Diario de Castilla y León

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LO DE LA AEMET (Agencia Estatal de Meteorología)  en Castilla y León sería insuperable si no fuera porque se supera en cada aparición mensual. Esa que hacen por sistema para anunciarnos los pronósticos de lo que ha pasado en los últimos 30 días o al final de cada estación. La AEMET es una especie de gurús de la economía, que suelen vaticinar las crisis precedentes, pero no las cheiran con un Lehman Brothers que nos dejó a todos casi en pelotas. La última de la AEMET, pronunciada por su delegado territorial, Manuel Mora, es anunciar que no saben si en Semana Santa lloverá o no, o todo lo contrario. Acertó a decir que el tiempo será inestable, como todos los finales de marzo. Y el que quiera saber más que se mire el tiempo primaveral de los últimos 43 años y saque sus medias y sus conclusiones. Y por estas cosas y otras incluso peores hay gente que cobra un salario público, y además ofrece ruedas de prensa en la Delegación del Gobierno sin sonrojarse ni ellos ni el nuevo delegado gubernativo, Nicanor Sen, que va siendo hora de que empiece a meter a algunos en cintura y los ponga a trabajar, en vez de andar todo el día al postureo. Acompañando al de la AEMET en este caso acudió el informático municipal vallisoletano, ahora comisario contra el soterramiento, vestido de subdelegado del Gobierno, Jacinto Canales, que, por lo visto, tiene poco que hacer. Podía preocuparse algo más de las obras a paso burra de la Autovía del Duero entre Tudela y Quintanilla y pegar un par de voces en el ministerio para que las acaben de una puñetera vez. Pero se está mejor viendo pasar el tiempo y sus pronósticos, pendiente de suplir a la oposición socialista de Pedro Herrero en el consistorio, que montó un insólito pleno contra el soterramiento y acabó engordando el ejército del alcalde en sus Termópilas  del soterramiento. Lo que viene a ser hacerse un Froilán, o pegarse un tiro en los huevos, también conocidos como testículos.

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