Diario de Castilla y León

Editorial

Ryanair mete el dedo en la llaga de la ruina de los aeropuertos de CyL

Avión despegando del aeropuerto de Villanubla.

Avión despegando del aeropuerto de Villanubla.PHOTOGENIC/PABLO REQUEJO

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COMO DIRÍA el clásico, éramos pocos y, en este caso no parió la abuela, sino que se marcha Ryanair. Dejará de operar desde Valladolid, único aeropuerto de Castilla y León en el que lo hacía todavía. No es que sea una tragedia. La británica sólo tenía un par de vuelos semanales ahora entre la capital pucelana y Barcelona y uno de temporada a Palma desde marzo a octubre. Pero da la ruina de cuatro aeropuertos sin aviones de Castilla y León. Un debate que siempre ha estado en el imaginario político, en la disputa provincial y en el lamento de los ciudadanos, que ven como lo mejor para volar desde Castilla y León es irse a Asturias, Coruña, Madrid o Santander. Tenemos cuatro aeropuertos, alguno con una reciente inversión multimillonaria de 80 millones de euros de la era Zapatero, pero no tenemos compañías que pongan aviones y rutas.

En este caso, Valladolid ha sido víctima del juego de trileros en el que se mueven estas compañías de bajo coste que quieren que se les financie sus operaciones para engordar sus cuentas de resultados a través de una rebaja de tasas, que a todas luces es vista por el regulador de la competencia y por Bruselas, como una ayuda estatal encubierta. Los aeropuertos españoles, y especialmente los regionales, son los de tasas más bajas de Europa, tal y como ayer constató Aena en un duro comunicado que puso al descubierto la estrategia de chantaje de Ryanair. El ministro vallisoletano Óscar Puente ha sido víctima de un juego de trileros por fiarse de este tipo de firmas que cuyas prácticas, por ejemplo con los equipajes, son todo un ejercicio de engaños hacia el consumidor. Pero el gobierno no les mete mano. Y ahora la víctima de Ryanair es el gobierno, que se ha quedado con cara de tonto, después de creerse que tenía un plan sincero de expansión para descongestionar Barajas y llevarse vuelos a aeropuertos estratégicos, uno de ellos Valladolid. Otro cuento de la lechera, que ha acabado con las expectativas de los ciudadanos derramadas en la pista de aterrizaje.

Pero hay otras compañías más honestas y leales. La oferta no sólo está abierta a los operadores. Lo está también para el ejecutivo, que lo que tendría que hacer es no abandonar ese plan de descongestión de Barajas para favorecer otros aeródromos de la mano de otras firmas. Ryanair no tiene el monopolio del aire. Y si no saben cómo, que pregunten en Inglaterra, donde el tráfico aéreo hace mucho que se gestionada con aeropuertos satélites. El ministro ha estado estos días en Londres, que aproveche el viaje. Lo que no es aceptable es que con los impuestos se financien las vacaciones a la playa como sigue haciendo la Diputación de León o sugiere el PSOE de Valladolid. Eso es una insensatez que atenta contra el Estado de Bienestar.

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