El estudio de las variaciones del nivel del mar permite explicar qué paisaje se observó a lo largo de la historia
La investigadora Aranburu imparte la charla ‘Sardinas y renos: la línea de costa durante las glaciaciones’ en el ciclo de conferencias organizado por el Equipo de Atapuerca
El auditorio de la Residencia Gil de Siloé acogió hoy la última charla del ciclo de conferencias públicas de divulgación para jóvenes sobre el proyecto científico y los yacimientos de la sierra de Atapuerca, que versó sobre las variaciones del nivel del mar , bajo el nombre de ‘Sardinas y renos: la línea de costa durante las glaciaciones” .
Esta ponencia, impartida por la doctora Arantza Aranburu Artano, del Equipo de Investigación de Atapuerca en la Universidad del País Vasco, se centró en explicar cómo se ven o estudian las variaciones del nivel del mar y qué reflejos dejan en la zona litoral . “De ahí podemos dibujar o imaginar el paisaje de cuando vivían nuestros antepasados”, señaló Aranburu en declaraciones a la Agencia Ical.
De esta forma, a lo largo del encuentro explicó cuál es el método de estudio que llevan a cabo , con el objetivo de trazar un recorrido a lo largo de la historia y conocer c ómo se encontraba el nivel del mar en la época de los primeros homínidos y durante su proceso evolutivo.
Asimismo indicó que el propio título de la ponencia es un juego de palabras, debido a que en función del nivel del mar, los habitantes del litoral “quizá ni siquiera llegaran a ver la línea de costa y veían desde sus cuevas pasar a los renos; en cambio en otras ocasiones podían saltar y pescar sardinas”.
Por último Aranburu explicó que el cambio de las variaciones del nivel del mar no es un tema “sencillo”, sino que en él intervienen “muchos factores” , algunos de ellos incluso desconocidos. Se trata de un mensaje que buscaba transmitir con esta charla, para que la sociedad entienda que no resulta “fácil saber dónde ha estado el mar en cada momento del tiempo”.
Además indicó que no es extraño que se encuentre industria tallada en conchas marinas o incluso grabados de peces en el interior de las cuevas , señalando que esto ha podido deberse a la oscilación del nivel del mar.