LA SOLANA
El sumo pontífice del socialismo soriano
El flamante secretario general de los socialistas de Castilla y León y veterano alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez, confirmó ayer la pérdida definitiva de los votos, si es que alguna vez los tuvo, de los animalistas y de los ultracatólicos. Se sumó a la declaración institucional de la Diputación provincial, en la que de momento sigue siendo diputado, en defensa de la tauromaquia popular. No había ninguna duda de que Mínguez apoya estos festejos, puesto que los promueve en su municipio en los sanjuanes, donde el toro es protagonista indiscutible, sobre todo el día de La Saca. Mientras se desarrollaba el pleno de la Diputación, saltó la noticia de que el regidor soriano debe declarar en el juzgado como consecuencia de la querella presentada por Abogados Cristianos por, presuntamente, ofender los sentimientos religiosos el día que aceptó sentarse en un sillón subido al techo de un Seat 127 que intentaba imitar a un ‘papamóvil’. Ya pidió perdón por ello, pero tendrá que declarar ante el juez por algo que es de desear que quede en nada, porque si no también tendría que pasar por el juzgado el ‘obispo de la Lotería de Navidad’, que lleva más de una década acudiendo al sorteo disfrazado de prelado, o todos aquellos que en carnavales tiran de disfraz facilón y se ponen una sotana. No debería tener condena judicial alguna el soriano por ese motivo, ya que afortunadamente nuestro país no se parece en nada a una república islámica teocrática. Y ello pese a que la gamberrada del alcalde en Tardelcuende, lugar en que se celebraban las fiestas el día de los hechos, es del todo condenable, porque esa actitud no es de recibo en un alcalde, menos el de una capital provincial. Él lo sabe. Pidió perdón por ello y ayer volvió a hacerlo. Su pecado fue dejarse llevar por el ambiente festivo y aceptar la parodia propuesta por sus compañeros de partido, que en realidad sí que le ven como el sumo pontífice del socialismo soriano, porque les ha regalado cinco legislaturas de gobierno en la capital provincial, las cuatro últimas con mayoría absoluta. Normal que lo endiosen por el ‘milagro’ obrado en la tierra de Jesús Posada y Juan José Lucas. El propio Posada decía en una entrevista en este periódico que la hegemonía del PSOE en el Ayuntamiento soriano «es más debida a que sea Carlos Martínez el candidato que a lo que es el Partido Socialista, porque es un poco anómalo dentro de lo que es la provincia de Soria». Evidentemente, en su trayectoria hay luces y sombras, pero no hay duda de que ha conseguido ganarse el favor de los votantes, muchos de los cuales votan más ‘carlismo’ que socialismo. Su propósito, como dijo el día que anunció su candidatura para liderar al PSOE castellano y leonés, es exportar el modelo soriano. Está por ver si logra despertar la misma devoción en Castilla y León que en Soria. Como ‘papa’ es un esperpento, pero como político hay que tenerlo muy en cuenta, por lo que ha logrado en Soria y por cómo se ha manejado fuera de ella.