ANTONIO LARGO CABRERIZO
«El nivel de las universidades públicas es bueno para la financiación que reciben»
Rector de la Universidad de Valladolid. Aboga por poner en marcha un plan de choque para incorporar jóvenes con talento. De hecho, admite que ya estaba pergeñado con la Junta pero la falta de presupuestos lo ha frenado
Antonio Largo Cabrerizo (Valladolid, 1960) llegó al Rectorado de la UVA hace dos años para dar un impulso a la universidad, donde ejercía de catedrático de Química Física. Anhelaba introducir una dinámica positiva con visión de futuro, lo que no sabía es que los planes eran otros. En 24 horas tuvo que enviar a todos los alumnos a casa por el estado de alarma decretado a raíz de la pandemia provocada por la COVID-19 y encontrar la mejor manera de mantener la calidad en la formación.
Ahora, presume, cuenta con una hoja de ruta para el próximo curso que les ayudará a avanzar, incluso les servirá para ampliar su oferta educativa online y llegar a otras audiencias sin perder su esencia, ser una institución presencial. También aboga por un plan de choque para incorporar gente joven con talento. Reconoce que estaba pergeñado con la Junta de Castilla y León, pero la falta de presupuestos lo ha frenado.
Pregunta.- El campus virtual provocó numerosas quejas de los alumnos durante el confinamiento. ¿Están superados esos problemas de cara al próximo curso?
Respuesta .- Hubo incidencias pero entran dentro de lo que uno puede esperar cuando depende de herramientas tecnológicas y metodologías docentes nuevas. No han sido mayores que en otras universidades. No obstante, queremos mejorar y para eso estamos trabajando. Vamos a reforzar los aspectos tecnológicos para que estemos en mejores condiciones, si es necesario utilizarlos intensivamente. Por esta razón, se ha creado el Vicerrectorado de Innovación Docente y Transformación Digital.
P.- ¿Qué novedades se instaurarán en esta nueva normalidad?
R .- El alumno lo que se encuentra es una guía docente con información de cómo se va a desarrollar el curso. Nosotros hemos elaborado un mapa digitalizado de espacios docentes seguros y en base a ello conocemos la capacidad de las aulas y laboratorios para que se cumplan las medidas de seguridad y salud que marcan las autoridades sanitarias. Hay grupos que pueden ir a presencialidad total y otros que van a una docencia mixta. Lo que sí que vamos a hacer durante el mes de septiembre es un refuerzo de las competencias digitales de profesores, estudiantes y PAS, para que tengamos un mejor posicionamiento en la docencia online. Y también estamos trabajando en la dotación de medios tecnológicos para las aulas: cámaras web, altavoces… para poder retransmitir las clases en streaming. Lo que el curso pasado hicimos en 24 horas, ahora tenemos una programación de qué se puede dar presencial, qué virtual y estar en mejor situación para que la docencia online se desarrolle de manera satisfactoria.
P.- Entonces, ¿la docencia online ha llegado para quedarse?
R .- No somos una universidad online, somos una universidad que apuesta por la presencialidad, porque nuestros estudiantes estén en contacto con los profesores, se enriquezcan de la relación, que los docentes puedan hacer un seguimiento, que los estudiantes colaboren entre sí para realizar proyectos conjuntos y también para que el alumno tenga un paso por la universidad que le enriquezca desde el punto de vista personal, como una vivencia. Ahora bien, reconocemos que el futuro nos marca que la docencia online es un buen apoyo en condiciones normales, incluso es la necesidad a la que tenemos que acudir. Queremos afrontar la docencia online en las mejores condiciones y también para ir ampliando nuestra oferta de titulaciones que se puedan desarrollar de manera semipresencial u online. Es una carencia que tenemos y vamos a trabajar para llegar a otros estudiantes. La Universidad siempre ha ido evolucionando y no podemos dar la espalda a los nuevos recursos y metodologías. No nos vamos a transformar en una universidad online, pero sí que queremos mejorar el posicionamiento que tenemos en docencia virtual.
P.- En los últimos días se han producido cambios en su propio equipo y en el de algunos centros. ¿A qué se deben? ¿Estaban previstos antes de la pandemia?
R .- La docencia online ya estaba prevista en el programa de gobierno, pero se ha acentuado en estos meses de crisis sanitaria. La creación de una delegación del rector para la responsabilidad social universitaria era algo que teníamos en mente, sin embargo, no habíamos encontrado una manera concreta de plasmarlo. La implicación social es lo que nos ha llevado a crearla. Tiene una doble función. Por un lado, coordinar, reforzar y estructurar lo que veníamos haciendo en este ámbito. Por otro, dar una mejor visibilidad de todo lo que hace la Universidad de Valladolid en el ámbito del compromiso social. Otro de los cambios es ser más eficaces en el día a día y modernizar nuestras estructuras.
