Vox en la trampa arancelaria

Y REGRESARON las Cortes de Castilla y desconocemos a su decadencia plenaria. Plenas de aburrimiento, tedio y desgana asoman las bancadas con el sonido de las cornetas de Semana Santa. No quiero cantar ni puedo, a ese procurador del madero, sino al que anduvo en BMW. Oh, la saeta, al Cristo de los BMWs. Pleno de trámite, como todos los que se tramitan y trajinan en el lugar de la soberanía. Es tal la indolencia que reina en el lugar ese, a orillas de la pucelana avenida de Salamanca, mausoleo de mediocres, que de no ser por Trump no sabrían de qué hablar, porque las cosas y cuitas de Castilla y León se las traen al pairo. Trump vive en tensión, minuto a minuto, desde el Airforce One, lo que ocurre en las Cortes de aquí, antes de reconsiderar sus decisión de freirnos a aranceles para achicharrar a sus compatriotas. Hello, Elon, voy a mandar una andanada arancelaria, ¿quieres pa tri otra? La guerra arancelaria y las peras al cuarto se las va a poner la empresa de la manzanita a Trump, cuando eche cuentas de los iPhone que va a dejar de vender más allá de las fronteras norteamericanas por el arrebato del gachó. Los patriotas. Se les empieza a hacer bola a los de VOX el asunto este de exculparse de los aranceles de Trump. Que ya sabemos que no es cosa de ellos y que el inquilino de la Casa Blanca no llama ni por equivocación a Abascal para sus delirios internacionales. Pero tantas veces repetir que están en contra va a empezar a causar el sentido contrario, que los que ni lo sabían, a los que se la sudaban y a los que pasan por aquí van a acabar convenciéndolos de lo contrario. Esta vez han caído en la estrategia del PP, como en innumerables ocasiones ha sido el PP el que ha tropezado en la suya. De momento la cesta de la compra en la frutería está por las nubes, y ahí no tocan ni aranceles ni dios que los fundó. En las Cortes, un tío bosteza al fondo, mientras en las filas del medio una tía mira ofertas en Zalando (la vila morena). Todo por Castilla y León.