Diario de Castilla y León
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LECCIONES las justas. Así también podría titularse esta columna. Pero lo que llama la atención, lo que resuena en todos los confines de esta vasta Comunidad es el silencio atronador de los socialistas de Castilla yLeón. De todos sin excepción, desde su llamado líder Luis Tudanca hasta el último de sus dirigentes, pasando por Ana Sánchez, Virginia Barcones o Patricia Gómez Urbán, ante la detención por violencia machista de uno de los suyos, el número tres de Tudanca en las Cortes hasta este miércoles, el dirigente y procurador socialista por Soria, Ángel Hernández.

Repitan conmigo señores del PSOE de Castilla y León, violencia machista. Si no les gusta, también pueden utilizar la expresión de violencia de género. Cinco delitos, cinco, no uno ni dos, que serían más que suficientes, cinco son  los que le imputa el Juzgado de Violencia contra la Mujer a este sujeto y, ni por esas, el PSOE de Castilla yLeón ha cambiado el gesto. ¿Qué es eso de que van a esperar a que dimita de todos sus cargos en cuanto tenga oportunidad y que, de no hacerlo, se lo exigirán como medida ejemplar?

Para llamarse ejemplares lo que tenían que haber hecho es expulsar de inmediato del partido y del grupo socialista en el parlamento autonómico a este sujeto que aporreó la puerta de la vivienda de su pareja al  grito de «zorra». Eso sí hubiera sido ejemplaridad. Eso y ponerse al lado de la víctima.

A cambio, los socialistas castellanos y leoneses callan y cuando hablan, por boca de Tudanca, lo hacen pero  para agradecer todo el trabajo que su lugarteniente en las Cortes hasta el miércoles había hecho. Y a eso, le llaman ejemplaridad. ¿Puede haber mayor desfachatez? Sí, el permitir y hacer suyo un deplorable y lamentable comunicado, en el que este imputado en cinco delitos se atreve a decir que su detención por violencia machista se circunscribe al «ámbito privado».Por no hablar de que agradece «las muestras de apoyo públicas y privadas». Y, no contento con eso, se atreve a exigir «respeto». ¿Qué respeto? ¿El mismo que no le tuvo él a su pareja cuando aporreaba su puerta y la insultaba? Porque esa es otra. Ni  una sola mención a la víctima y ni un ápice de arrepentimiento y de pedir perdón. Todo eso es lo que asumen Tudanca y los suyos y todo el Partido Socialista de Castilla y León cuando difunden y hacen propio ese infame comunicado.

¿Qué hubieran dicho, hecho, escrito y tuiteado los del PSOE si el detenido por  violencia machista hubiera sido del PP o de VOX? Su atronador silencio daría paso, y con toda la razón, a la condena más absoluta, a la exigencia de responsabilidades y a ponerse del lado de la víctima. Justo lo contrario que han hecho ahora cuando el detenido e imputado en cinco delitos, uno de ellos el de violencia de género, es uno de los suyos. Los socialistas de Tudanca han optado por un silencio atronador. Lo dicho, cuánta desfachatez.

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