Diario de Castilla y León

Semana Santa 2024

De Berasategui al Papa, el hilo de Zamora

Una pareja de costureros que decora «con orgullo» la Semana Santa zamorana, viste al mejor chef de España y llegó hasta El Vaticano

Jorge y Luisa, la pareja dueña de la Mercería Costuras, posan junto a un amigo y, de fondo, uno de sus trabajos de Semana Santa

Jorge y Luisa, la pareja dueña de la Mercería Costuras, posan junto a un amigo y, de fondo, uno de sus trabajos de Semana SantaE.M.

Publicado por
Fernando Hernández 
Valladolid

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Nada más y nada menos que una década vistiendo y confeccionando todo tipo de prendas y telas en Zamora. Mercería Costuras, una mercería más que mítica en la capital europea con más construcciones románicas. Y es que dentro de muchos logros, este pequeño negocio ha superado una pandemia -con alguna anécdota que tienes que volver a escuchar para asimilar- y está sobreponiéndose a la actual crisis.

Costuras se encuentra en el número 29 de la Calle de Salamanca. Una ‘tiendecita’ situada al otro lado del Puente de Hierro. Luisa y Jorge, la pareja que hace diez años se lanzó con este proyecto, enfoca su trabajo bajo una máxima común: “tratar a los clientes como nos gustaría que nos tratasen a nosotros”. Así define Jorge la base de la mercería. «Nos gusta el trato cercano y amable. No es vender por vender, es más ayudar al cliente a buscar lo que quiere», prosigue.

El boca a boca es lo que ha llevado a crear una clientela fiel a esta mercería. Tal ha sido esto que el buen hacer de este negocio llegó a la Junta Pro Semana Santa de Zamora, la cual decidió dos años atrás encargar a esta pareja uno de los trabajos más importantes de sus vidas: realizar los reposteros -o balconeras, como se conocen en otros puntos de España- para vestir el Ayuntamiento de Zamora. «Cuando recibimos la llamada nos quedamos en shock», asegura Jorge.

«Fue la primera vez que nos metimos a hacer algo tan grande y tan solemne de Zamora. Cuando nos lo ofrecieron nos vimos con un poco de miedo», afirma el dueño del negocio, «pero con cariño y trabajo sabíamos que saldría para adelante», prosigue. «Se siente un orgullo muy grande. En cuanto colgamos el teléfono, dijimos: 'Madre mía, tenemos que hacerlo'», concluye.

El material que usaron Luisa y Jorge para realizar los reposteros de Semana Santa fue una manera de trabajar pionera en España. La tela que se utilizó es más dura de lo normal, se puede lavar, mojar y aguanta más de 3000 horas de luz solar directa sin dañarse. También trabajan otras telas, como rasos, terciopelos, algodones… Además, no solo se diferencian por eso. Jorge añade que alguno de los bordados «ha tenido cerca del millón de puntadas, combinando hilos de oro con hilos corrientes de diferentes colores». Un trabajo exhaustivo pero reconfortante, y que inundó sus días desde junio hasta la Semana Santa de ese año.

Los dueños de Costuras tienen devoción por la Semana Santa «desde pequeños», puesto que ambos son cofrades. De hecho, sus trabajos más representativos están involucrados con estas fechas. Realizaron un paño para cubrir un altar mayor de Ibiza. También han hecho las manoplas para las cornetas de la Hermandad de las Tres Caídas de Sevilla, y también trabajaron para La Flagelación de Guardamar del Segura, en Alicante.

También han trabajado con Gloria Martín, amiga de la pareja y regente del restaurante ‘El Empalme’, «uno de los mejores restaurantes de la zona», asegura Jorge. Ella diferencia su restaurante por ser especialistas micológicos. Pero muchas otras cosas sorprenden de Costuras, algunas de ellas, impulsadas por amigos como Gloria.

Una de estas cosas está protagonizada por el chef español con más estrellas Michelín. Sí, sí. Martín Berasategui. Los chefs utilizan unas chaquetillas blancas que a menudo confeccionan con detalles representativos, como distintos dibujos o la firma del propio chef. Pues Berasategui ha lucido en varias ocasiones los mandiles que le han hecho Luisa y Jorge. De hecho, «ayer se llevaron una casaca para Martín» afirma el dueño de la mercería, que nos pone en contexto que se la encargaron para la Feria Alimentaria de Barcelona. «Gloria nos llevó a Berasategui, vaya, de nuevo el boca a boca», afirma Jorge entre risas. .

Pero no solo los chefs son los que acuden a la mercería. La llamada que más sorprendió al equipo de Costuras fue una que venía desde Italia. Bueno, más bien desde El Vaticano. «Durante la pandemia nos pusimos a hacer mascarillas» -como nos pasó a todos, tocó reinventarse- «y un día nos llamaron para hacer mascarillas para El Vaticano. Al final el trabajo no salió, pero nos quedamos muy sorprendidos de que nuestro trabajo llegase hasta ahí», comenta Jorge. Lo cuenta como una anécdota difícil de creer, tanto que hasta él lo reconoce y su voz le delata.

Este buen trabajo ha llegado también hasta la televisión. Llevan llamando ya dos años a Luisa para participar en ‘Maestros de la Costura’, y esta vez pasó los castings, pero «quedamos a las puertas», lamenta Jorge. Asegura que es una cosa que ilusiona, pero aún así «sería muy complicado que Luisa dejase el trabajo durante un tiempo», concluye.

Jorge habla de su trabajo como realmente lo que es para él: pasión. Lo más bonito para ellos es «ver acabado un diseño que has hecho. Tanto el proceso como ver al cliente con su idea reflejada en tu trabajo. Eso es lo más bonito», narra el costurero. Este año, por ejemplo, han cambiado el repostero de la Cofradía de La Esperanza porque éstos querían modificar una cosa.

Admite que ellos barren para casa. Si tuvieran que trabajar para alguien especial, no se irían ni a Sevilla ni a otras zonas. «Si tengo que elegir, elegiría una de las Vírgenes de Zamora», cuenta Jorge.

Supervivientes de pandemias y crisis. Luisa y Jorge tienen un requisito claro para todos aquellos que se embarcan en una aventura como la de montar un negocio: constancia. «Si la cosa no sale, se empieza otra. No pasa nada. A por otra cosa, pero con ánimo», aconseja él.

Trabajo, dedicación, constancia, ilusión y, como dice Jorge, ánimo. Estos son los ingredientes que han llevado a estos dos zamoranos a vestir al mejor chef de España, a llegar a los oídos del propio Papa y a vestir con sus trabajos Cofradías de todos los puntos de España. Algo que se lee una vez y hay que frotarse los ojos para leerlo de nuevo.

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