Mañueco: «En momentos de incertidumbre es difícil acertar en todas las decisiones»

«Nadie es infalible» . El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, reincidió ayer en la necesidad «de estar unidos» para luchar contra la pandemia del coronavirus (COVID-19), y lanzó un guante a los agentes políticos, económicos y sociales de la región para desarrollar «un gran pacto de comunidad» .

Esta propuesta llega después de que varios sectores del conjunto castellano y leonés lo reclamasen, –con el objetivo de impulsar la recuperación económica, trabajar por el empleo y ayudar a la cohesión social–. En su comparecencia, a petición propia, en las Cortes de Castilla y León, Fernández Mañueco hizo un barrido por la actuación del Gobierno autonómico desde que empezara la propagación y se declarase el estado de alarma, hace ya 41 días.

«Estamos manteniendo serenidad en los procesos de toma de decisiones, y la firmeza en la aplicación de las medidas necesarios», aseveró el presidente de la Junta. «Nos adelantamos a los acontecimientos, nos asesoramos con los mejores expertos», recalcó. Así, recordó que el vicepresidente y también portavoz de su gobierno, Francisco Igea, preside el comité de expertos y forma parte del comité nacional para la desescalada, una persona, dijo, con la que se siente muy representada. Además, aludió a que Castilla y León ha sido una de las autonomías que más dinero ha desembolsado para la compra de material sanitario y que fue una de las primeras en recibirlo.

De esta forma, Fernández Mañueco explicó que el gran pacto busca, como ya planteó en otras ocasiones, «que ningún trabajador ni ciudadano se quede atrás». «Las comunidades autónomas somos, también, Estado. Y con esa responsabilidad estamos aplicando nuestras competencias», manifestó el presidente autonómico.

«Es lo que las personas de Castilla y León esperan de nosotros y les tiendo la mano en ese sentido», recalcó. El número uno de la región amplió la propuesta y explicó que se trata de «fijar el camino para reforzar la atención sanitaria, para aumentar la protección de las familias y los que más lo necesitan, para dar oportunidades a los jóvenes, para impulsar el desarrollo rural, para el primordial sector primario, para los sectores estratégicos de la industria o para dar salidas a pymes y autónomos».

Pese al tono conciliador, Fernández Mañueco dejó caer de forma clara varios golpes a la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez.

«Debemos pedir al Gobierno, también, que tenga más en cuenta a las comunidades autónomas», dijo. «Nadie puede comprender que, con una mano, el Gobierno nos aporte 37 millones con motivo del coronavirus y que, con la otra, y por el mismo motivo, nos detraiga 80 millones», añadió.

Por ello, el número uno autonómico anunció que ha solicitado «la creación de un fondo extraordinario no reembolsable», –y no como anticipo de lo que el Estado adeuda a Castilla y León–, para poder garantizar liquidez a las corporaciones locales.

«El diálogo nunca es ni será estéril. Me comprometí a ser el presidente del diálogo y lo hice por convicción», manifestó Fernández Mañueco. «Creo que la actuación desarrollada por Castilla y León es una prueba efectiva de la utilidad del Estado Autonómico», añadió.

El diálogo como herramienta fundamental para llegar a acuerdos fue una líneas a seguir, durante toda la intervención. Así, volvió a incidir en que «pactar es negociar, no es dar un cheque en blanco» y por ello no puede ser «una excusa política», sino que tiene que «responder a razones de Estado, y no a razones ideológicas».

La «prudencia y la necesidad de garantías» para empezar con la desescalada deben primar, dijo, para «evitar un retroceso», sobre todo en una comunidad como Castilla y León, que, por el momento, no está en disposición para empezar a relajar las restricciones.

«Una buena desescalada requiere que se generalicen los test y la necesidad de trazar los contactos de forma rápida para segmentar territorial y demográficamente», manifestó Fernández Mañueco.

