Tudanca no quiere ir a Sevilla
Ya advirtió este Regalado ayer que Lobezno no llegaba a Sevilla. Pero es tan voraz y vertiginosa la realidad que rodea al PSOE, que a mediodía ya había caducado el puñetero Regalado, al mismo tiempo que Lobezno pasaba a mejor vida socialista. Raudo y veloz su homólogo en Castilla y León, al filo de las cuatro, desde esa realidad que habita llamada X, salió a unir su pasado al de Lobezno, conocido por el sobrenombre de Lobato. Y para que no quedara duda alguna que ambos compartían la misma conjura de los necios contra Sánchez,que les ha llevado al abismo. Uno ya se ha arrojado. El otro debería ahorrarse el sufrimiento de la caída al vacío. Uno se ha sacudido el mal trago de acudir al cónclave hispalense con la mochila de un enjambre de WhatsApp, que todavía nadie ha sido capaz de descifrar lo que ha pretendido enfangando a sus compañeros y su Moncloa en el turbio asunto de la filtración de lo del pariente de Ayuso. House of cards es una trama sosa, aburrida y pudorosa al lado del Al oeste del ala oeste de Moncloa, que es la secuela de Conversaciones telefónicas desde Moncloa, estrenada en exclusiva en su pantalla amiga de Regaleflix hace ya unos cuantos meses, justo ahora que está a punto de debutar la segunda temporada. Llegados a estas alturas de la crueldad, no sería descartable que Tudanca, a la vista de los aullidos emitidos ayer, se bajara del Ave que conduce al congreso socialista que divinizará a Sánchez, conocido por el sobrenombre de Pedro Navajas para envidia y disgusto del portavoz socialista de Valladolid por mandato designación de dagas de Óscar Puente, ahora competidor animoso del osito de Mimosín. Ya lo dijo con acierto la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, también en X, en el lugar en el que habita la política cósmica: la tierra es para el que la trabaja. Y entonces Tudanca se dio por aludido y empezó a hacer el petate que nunca deshizo. El aparato es un lobo para el lobezno. La guadaña está en marcha.