P.- ¿Cómo van a enfocar las becas Erasmus teniendo en cuenta las restricciones derivadas de la pandemia? ¿Van a apostar por la movilidad internacional?
R .- Hemos seguido las recomendaciones de la Unión Europea, que sigue apostando por la movilidad internacional como una seña de identidad. El programa Erasmus siempre ha funcionado y ha supuesto un enriquecimiento para miles de estudiantes. Y la Unión Europea quiere poner en valor esta característica y nosotros coincidimos con esta visión. Estamos desarrollando los programas de movilidad tanto de nuestros estudiantes que van fuera como de los que quieren hacer una estancia con nosotros. También estamos contemplando planes en caso de que la crisis sanitaria se recrudezca. Por tanto, los estudiantes estarían atendidos en cualquiera de los casos.
«Necesitamos que los políticos nos ayuden a que las plantillas estén más acordes con lo que pide una universidad del siglo XXI»
P.- La financiación es una pieza fundamental para avanzar. ¿Está bien financiada la universidad pública?
R .- Todos los rectores demandamos una mayor y mejor financiación. Si pensamos en la crisis sanitaria que vivimos, toda la sociedad es muy sensible a que se debe apostar por la investigación, la innovación y la transferencia de conocimiento. Aunque los resultados de investigación cuesta trasladarlos un tiempo a la sociedad, generan un retorno muy importante, y es lo que hace que mejore la calidad de vida y, en esta crisis, la investigación hace que se preserve la vida de las personas. La mayor parte de la investigación se hace en las universidades públicas y, por lo tanto, creemos que deben tener una mayor financiación de la investigación, que sea más estable, de tal manera que los grupos hagan una programación sin agobios de saber si el año que viene van a tener o no financiación. Además, estamos en una situación en la que tenemos una plantilla de profesorado tanto de personal de administración como de servicios muy envejecida por los efectos que llevamos arrastrando desde la anterior crisis. Eso significa que, si queremos seguir dando continuidad a la excelencia de formación académica y de investigación tiene que haber un relevo generacional, y eso pasa por planes de choque para incorporar gente joven con talento a las plantillas. Necesitamos un refuerzo por parte de las autoridades políticas para ayudarnos a que la estructura de nuestras plantillas esté más acorde con lo que demanda una universidad del siglo XXI.
P.- En el presupuesto se ha apostado por el fortalecimiento y el rejuvenecimiento de las plantillas. De hecho, se ha duplicado las plazas de ayudantes doctores. ¿Cree que es un paso importante para dejar atrás ese déficit derivado de la anterior crisis económica?
R .- Es un paso importante que damos. Tenemos una apuesta decidida por la incorporación de profesores ayudantes doctores, de gente joven con talento. Los años anteriores se ofertaron 30 plazas, este año hemos sacado hasta el momento 60. La otra línea que tenemos es la oferta de contratos predoctorales y postdoctorales propios de la UVA con la intención de que se queden con nosotros las personas que tienen talento. Llegamos hasta donde podemos llegar con los recursos que tenemos, son insuficientes y necesitaríamos un refuerzo mayor. Y es por lo que creemos que hay que hacer un plan de choque, pero por la falta de presupuestos no se ha podido ejecutar.
«Las becas siempre me parecerán insuficientes hasta que lleguen a todos los estudiantes que las necesiten»
P.- Son muchas las críticas que ha recibido por la precarización de los jóvenes investigadores. ¿Qué propuestas concretas tiene para garantizar su futuro profesional?
R .- La línea de actuación es intentar estabilizar a todos los que podamos, integrar en nuestra plantilla a los que demuestren talento. En esta situación de emergencia sanitaria, los investigadores contratados se han visto con dificultades para realizar su trabajo, por ello el Ministerio ha posibilitado que se prolonguen los contratos. Nosotros hemos apostado por el máximo que nos permitía la normativa. Hacemos todo el esfuerzo que podemos en el apoyo a los investigadores jóvenes.
P.- ¿En qué consiste ese ansiado refuerzo que solicitan?
R .- La tasa de reposición nos limita el número de plazas que podemos sacar cada año. Queremos que se nos libere de esa tasa de reposición, que no sea un hándicap. Y financiación específica en el capítulo de personal. Nosotros tenemos un techo de gasto que nos fija la Junta de Castilla y León del cual no podemos pasar en cuanto a gastos de personal. Nos gustaría poder subir el techo de gasto y fondos para sacar más plazas.
P.- Algo que se achaca a la universidad es que está muy alejada del mundo empresarial, del trabajo. ¿Qué tiene que decir al respecto?
