El estirón de Ester Muñoz en el PP

Ester Muñoz y Miguel Tellado ante la sede de Génova.
El tiempo pone a cada uno en su sitio y a cada mamarracho en su lugar. Y además deja claro el ojo clínico que tenían los Pinzones, que eran unos... marineros, que viajaban con Casado. Todos genoveses ellos. Es raro que no se haya creado una Asociación de Perseguidos Por Teo García Egea y sus palanganeros, incluidos el extremeño Alberto Casero, un tío que no estaba completo, y el afamado pistolero de la política Antonio Pablo García Terol. Una banda de cuatreros dedicados a hacer la vida imposible a todos aquellos que no les hicieron un soplado en las primarias que perdió Casado contra Sáenz de Santamaría, pero por aquello de la interpretación de la democracia interna en el PP le llevó a la planta séptima de Génova 13, desde la que luego se arrojó con la inestimable ayuda de los Pinzones. La última prueba de que todo lo que demonizó el ´casadismo’ acabó en éxito es el de la joven leonesa Ester Muñoz, con una trayectoria vertiginosa de la mano y el amparo del gallego Tellado, la mano que mece la cuna en el PP de Feijóo. La mece tanto que en este meneo se ha ascendido a sí mismo a número dos, todopoderoso, si es que no lo era ya, del partido. Muñoz creció al cobijo de Mañueco, que la protegió cuando fue expulsada de las listas por los Pinzones, con Teo dándolo todo contra Mañueco. Y ha pegado el estirón con Tellado en menos de dos años. Y como Dios castiga sin palo, ahora es Muñoz la que ocupa la portavocía del Congreso que dejó vacante García Egea cuando se despeñó en el abismo de su arrogancia y vanidad tras tropezar con Ayuso, que es con la única piedra con la que se tropieza sólo una vez. Muñoz es una creación de Tellado, a quien Feijóo confía el asalto final a un sanchismo rodeado por la UCO e invadido de Koldos, putas y mordidas, con tono duro, mano firme y verbo afilado. Si usted ha sido perseguido por Teo García Egea, no deje de echar el Euromillones. Si ha sido amparado por él, póngase en paz con Dios.