Caos organizativo en el mercadillo de Las Torres
La reapertura del mercadillo de Las Torres genera malestar entre algunos comerciantes porque el reparto de espacios «no ha sido equitativo»
Aunque «mucha gente no se había enterado» , la expectación era máxima. Una cola de aproximadamente medio kilómetro aguardaba impaciente ayer la apertura del mercadillo hortofrutícola de Las Torres , incluso «dos horas antes» de que los puestos empezasen a despachar. Una vez abierta la veda, agentes de la Policía Nacional y personal de seguridad privada trataron de hacer cumplir las normas sociosanitarias vigentes. Sin embargo, «la organización no estaba muy bien definida», lamentaba Laura, responsable de Legumbres Astorga , tras comprobar que el reparto de espacios «no ha sido equitativo» .
En función de lo que cada uno paga, se disfruta de equis metros de superficie. En su caso, Legumbres Astorga utiliza habitualmente seis metros cuadrados. Teniendo en cuenta las limitaciones impuestas por el Estado de Alarma, le correspondía un tercio. Lo mismo que a todo el mundo, aunque no tardó en comprobar que otros puestos también contaban con dos metros pese a disponer de menos espacio antes de la pandemia. Por otro lado, observó cómo varios puestos albergaban a «dos o tres vendedores» cuando la normativa deja bien claro que solo podía acudir uno .
Visto lo visto, Laura confía en que el Ayuntamiento tome nota de lo sucedido porque «hay que ceñirse a las normas» . Consciente de que «si estamos en Fase 0 es por algo» , considera esencial que se cumplan a rajatabla las medidas de seguridad para no volver al punto de partida. En términos generales, pudo observar cómo muchos de los compradores han interiorizado los protocolos preventivos para evitar contagios, aunque quizá las distancias no se respetaron como es debido. En definitiva, la reapertura del mercadillo de Las Torres fue «un poco rara», caótica más bien en determinados momentos .
A pesar de la elevada afluencia de clientes, lo cierto es que las ventas cayeron respecto a una jornada normal. «La gente tiene miedo» , subrayaba Laura a sabiendas de que muchos ciudadanos se muestran reacios, como es lógico, a la «multitud». Aún con todo, Legumbres Astorga consiguió «salvar el día» . Lo más demandado fueron las lentejas y los garbanzos, lo «más socorrido» en esta época del año porque se siguen consumiendo aunque el calor apriete. No ocurre lo mismo con las alubias, cuyas ventas suelen descender considerablemente por estas fechas.
Satisfecha por volver a Las Torres, Laura espera que el Ayuntamiento haga cumplir la normativa por el bien de todos. De momento, Legumbres Astorga instalará de nuevo su puesto el sábado. No queda otra, pues los pequeños productores deben luchar el doble para sacar adelante sus respectivos negocios. En cambio, «las grandes superficies son las que se están llevando el gato al agua» . Por eso, más que nunca, los puestos a pie de calle deben consolidarse como un «mercado de confianza» entre la ciudadanía .