TIERRA ADENTRO
Geopolítica rural
LLEVO EN MI ARCHIVO sentimental la secuencia de los mapas de la escuela y aquellos dibujos manjonianos en el patio del colegio. Un mapa lleno de dibujos, frutales, ovejas, fábricas, minas, caballos, cereales, uvas y así. Información para todos los públicos. Creo que el inicio del fin y el reflejo de lo que somos está en que ya no venimos en los mapas. Nos han perdido dentro de los móviles. Ahora estamos intentando recomponer un rompecabezas difícil. Un puzle al que le faltan cada vez más piezas. Sugiero que hagamos juntos un ejercicio mental, una prueba de vida. Vamos a ello: abre el mapa y busca en tu comarca lo que queda de lo que hubo y escribe lo que hay, añade cifras de producciones agrarias, agrega los censos de habitantes, cuenta los arroyos secos que ya no bajan al río, el montante de la masa forestal, uno a uno los árboles. A ojeo, añade lo que vuela y comprueba si queda alguno de los que menciona San Antonio bendito en sus obedientes pajaritos. Saca a todos los chiguitos a la plaza y cuéntalos, uno por bicicleta; un par de erizos atropellados en la carretera, una cabra, un palomar, un chozo, unos cuantos campanarios y sus torres de iglesia, por poner algo. Y grábate en tu memoria el sonido que el badajo hace al chocar con el bronce. Y oirás campanas, pero no sabrás de dónde vienen ni quién las toca. Eso es geopolítica rural. Dicen los libros que geopolítica se denomina a la relación de la acción política y sus vínculos con el espacio geográfico y quienes lo habitan. Y de ahí, todas las cuerdas tiran del mismo caldero que saca del pozo el agua de la vida. Lo que viene siendo la geografía humana con matices. Con muchos matices. No es un palabro el de la geopolítica, muy de uso cotidiano en la sobremesa. No lo era. Aparece en los últimos años ligado a los conflictos mundiales. A las guerras. A los hilos de la macroeconomía. Y se retroalimenta de conflictos, intereses de mercados y pasa por encima de los organismos internacionales. Los intereses financieros son los que cargan la pólvora. La geopolítica mide el porqué de las hostilidades entre naciones. Creo que las primeras veces que escuche hablar de geopolítica fue a un paisano nuestro, al leonés Pedro Baños. Hoy sus teorías se acentúan ante un campo de batalla que no cesa. Los libros, análisis y comentarios de este geo-estratega escuecen arriba, abajo y a los lados. Razón de más para ir pensando que el coronel no tendrá quien le escriba, pero somos muchos los que le leemos y sabemos que no dispara salvas sin sentido. Pero no es de esa geopolítica de la que quiero hablar. Prefiero pasar de puntillas. Hacerme el muerto. Tarde o temprano... Me busco un sitio en el mapa de la geopolítica rural y que vengan a buscarme.