R .- A veces aparecen dificultades para conectar el mundo empresarial con el universitario. Nosotros queremos trabajar en dos ámbitos. Tenemos el Parque Científico, que nos permite presentar a nuestros grupos de investigación a las empresas que pudieran estar interesadas y a la inversa. El segundo ámbito se centra en que nuestros alumnos puedan acceder a un contacto laboral mientras están estudiando. En esta línea, es importante destacar que el Vicerrectorado de Estudiantes ha pasado a denominarse Vicerrectorado de Estudiantes y Empleabilidad. Queremos que nuestros estudiantes encuentren facilidades en la universidad para orientarse al mercado laboral. Queremos trabajar para que el talento no tenga que emigrar y que encuentre un desarrollo profesional aquí.
P.- ¿Cuál es la empleabilidad de la UVA?
R .- Los datos son los mejores de Castilla y León. Tenemos una tasa de afiliación a la Seguridad Social de los egresados universitarios de Castilla y León que está por encima de la de Burgos, León y Salamanca. Ronda el 65%. La tasa de inserción laboral en 2018, último año del que tenemos los datos, subió al 74,8%. Esto varía por áreas, en algunas la empleabilidad es del cien por cien. Tenemos una tasa de inserción laboral bastante razonable, pero queremos mejorar la demanda de empresas del entorno de Castilla y León que no encuentran egresados porque estos se han ido a Madrid y a otros sitios a buscar su futuro laboral. Muchas veces por desconocimiento no los encuentran, por este motivo queremos atender la demanda que tienen las empresas de egresados cualificados.
P.- Con tantas universidades. ¿Hay competencia por captar alumnos?
R .- El número de universidades ha crecido en los últimos años, no tanto las públicas que se estabilizaron hace un tiempo, pero sí las privadas. Eso introduce una serie de elementos distorsionadores. Nosotros lo que creemos es que la competencia tiene que ser por la calidad de la formación académica a los estudiantes y una competencia de la investigación, la innovación y la transferencia de conocimiento que se hace hacia la sociedad. En Castilla y León las cuatro universidades públicas competimos por un mercado de alumnos, pero es una competencia sana. Lo que no me parece bien es que haya competencia porque existan diferentes tasas académicas entre distintas comunidades y que aparezca una competencia económica. La competencia no tiene que ser en términos económicos sino de la calidad formativa.
P.- Las clasificaciones internacionales sobre las mejores universidades no incluyen ninguna española. ¿A qué obedece? ¿Qué podríamos cambiar para revertir la situación?
R .- En primer lugar, en España no hay universidades que destaquen a nivel internacional como Oxford, Cambridge y Stanford, tampoco tienen ni de lejos la misma financiación. Es un modelo elitista, una inyección económica que les permite funcionar de otra manera. Pero es cierto que el nivel medio de todas las universidades públicas en España es bueno para la financiación que reciben. No tenemos universidades que destacan, pero ocupan una posición de calidad. De hecho, en algunos ámbitos estamos muy bien posicionados. No destacamos a nivel global, pero en el área de Ciencia y Tecnología de los Alimentos estamos en la posición de 150 a 200. También en ingeniería y tecnología del medio ambiente y educación.
P.- Volviendo a los grandes avances e investigaciones que se llevan a cabo en la universidad. ¿Cree que falla la comunicación a la hora de darlos a conocer?
R .- Se puede mejorar en el ámbito de la comunicación y de trasladar el conocimiento que se desarrolla en nuestros grupos de investigación al entorno socioeconómico. Tenemos que trabajar en esa doble vertiente: difundir de una manera más accesible y también en transferencia de conocimiento. Actuaciones como los encuentros de verano en Santa Cruz son un buen punto de encuentro entre el mundo educativo y la sociedad.
P.- ¿Está de acuerdo con la cuantía y los requisitos del Gobierno sobre las becas?
R .- Se han rebajado los criterios para hacerlos más accesibles. La apuesta por las becas debería ser más decidida porque de manera efectiva no se quede nadie atrás por motivos económicos. Es una actuación complementaria de las tasas económicas razonables. Sin embargo, siempre me parecerán insuficientes hasta que lleguen a todos los estudiantes que las necesiten.
P.- Hasta final de mandato, ¿qué proyecto le va a quitar más horas?
R .- El curso que viene va a ser muy exigente. Hemos trabajado mucho para tener un modelo docente adecuado para afrontar el curso con garantías. Tenemos muchos proyectos. El rejuvenecimiento de las plantillas, incorporar talento, eso para mí es irrenunciable y fundamental. Otra tarea en la que nos queremos centrar es en mejorar la atención de nuestros estudiantes en cuanto a la oferta académica, la calidad de la docencia, la empleabilidad… Los estudiantes son la parte fundamental de la universidad, sin ellos no tendría sentido. Tenemos proyectos en internacionalización, pero, sobre todo, queremos centrarnos en las personas.