El último vacunado y la supervacunada cierran el vacunódromo del Delibes en Valladolid
El Miguel Delibes dice adiós como centro de vacunación 206 días después, con Rafael y Mamen como los dos últimos vallisoletanos en recibir la inoculación
EL ÚLTIMO VACUNADO Y LA SUPERVACUNADA. El vacunódromo del Delibes cierra sus puertas y lo hace tras más de 700.000 vacunas, el 85% del total de las más de 820.000 de la provincia. El punto y final de la vacunación en el auditorio vallisoletano llega con dos personas que evidencian a las claras lo que está siendo la pandemia: el último vacunado, Rafael de Laguna, que pasó el Covid y ayer recibía su dosis; y Mamen, que lleva cuatro vacunas, dos del estudio de la vacuna alemana Curevac y las dos que le corresponden de Pfizer.
Desde el 9 de marzo las artes escénicas quedaron al margen en el Centro Cultural Miguel Delibes. Ese día arrancaba este punto de vacunación fijo, que con el paso de los días, se convertiría en un desembarco masivo de ciudadanos en busca de esas dosis cargadas de esperanza.
Han tenido que pasar 206 días, con la pandemia prácticamente controlada, para que la Consejería de Sanidad decida cerrar este centro para tal función. La historia de Rafael Terol, el último ciudadano en recibir el pinchazo contra la Covid-19, es el reflejo de todos y cada uno de los ciudadanos, más de 300.000 que han pasado por este centro cultural referente para ser inmunizados. Rafael, vecino de Laguna Duero, se convertía en un símbolo de la lucha contra el coronavirus por casualidad. A punto de cerrarse la puerta de acceso al centro, llegaba justo, pero a tiempo de recibir un pinchazo con la dosis de Pfizer. «No me lo esperaba, simplemente he llegado con retraso porque estaba trabajando y ha sido en el último momento», reconocía a preguntas de los medios, mientras esperaba el tiempo establecido tras ser vacunado. Terol afirmaba haberlo pasado mal hace cinco meses cuando contrajo la enfermedad: «digamos que es mejor vacunarse».
En su caso, tras la modificación del protocolo de Sanidad de completar la inmunización en un plazo inferior a seis meses hizo que «no tuviera dudas, y quise venir al ser el último día aquí». A pocos metros de él aguardaba con el brazo al descubierto Mamen Gómez, a última hora no por casualidad, sino por causalidad: salía con la pauta completa tras pasar 21 días del primer pinchazo. Si en estos meses se ha hablado de supercontagiadores, su caso es el de una supervacunada: «participé en febrero en un ensayo clínico de la vacuna de Curevac, en Alemania» explicaba. Ella ha sido protegida con hasta cuatro dosis contra la Covid-19, las otras dos de Pfizer. Por suerte apenas ha tenido efectos secundarios, sí los tuvo con las dosis alemanas, cuyos resultados determinaron solo un 48% de protección contra el SARS-CoV-2.
Captación
En esta última jornada los rostros de los profesionales, desde los sanitarios de las seis líneas preparadas, en momentos masivos llegó haber hasta 40 puestos, a los administrativos, personal de seguridad, y los altos cargos mostraban una satisfacción enorme por el éxito de esta campaña de vacunación. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, que participa hasta este viernes en Las Palmas de Gran Canaria en el Consejo Interterritorial de Salud, enviaba a través de un vídeo su agradecimiento a todos los profesionales. Casado señalaba que en Valladolid se ha vacunado al 81.7% del total de la población, y el 91% si se cuenta a los mayores de 12 años. Eso supone que se hayan inoculado 802.675 dosis, y que 422.860 vallisoletanos tengan el ciclo completo.
La consejera destacaba el «trabajo grandioso, con una inmensa coordinación, hemos demostrado que somos capaces de trabajar juntos para salvar vidas». Ahora, con el cierre de este centro la campaña continuará en los centros de Salud, «el sitio habitual de los procesos de vacunación», esgrimía Casado, que en Valladolid capital serán Arturo Eyries y la Rondilla, y en la provincia Medina del Campo, Medina deRioseco y Peñafiel. Las franjas horarias serán de 9 a 14.00 horas y de 16 a 20.00 horas a través de la autocita. Una campaña que se solapará con las terceras dosis, que se están administrando en residencias, y a las personas con inmunodeficiencia, pertenecientes al grupo 7.
Con casi un 10% de ciudadanos sin vacunarse, la pregunta sobre la mesa es ¿cómo pretende la Consejería captar a aquellos que no están protegidos contra el virus? La directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco, reconocía que hay dos franjas de edad donde la cifra de inmunizados desciende, que es de 20 a 29 años y de 30 a 39. A su juicio «son población activa que creemos que se han vacunado en otras comunidades». En estos momentos se trabaja en cruzar datos con otras comunidades para maquillar esas cifras, sobre todo con País Vasco o Madrid, «por proximidad tenemos más relación», esgrimía Pacheco que afirmaba que hay otro porcentaje que no lo ha hecho por contraindicación y que «el porcentaje de personas que no quieren vacunarse es escaso»
Pero para alcanzar una cifra mayor de ese 91% se lanzará una campaña de captación activa a través de Atención Primaria para llegar a esas personas rezagadas:«es la parte más cercana a los pacientes, o los ciudadanos. Ellos podrían hacer una revisión de los pacientes que no están vacunados y revisar a ver quién está pendiente, o no se ha vacunado por otra circunstancia». Esa será, esperemos, la última batalla contra el virus.