Diario de Castilla y León

Mascarillas con sello real

La empresa zamorana Escumar Moda, conocida por vestir a la princesa Charlotte, ha repartido más de 13.000 protectores, sobre todo, en residencias de personas mayores, Cáritas, Protección Civil, Bomberos y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado 

.- E. M.

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Publicado por
Estibaliz Lera

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Cada prenda refleja la belleza de la artesanía, el respeto a la tradición y la construcción de una técnica que aúna la modernidad con la historia. Son joyas que caminan siguiendo la ley de la belleza y las normas del estilo y la elegancia. Piezas únicas que salen de una fábrica de Coreses . Un taller familiar que no entiende de fronteras solo de talento y saber hacer .

La empresa zamorana Escumar Moda es conocida por vestir a la princesa Charlotte o al hijo de Cayetano Rivera y Eva González . Sin embargo, con la temporada de otoño-invierno terminada decidió que sus máquinas de coser siguieran activas fabricando mascarillas. El motivo, según explica Raúl Escudero Martín, ayudar a quienes más lo necesitan durante la pandemia del coronavirus. 

Cuando trasladaron esa idea al equipo no dudó ni un segundo en ponerse manos a la obra. Gracias a la colaboración de todos han podido repartir más de 13.000 protectores , sobre todo, en residencias de personas mayores, Cáritas, Protección Civil, Bomberos y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Un proyecto que se ha hecho, en muchas ocasiones, en horario libre, incluso desde casa porque algunas de las empleadas forman parte de los colectivos de riesgo. De esta forma, comenta muy orgulloso, han evitado contactos y posibles contagios. 

No obstante, apunta que siempre se ha primado la seguridad tanto a la hora de confeccionarlas como de repartirlas . En fábrica se ha reorganizado todo para que las máquinas estén separadas más de dos metros y medio . El personal cada vez que entra en la instalación tiene que ponerse guantes y mascarilla. Además, cuentan con geles desinfectantes. 

Un ritual muy exhaustivo que se respeta en todo momento. Saben el papel que juega la calidad en cada producto que lleva su sello. Y en este caso, recalca Escudero Martín, es todavía más importante porque va destinado a proteger a las personas de la COVID-19

En esta labor, recalca, también han colaborado otras empresas textiles de Castilla y León como Ángel Iglesias, Fashion S.A. y LauWood. Las dos primeras han cortado las telas y la última ha sido la encargada de asesorar a los zamoranos con los materiales más adecuados. En este punto, aclara que el material que han usado es un tejido TNT de polipropileno multicapa, que es hidrófugo pero transpirable. 

«Las hemos hecho de dos capas del mismo tejido unidas y con gomas para sujetar detrás de las orejas. Tienen tres pliegues y siguen las medidas homologadas», señala el socio de Escumar Moda para, más tarde, añadir que son muy cómodas porque se ajustan bien a la cara. « Ha sido un logro llegar a hacerlas con tan buena calidad , ya que ha sido algo diferente a lo que solemos hacer que es ropa de punto de lana». 

Eso sí, aunque ahora están contentos con el resultado, el camino ha tenido sus particulares piedras. Tardaron más de una semana en conseguir el material . No había homologados, así que optaron por otros similares que cumplieran la función de detener el virus siendo transpirables. Ahora, comenta, ya empieza a haber materiales homologados y también están abriendo las homologaciones a tejidos varios como el que han usado. 

El engranaje se activó el pasado 16 de marzo. Aparte de las donaciones han vendido un millar a un precio simbólico de 0,50 euros para pagar parte de los materiales. De momento, avanza que no van a dedicarse a fabricar mascarillas de manera profesional porque no son una empresa homologada para poder confeccionar material sanitario, una labor que, tal y como subraya, requiere tiempo, certificaciones, papeleo… 

«Aunque podríamos habernos aprovechado económicamente de la necesidad que hay de este tipo de productos, hemos pensado que no es lo correcto. Nuestra intención siempre ha sido ayudar », incide Raúl Escudero Martín, quien agrega que hoy están centrados en su próxima colección, pero si en un futuro su taller textil reúne las condiciones para colaborar con alguna compañía homologada y tienen capacidad para ello, no descartan participar en estos procesos. 

Y es que como buen emprendedor siempre está pensando en el siguiente paso. Tiene claro que después de la crisis sanitaria, llegará la económica y, en su opinión, la mejor manera de salir adelante es que todas las personas que puedan consuman productos nacionales. «Debido a la deslocalización actual es imposible a corto plazo» . Por esta razón, sostiene que el camino debería ser que España se reindustrializase para no volver a sufrir problemas de desabastecimiento.

«Nosotros al igual que otras empresas de moda y diseñadores hemos podido aportar algo porque seguimos apostando por fabricar en España. Somos una raza en peligro de extinción. Si esta situación hubiera pasado hace 20 años, no habríamos tenido ningún problema de desabastecimiento de material sanitario por el gran potencial industrial con el que contábamos», reflexiona el socio de Escumar Moda para, a renglón seguido, indicar que es clave consumir producto nacional para seguir creando empleos. «No podemos olvidar a los pequeños negocios de toda la vida. Sin ellos la industria no tendría razón de ser»

Esta empresa zamorana nació en Villarrín de Campos hace 40 años confeccionando ropa de punto para esquiar. En los 90 se centraron en las clásicas austriacas. Despacio y caminando sobre seguro, decidieron dar el salto a la fábrica de Coreses. Aquí continuaron con su producto de siempre en una colección clásica para los más pequeños y una línea más moderna para mujeres. «Compramos la mejor hilatura procedente 100% de Austria y confeccionamos cada una de las prendas en nuestras instalaciones para así tener el control total de la calidad. Nuestra manera de trabajo es muy artesana, dando el mejor servicio a nuestros clientes» , relata muy orgulloso.

Es verdad que han tenido momentos complicados, sin embargo, a diario insuflan aire a sus sueños para llevar lo más lejos posible a su marca MARAE.

En este sentido, Escudero Martín avanza que quieren basar su futuro en la exportación. Ya han acudido a ferias en París o Atlanta, donde han conquistado a los visitantes de Europa, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur… Sus previsiones eran muy buenas, pero el coronavirus ha truncado un crecimiento que se acercaba al 50%. Su idea es recargar pilas y seguir avanzando con ilusión. «Nuestra manera artesanal hace que tengamos una capacidad limitada y siempre hemos querido tener un crecimiento controlable para no perder calidad, algo que en un futuro también tendremos que mejorar» , concluye. 

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