Las prisas por «recobrar nuestras vidas» son malas consejeras, a pesar de que no se van a tener «certezas absolutas», pero la «seguridad razonable» es primordial.

«El éxito de una sociedad no es un conjunto de circunstancias», –continuó el número uno autonómico–, «es, sobre todo, un conjunto de actitudes de las personas que la forman», –añadió.

Como receta básica, para poder paliar «la peor crisis de la historia reciente», Fernández Mañueco estableció tres virtudes: «coraje, generosidad y prudencia».

«Que nadie baje la guardia. Hoy queda un día menos para la derrota del coronavirus, pongámoslo todo de nuestra parte», concluyó. 

RESIDENCIAS

El presidente de la Junta de Castilla y León propuso también en el hemiciclo «la creación de un grupo de trabajo para diseñar y poner en marcha un nuevo modelo de residencias de mayores» , ya que han sido los centros en los que la enfermedad ha tenido una mayor incidencia.

Pese a definir el modelo asistencial como «uno de los mejores del país», el número uno autonómico abogó por garantizar la distribución de los equipos de protección, en función del tamaños de los centros y el perfil de los usuarios. Asimismo, solicitó un aumento en la formación y asesoramiento de sus profesionales, así como el impulso de las nuevas tecnologías para monitorizar la situación, en tiempo real.

Respecto a los residentes, apostó por habitaciones individuales como barrera a propagaciones. Además, destacó que se están monitorizando que se han hecho «más de 660 contrataciones», e incorporado personal de otras Consejerías, y recalcó que ya se ha distribuido el 50% del Fondo Social Extraordinario, recibido desde el Gobierno central, a los ayuntamientos y diputaciones, a los que también se les ha adelantado fondos previstos.

Por último, Alfonso Fernández Mañueco agradeció la labor de todos los profesionales de los servicios esenciales, así como de la consejera de Sanidad, trabajadores de su cartera y la lealtad de la oposición.

Unanimidad para convalidar el decreto de medidas urgentes contra el Covid de 121M€

Todos los grupos parlamentarios votan a favor, con 21 procuradores presenciales y 60 vía telemática

Sí rotundo de todo el hemiciclo para convalidar el decreto-ley de medidas urgentes y económicas para luchar contra la crisis sanitaria del coronavirus (COVID-19).

El Parlamento autónomico recuperó ayer su actividad de control, después de un parón ‘obligado’ por el estado de alarma. La cámara, con multitud de sillones vacíos, contó con la presencia de 21 procuradores, en representación de los 60 que debieron seguir el pleno vía telemática, por las recomendaciones sanitarias.

El decreto aprobado impulsará 121,5 millones de euros como medida de choque contra la crisis que se plantea, a causa de esta nueva enfermedad. A diferencia de otras ocasiones, el texto no fue presentado por la Junta de Castilla y León, que lo aprobó el 16 de abril, ni tuvo turnos de fijación de decisiones.

A pesar de la unanimidad en la votación, hubo procuradores que mostraron sus discrepancias. El secretario regional del PSOE, Luis Tudanca, calificó el documento de positivo, pero las medidas de «escasas» y lamentó que, lo que iban a ser 220 millones de euros, se hayan quedado en 121.

Así, el paquete del decreto incluye la mayoría de las ayudas panteadas para trabajadores, autónomos, pymes y micropymes que se incluyeron en el ‘plan de choque’ de la mesa del Diálogo Social, así como las específicamente diseñadas para tres de las industrias más afectadas por la situación, como son la turística, la cultural y deportiva.

En la ejecución de las medidas participarán, junto a la Consejería de Empleo e Industria que es artífice del texto, la cartera de Economía y Hacienda; Fomento y Medio Ambiente; Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, y Cultura y Turismo.

La vigencia del decreto aprobado se prolongará hasta el 31 de diciembre de este mismo año, a excepción de las ayudas y medidas relacionadas con el área de vivienda, cuya duración está vinculada al estado de alarma, y se suprimirán cuando este finalice, informa Ical.