Diario de Castilla y León

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EN UN MARCO paisajístico extraordinario difícil de igualar, con el Mar Cantábrico de fondo, el Palacio de la Magdalena de Santander, ha tenido lugar la Conferencia de Presidentes, órgano de cooperación multilateral entre el Gobierno de la Nación y los Gobiernos de las Comunidades Autónomas. Esta reunión formada por los máximos cargos públicos de naturaleza ejecutiva de nuestro país, encargados de administrar los servicios públicos más relevantes de los españoles, está constituida por el Presidente del Gobierno, que la preside, y por los Presidentes de las Comunidades Autónomas y de las Ciudades de Ceuta y Melilla.

La foto icónica que los medios de comunicación hicieron en las escaleras de entrada del edificio en el que Alfonso XIII fijó su residencia de verano ya hace más de un siglo, con las banderas de España y de cada uno de los territorios autonómicos y de Ceuta y Melilla como escenario, dio una sensación de aparente unidad que nada tiene que ver con la realidad. No deja de ser significativo que el grupo de mandatarios estuviera acompañado por el Jefe del Estado, a la sazón, el Rey Felipe VI.

La finalidad de la Conferencia de Presidentes, tal y como dictamina la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público, es la deliberación de asuntos y la adopción de acuerdos de interés para el Estado y las Comunidades Autónomas estando asistida para la preparación de sus reuniones por un Comité, del que forman parte un Ministro del Gobierno que lo dirige y un Consejero de cada ente autonómico.

Pues bien, toda esta parafernalia, ¿ha servido para algo? ¿Han llegado a algún tipo de alianza en la misma dirección para mejorar la vida de los españoles? ¿Han pactado los criterios y parámetros que han de informar el sistema de financiación? ¿Han unificado los cánones para que los servicios de sanidad y educación sean homogéneos en toda España?

O, por el contrario, ¿algunos territorios van a tener una financiación singular y, por lo tanto, unas infraestructuras, unos profesionales sanitarios y unos profesores mejores que el resto? ¿Dónde está plasmado el principio de solidaridad que consagra la Constitución Española en su artículo 2? Que se lo pregunten a los ciudadanos y ciudadanas que están sufriendo los estragos de la DANA de Valencia. Me viene a la cabeza esa máxima, atribuida a Napoleón según la cual, si quieres que un asunto no salga adelante, crea una comisión.

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