Diario de Castilla y León

Una mirada a la generación ‘C’ (de crisis)

De la crisis económica a la provocada por elCOVID, los jóvenes viven entre la frustración y la necesidad de buscar nuevas salidas, una visión que quiere recoger el realizador Enrique García-Vázquez recorriendo la España del coronavirus para dar forma a su primer largo

Enrique García-Vázquez, en el centro, posa junto al equipo que le acompañará por toda la geografía española para grabas su primer largometraje. E.M.

Enrique García-Vázquez, en el centro, posa junto al equipo que le acompañará por toda la geografía española para grabas su primer largometraje. E.M.

Publicado por
GUILLERMO SANZ | VALLADOLID
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Los millennials y la generación Z conviven en el mismo hábitat natural ; uno en el que las crisis económicas y sociales hacen del futuro una cuestión supervivencia. Estas hornadas de jóvenes han visto que la preparación académica no es, ni mucho menos, una llave para abrir la puerta de un mañana prometedor. Como en la oca, van de crisis en crisis y tiran porque les toca, o mejor dicho, porque no les queda otra; una partida frustrante en la que han vuelto a la casilla de salida después de la crisis -sanitaria, social y económica- que ha traído el COVID bajo el brazo. 

Esta triste realidad es la que ha sentido en su propia piel el joven realizador vallisoletano Enrique García-Vázquez , que se ha negado a replegarse ante el golpe recibido. Él ha optado por revelarse ante el conformismo y lanzarse a la aventura para dar forma a su primer largometraje, un documental al que el tiempo pondrá su nombre y que recorrerá España para ofrecer la mirada de esas generaciones en crisis permanente. 

«Hice el guión de un largometraje, La muerte de un bailarín, grabé el teaser. Había empezado a moverlo y había recibido alguna respuesta positiva. Veía el camino y, de repente, apareció la pandemia», lamenta. El reflejo de García-Vázquez es el mismo que proyectan miles de jóvenes atrapados en un laberinto del que es difícil escapar. Él lo intentará. La muerte de un bailarín iba a versar sobre «la frustración de nuestra generación. Era un tema que me apetecía trabajar, pero apareció una situación caótica más», explica. En esa sequía brotó una nueva idea, una con cuerpo de documental, que comenzará a rodarse por toda España esta semana. 

«Los sociólogos dicen que los millennials somos la generación de la frustración y la generación Z la de la pasividad. De eso trataba la peli y ese será uno de los puntos que trate el documental». El joven director pone su propia visión al servicio de su primer largometraje. Él y su equipo de trabajo -formado por una hornada de jóvenes vallisoletanos como Sofía Corral, Lucía Lobato o Karu Borge - son la viva imagen del inconformismo. « Nuestra generación es un salto al vacío constante. Miramos a nuestros padres y ellos tampoco saben qué va a pasar. Miramos al presente, porque el futuro da ansiedad. En el presente podemos encontrar un poco salud mental», bromea. 

«La premisa es un poco esta: Todo va mal, pero algo hay que hacer. El documental comienza con un texto mío, que escribí en plena pandemia. Los meses anteriores me iban las cosas bien, tenía mucho trabajo para el verano, veía cerca emanciparme… y, de un día para otro, te ves preguntándote qué va a ser de ti », explica. Ese futuro borrado sirvió como nexo de unión para su equipo de trabajo: «Vimos que a todos nos había pasado lo mismo y decidimos montar un proyecto. Tenemos ganas y material» ; suficientes armas para retar al destino. 

Así, después de grabar sus primeras escenas en Laguna de Duero y Valladolid capital, el equipo que comanda Enrique García-Vázquez se lanzaron hace unos días a la carretera a enfrentarse a un futuro incierto, en ese caso audiovisual . «Nuestro recorrido no es tan importante como el momento en el que estamos. Vamos a dejar bastante a la improvisación» , confiesa. Esta es una manera de que la naturalidad empape cada fotograma. «No va a ser un documental con voces de expertos. Vamos a presentar a gente y conocer cómo les ha afectado la situación. Apareceremos en su pueblo y les preguntaremos. Queremos que sea una película muy transparente », asegura el director. 

García-Vázquez confiesa que su itinerario -sufragado totalmente por ellos mismos, sin ningún tipo de financiación externa- recorrerá el interior de España, donde las crisis pinchan con mayor saña. « El interior de la península es lo que más nos interesa, es el corazón de España. Sin embargo, estamos todos bastante abiertos; si una historia buena nos lleva a la costa viajaremos hasta allí, pero queremos ir sobre todo a la España vaciada para plasmas esa rotura generacional», relata. 

Once días en carretera -en los que sortear regiones vetadas por el coronavirus y en los que rodar con estrictos controles de seguridad y desinfección- para tomar una fotografía de la juventud española y su visión sobre el presente y el futuro en la que también posarán las generaciones más mayores, fundamentales para comprender el contraste y cómo cambia el colorido del mismo escenario dependiendo de los ojos que lo miren. 

El director no sabe aún qué se encontrará en esos testimonios , lo que sí tiene claro es que no quiere poner un velo dramático a cada secuencia, la naturalidad es un pilar fundamental en un documental que espera pueda mandar un mensaje optimista para los jóvenes. «No quiero hacer un dramón, porque este proyecto sale de un mensaje optimista y tiene ese punto de locura de contar con cuatro chicos danzando por toda España sin saber qué pasará. La premisa del documental es el optimismo. A pesar de todo lo que está pasando tenemos ganas de hacer algo. Vamos a seguir. Espero que ese mensaje tenga continuidad en el documental, pero tampoco me extrañaría que el final fuera el de un telediario anunciando una segunda cuarentena», bromea García-Vázquez. 

El director vallisoletano dará voz a las preocupaciones y angustias de millennials e integrantes de la generación Z, centrándose en la «parte humana. Cómo viven todo esto», aunque confiesa que él mismo «evita pensar en el futuro», pero reconoce que todos sus contemporáneos «sueñan con tener un día cierta estabilidad… al menos nos lo imaginamos» , confiesa. 

tracking