AEROPUERTOS
Puente exige a Ryanair que demuestre «buena voluntad» retirando la amenaza de suprimir vuelos
El ministro responde al CEO de la 'low cost' que «la política de transportes no puede estar sometida a presiones ni imposiciones intimidatorias de ninguna línea aérea»
Invita a Wilson a replantearse su posición "para seguir trabajando juntos y a regresar al 'statu quo ante'"

Óscar Puente, ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, y Eddie Wilson, CEO de Ryanair.
Nuevo capítulo en la guerra entre Ryanair y Aena. Tras el anuncio de la aerolínea irlandesa de que abandonaría el aeropuerto de Villanubla a final de marzo y reduciría en 800.000 las plazas en algunos aeródromos regionales españoles, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, responde con una carta a Eddie Wilson, CEO de la compañía 'low cost'. En ella, no solo defiende la gestión de los aeropuertos regionales españoles, sino que también lanza un desafío a la empresa: «Le invito amablemente a replantearse su posición para seguir trabajando juntos y a regresar al 'statu quo ante', es decir, a la situación previa al anuncio público de Ryanair, como muestra de buena voluntad que propicie una futura reunión en el Ministerio».
En la misiva, a la que ha tenido acceso este periódico, rebate punto por punto los argumentos esgrimidos por Wilson, que había criticado duramente la gestión de los aeródromos regionales, calificándolos de «abandonados». Puente asegura que cuentan con «unas infraestructuras y unos servicios aeroportuarios de una alta calidad, como lo prueban los numerosos reconocimientos internacionales con los que dichos aeropuertos regionales han sido distinguidos en los últimos años». Destaca que la mayoría de los 33 aeropuertos de Aena con menos de cuatro millones de pasajeros anuales superó en 2024 el volumen de tráfico aéreo previo a la pandemia, en 2019. En este punto, muestra su extrañeza al observar que «los planes comerciales de Ryanair que señala en su misiva no abarquen estos 33 aeropuertos regionales, sino solamente 13 de ellos, de los que únicamente 5 no habían recuperado en 2024 el nivel de actividad de 2019». Además, argumenta que «estos planes comerciales particulares de una empresa» no pueden «servir de catapulta argumental para descalificar sin matices el funcionamiento y los resultados del conjunto de aeropuertos regionales españoles».
Más allá de las cifras, Puente resalta la función «esencial» de estos aeródromos. «El Gobierno de España es consciente de su función en la conectividad y la movilidad de los territorios, en su desarrollo económico y social y, por ende, en la cohesión territorial de nuestro país», sostiene el titular de Transportes, a la vez que enfatiza que son «indispensables para servicios imprescindibles y muy apreciados socialmente, como el transporte de órganos para trasplantes, salvamento marítimo, servicios contraincendios, escuelas de vuelo, etc.».
Un aspecto destacable de la carta es la defensa de la sostenibilidad económico-financiera del modelo aeroportuario español. De hecho, recuerda que «los aeropuertos regionales de Aena no necesitan recursos económicos de los contribuyentes españoles para su sostenimiento», y señala la diferencia con respecto a «uno de los aeropuertos regionales de propiedad autonómica (no de Aena) que Ryanair ha invocado públicamente en las últimas semanas como extravagante paradigma de buena gestión, cuya actividad arrojó en 2024 unas pérdidas de 10 millones de euros. «El sistema aeroportuario español que gestiona Aena se autofinancia, es muy eficiente y es solidario entre aeropuertos de diferente envergadura: hace posible la viabilidad financiera y la actividad de muchos aeropuertos en regiones en las que, de otra manera, no podrían seguir funcionando», sentencia el ministro que, además, se da la circunstancia que afecta al aeropuerto de su provincia natal.
De igual forma, carga contra la concepción de monopolio con la que Wilson tildó en su momento a Aena. «Los aeropuertos españoles compiten intensamente más allá de nuestras fronteras. España, como destino, compite con una miríada de países y, por tanto, sus aeropuertos también lo hacen para atraer a las diferentes compañías aéreas del mundo», asevera. El propio CEO de Ryanair amenaza con «llevarse sus aviones y sus rutas de varios aeropuertos regionales españoles a los aeropuertos supuestamente más competitivos de otros países», lo que para el ministro constituye «una prueba irrefutable de que Aena no es un monopolio, puesto que es consustancial a los monopolios la cautividad de todos sus clientes (aerolíneas, en este caso) sin posibilidad de cambiar de empresa oferente».
El responsable de Transportes subraya también que la compañía ofrece «una panoplia de eficaces incentivos comerciales con el fin de fomentar el cumplimiento de diferentes objetivos del transporte aéreo en España», tales como nuevas rutas, una mayor actividad aérea en los aeropuertos regionales, entre otras. «Rebajan sustantivamente las tarifas aeroportuarias que las aerolíneas pagan efectivamente por los pasajeros adicionales que transportan en comparación con los que transportaron en el año 2023», aclara. Asimismo, en cuanto a las tarifas aeroportuarias, el ministro subraya que «son, legalmente, Prestaciones Patrimoniales Públicas» y no precios privados, e insinúa que los planes de Ryanair podrían incluso «vulnerar la referida Ley 18/2014 y, también, el marco de ayudas de Estado de la Unión Europea porque Ryanair solicita subvenciones públicas a los gobiernos regionales durante varios años continuados».
La carta no se queda en la defensa de la gestión aeroportuaria, sino que incluye una reflexión de calado sobre el papel de un gobierno democrático: «España es una democracia parlamentaria que, año tras año, es reconocida en las clasificaciones internacionales más prestigiosas como una de las democracias liberales de mayor calidad del mundo. Esto significa que los controles y contrapesos institucionales del sistema funcionan bien y evitan, entre otros peligros, que el sistema político español se tiña de rasgos plutocráticos», sostiene Puente. Asimismo, se muestra disconforme «con el tono conminatorio y un tanto insolente» de la carta que como CEO de Ryanair le envió el pasado 21 de enero, a la que le responde, antes de aclarar que «la política de transportes y de infraestructuras de nuestro país la define exclusivamente el Gobierno de España y está al servicio del interés general y no del interés particular de empresas concretas; y no puede estar sometida a presiones ni imposiciones intimidatorias de ninguna línea aérea».
El tono de la carta es firme y directo, con un trasfondo de llamada al diálogo. Puente reconoce la importancia de Ryanair en el panorama europeo, calificándola como «una de las compañías más relevantes y eficientes del transporte aéreo de Europa y una historia de éxito indiscutible». La misiva concluye con una invitación a reconsiderar su postura y a retomar el diálogo «para seguir trabajando juntos».