Diario de Castilla y León

Editorial

El irrenunciable negocio del español

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El negocio de enseñanza está en pleno auge. La educación es el motor de la sociedad. Así lo entienden las sociedades avanzadas, los estados democráticos, pero también ahora las grandes tecnológica que son tan poderosas o más que verdaderos estados. Y en el negocio de la enseñanza Castilla y León tiene mucho que decir. Mucho más de lo que ha dicho hasta ahora por la inercia de la potencia que le otorga el prestigio de universidades como la de Salamanca. Los datos lo avalan.

El pasado año hemos logrado un récord histórico de estudiantes de español, 52.000. Con un crecimiento del 22% con respeto al anterior ejercicio. Salamanca, con su universidad a la cabeza, es una potencia. El 58% de esos estudiantes recalaron en la capital del Tormes. Pero no sólo por su universidad, también por la belleza y la historia de su ciudad, que es un verdadero imán para atraer estudiantes extranjeros para aprender español. Como lo son otras localidades con prestigiosas universidades, por ejemplo, en Gran Bretaña, para el aprendizaje del inglés. Hay que sumar prestigio universitario a entorno monumental.

Pero además es que el negocio del español en Castilla y León, que sin duda debe pivotar desde Salamanca por las cualidades ya mencionadas, se puede expandir e irradiar al resto de Castilla y León. Otras ciudades de la comunidad cuentan con cualidades igualmente significativas para el aprendizaje del español. La potencia que exhibe Salamanca debe ponerse al servicio de toda la comunidad sin entrar en competencias territoriales absurdas, que es el habitual cuento de la lechera de los victimistas y mediocres. Pero sí entrando en competencia sana por ofrecer un lugar donde aprender y donde residir y disfrutar. No deja de ser turismo idomático, que nadie lo olvide. Turismo idomático y de alto poder adquisitivo.

Es cometido de la acción política, en este caso de la Junta de Castilla y León, seguir fortaleciendo el prestigio de nuestras ciudades como lugares idóneos para profundizar en el negocio del español. El negocio de los idiomas. Y el nuestro, el español, el castellano, está entre los primeros negocios idiomáticos del mundo. Del aspecto académico ya se encargan los profesionales de las universidades y sus facultades implicadas. Pero la Junta tiene que encargarse de potenciar su reconocimiento en el exterior. Por eso, no estaría de más, por ejemplo, que Castilla y León albergase un gran congreso internacional de literatura en español con Salamanca como epicentro, pero no como única sede. La ambición para el progreso y el desarrollo es también un cometido de la política. El del español es un negocio irrenunciable, cuyos últimos datos en Castilla y León ofrecen pruebas de que todavía estamos en los albores. Se puede avanzar mucho, creando riqueza y empleo con nuestras virtudes innatas.

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