datos “indican que se revierten los brotes”, mientras que, “en Madrid, bajan los datos con el sector abierto” y advirtió de que, en caso de que no se hallen soluciones, la situación “lleva a la catástrofe total del sector”.

En este contexto, consideró que “está claro que no saben cómo hacerlo y que los decretazos no pueden mejorar esto” y concluyó: “Deben escucharnos. A lo mejor, hay que hacer otro esfuerzo y buscar una forma nueva de reabrir. La hostelería es la parte didáctica de la sociedad porque estamos pendientes de que la gente no se relaje”.

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