Íscar y Pedrajas exigen el fin del aislamiento por «agravio comparativo» con Aranda
Los alcaldes consideran que «el brote está controlado» y envían una carta a Sanidad / La localidad burgalesa suma 134 casos más, la mitad de los registrados en la región en el fin de semana, hasta los 434
Los municipios vallisoletanos de Íscar y Pedrajas de San Esteban solicitaron ayer a la Consejería de Sanidad el levantamiento de las restricciones de movilidad impuestas por la Junta de Castilla y León, desde el pasado dos de agosto, en virtud de la buena evolución de los contagios y al considerarlo un «agravio comparativo» con la localidad burgalesa de Aranda de Duero .
Así se lo comunicaron a primera hora de la mañana del lunes los alcaldes de ambos pueblos, Luis María Martín y Alfonso Romo , a la titular del departamento sanitario, Verónica Casado , mediante una carta en formato digital.
En ella recordaron que el Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid refrendó la adopción de medidas sanitarias preventivas durante 14 días , mientras que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Burgos aceptó la imposición de restricciones por espacio de siete días , –con opción a prórroga–, a pesar de que, en términos absolutos, la cifra de infectados era mucho más alta (199 cuando se decretó el confinamiento de los 32.000 habitantes de Aranda).
«En base a esta última sentencia y con el fin de que nuestros municipios y vecinos no se vean afectados por agravio comparativo, solicitamos que, teniendo en cuenta que ya hemos pasado más de la mitad del periodo exigido, consideren la opción de levantarnos las restricciones, en vista de que los datos de positivos han mejorado notablemente », escribieron los regidores de Íscar y Pedrajas. «Solicitamos el fin de la aplicación de la Orden SAN/738/2020», apostillaron.
Asimismo, los alcaldes consideran «el brote está controlado» dentro de la zona y «es hora de volver a la nueva normalidad para que la economía no siga deteriorándose». «A ver si nos escuchan y nos tienen en cuenta, no se trata de decir qué localidad está peor, sino en tener en cuenta los datos, que yo creo son positivos», manifestó Alfonso Romo. «La hostelería y el comercio están sufriendo mucho daño, los que vienen de fuera, evidentemente, no han podido entrar y los del pueblo, aunque siguen saliendo a tomar algo, no lo hacen tanto por miedo», añadió.
Además, Romo coincidió con los vecinos en que ellos no tienen que limpiar la imagen de los municipios por «la marca» en el ámbito público y aseguró que «tanto Íscar como Pedrajas son sitios saludables».
«Hay personas que tienen que viajar a Valladolid, por ejemplo, a trabajar y se han encontrado con el rechazo de compañeros, el ‘ay, no te acerques mucho’ o ‘a ver qué vas a traer’», explicó una de las residentes de Pedrajas. «Eso termina quemando, se nos ha demonizado», apostilla.
La regente de una de las tiendas de alimentación, también locutorio, de la localidad iscariense aseguró que toda la situación «está hundiendo la economía del pueblo». Tras 15 años en Íscar, es la primera vez que no está trabajando «al 100%» en los primeros diez días de agosto.
El control del brote en el área es, presumiblemente, evidente, según los últimos datos aportados por el Ejecutivo autonómico, con cero positivos en ambos pueblos durante el fin de semana. Por el momento, ni Verónica Casado ni ningún cargo de la Junta de Castilla y León se ha pronunciado al respecto.
«Hay que comprobar que la carta ha entrado correctamente en la Consejería, si se ha recibido, se contestará», explicaron desde el departamento de Sanidad.
ARANDA DE DUERO
En la cara opuesta de la moneda se encuentra Aranda de Duero. En su primer fin de semana de ‘segundo confinamiento’, la estadística no ha dejado de reflejar nuevos positivos.
La expansión de la COVID-19 parece exponencial y aparentemente imposible de parar. El lunes se saldó con 434 casos confirmados. La situación empeoró en 134 casos respecto al día anterior, en el que se habían confirmado 300 positivos, –175 en Aranda Norte 135 en Aranda Sur–, y dobla los 199, –131 en la zona norte y 68 en la sur–, con los que se había decretado el aislamiento, –frente a los 49 con los que se implantó en la zona de Íscar y Pedrajas, con 11.000 habitantes–.
En la localidad burgalesa se registraron cinco positivos por coronavirus ingresados en el Hospital Santos Reyes. Además, el nuevo foco que preocupa en la provincia es el de Espinosa de los Monteros que, «antes de que todo vaya a más», se han cerrado piscinas, parques municipales y se atiende con cita previa en oficinas municipales, museo o la biblioteca.
La Junta de Castilla y León ha confirmado 12 positivos. Se trata de vecinos de la localidad, todos ellos menores de 65 años y asintomáticos porque solo uno de ellos presenta, por el momento, algunos grados de fiebre.
El problema más importante es el impacto que la infección generada en el Centro de Salud de Espinosa pueda generar. En los consultorios se dio un positivo en una enfermera y, tras ese resultado, se realizó test a todos los trabajadores, sanitarios y administrativos, con el resultado de ocho positivos.
Ayer lunes en las instalaciones sanitarias tenían preparados 28 nuevas pruebas para seguir con las labores de rastreo. Esta actividad y la atención de urgencias 24 horas son las que se pueden llevar a cabo tras el brote que se ha dado en el centro de salud. «Hemos recibido apoyo desde Medina y refuerzos de Burgos para mantener las urgencias 24 horas, pero la actividad ordinaria, de consulta o programada, estará suspendida durante esta semana», explica el alcalde de Espinosa de los Monteros, Raúl Linares. El primer edil se muestra conforme con la rápida respuesta del Sacyl a la situación, pero recuerda que «es necesario cubrir como se ha hecho porque somos una población de 1.700 vecinos, pero ahora, en verano, seremos entre 4.000 y 4.500 personas». Mantienen dos médicos y una enfermera con los apoyos de otras zonas.
Ante la situación decidieron adelantarse a cualquier decisión administrativa de la Junta por eso se decretó el cierre de las instalaciones municipales de ocio o deportivas y hoy se ha suspendido el mercadillo. «Vamos a estar así con una semana de margen, ver cómo evoluciona la cosa y evitar ante todo el contagio a personas mayores o con patologías que puedan tener una evolución más grave si se contagian», concluye Linares.