El ridículo de la política del absurdo se concita en el puente de Gormaz

Puente de San Esteban de Gormaz
Por si tuvieran los habitantes de la comarca soriana de San Esteban de Gormaz, que tienen que dar un rodeo de 45 kilómetros desde que las riadas dejaron en dique seco su puente, ahora se ha concitado en el lugar la política del absurdo, esa que se dedica al postureo, las trifulcas, pero no a la práctica de la acción política. Resulta que a falta de poco más de quince días, más o menos, según los cálculos del Ministerio de Transportes, para que concluya la reparación del puente dañado, el de toda la vida, no tiene más ocurrencia el Ministerio de Defensa que aliarse con la Junta para hacer otro provisional, con el consiguiente derroche de dinero público. Un puente provisional que para cuando quiera acabar de montarse tendrá que desmontarse, porque son infraestructuras móviles que usa el ejército para dar cobertura temporal ante catástrofes. El puente de quita y pon llegará un mes después de que esté abierto el actual. El absurdo elevado al cuadrado.
Pues después de todo esto y con esto, alguien en el departamento que dirige Margarita Robles, que desde la dana de Valencia no da pie con bola, cayó en la cuenta. Sin previo aviso, cuando la Junta ya había aprobado una partida de 700.000 euros para pagar el complemento de la infraestructura (accesos y estribos), ordenó la retirada de los militares no se sabe si para parar o para seguir. La pregunta es si hay alguien al mando del Ministerio de Defensa. Pero también si hay alguien al mando del Gobierno. A la vista está que no se comunican ni coordinan entre ministerios. El ejército de Pancho Villa estaba mejor organizado.
Es una verdadera estupidez derrochar 700.000 euros y los costes del ejército con sede en Zaragoza para colocar un puente de quita y pon que estará disponible a mediados de junio. Seguramente este sea el momento de pensar con sentido común, ese que cada día es más ajeno a la política, y definir la necesidad inmediata de construir un nuevo puente en San Esteban de Gormaz. Es decir, que si es necesario, que la Junta invierta el doble, pero no derroche 700.00 euros para que los militares de Zaragoza hagan prácticas. Es obligación de Óscar Puente atender la necesidad de ese nuevo viaducto sobre el Duero. Calderilla para lo que está invirtiendo su ministerio en otras latitudes. Y que si las nuevas infraestructuras han sido necesarias en Valencia por la tragedia de la dana, también lo son aquí. El puente de San Esteban es una urgencia, da servicio a un territorio amplio. Por eso hace falta una infraestructura nueva y definitiva. No esperen a la próxima riada para llamar al ejército a hacer el ridículo con el postureo, en comunión con los ministerios de Transportes, Defensa y la Junta.