La tragedia de la carretera golpea con eco internacional a Castilla y León

La tragedia de la carretera golpea de nuevo con fuerza a Castilla y León. Pero esta vez además lo hace con una repercusión mundial por el terrible accidente en Zamora, una de las provincias con más siniestrabilidad, en el que perdieron la vida la estrella del Liverpool Diogo Jota y su hermano André Silva. Un siniestro en el comienzo del verano que nos recuerda que toda la prudencia es poca ahora que millones de ciudadanos transitarán por las carreteras de Castilla y León rumbo a sus vacaciones y a su regreso.
Los excesos de velocidad, además de los despistes, están detrás de muchos de los siniestros mortales que cada año se cobran la vida de decenas de personas en las carreteras de nuestra comunidad. Es evidente que el reventón de un neumático unido al exceso de velocidad es un coctel que convierte un percance en un siniestro mortal.
Toda precaución es poca para que la carretera y el coche no se conviertan en una trampa mortal en el periodo estival. Diogo Jota y se hermano estaban a un puñado de kilómetros de su destino, en Benavente, donde iban a hacer noche para al día siguiente salir rumbo a Santander y de ahí a Londres en ferry. Eran más de las doce y media de la madrugada. Es decir, se agolparon un montón de factores en el infortunio. Velocidad, reventón de rueda, seguramente cansancio por la hora y la visibilidad nocturna. Y por si fuera poco, el coche quedó envuelto en llamas tras salirse de la calzada en un adelantamiento. Más factores de infortunio es difícil incluir en este desgraciado accidente que se ha cobrado la vida de dos jóvenes portugueses en la A-52 (Autovía Rías Baixas) a su paso por la comarca de Sanabria. Por eso todas las precauciones son pocas ante millones de desplazamientos que se avecinan con las distintas operaciones salida y regreso. Y Castilla y León, por su extensión, será uno de los territorios que más personas vea transitar.
Las administraciones pueden ayudar. Y ayudar no consiste en agazapar por todas partes patrullas con radares móviles. Eso es recaudar. Consiste precisamente en lo contrario. En la presencia y exhibición de agentes, como elemento disuasivo para evitar excesos al volante y recordar a los conductores la necesidad de extremas precauciones. Y otra cosa en la que pueden ayudar es con la reparación y mantenimiento urgente que requieren algunas de las vías principales de la red nacional y autonómica de carreteras. Que la conmoción ocasionada por el accidente de una estrella mundial del fútbol sirva al menos para sacudir las conciencias de los conductores y alertarles que toda precaución es poca al volante. Están sus vidas y las de los suyos en juego.