La Amnistía, con entusiasmo

HA SIDO pronunciar Pedro Sánchez la palabra amnistía y desmelenarse Tudanca, que estaba como retraído y aterido. Vaya chulada esto de la amnistía. No sé cómo hemos podido vivir sin amnistía en Castilla y León. Era la fórmula mágica para detener la despoblación, hacer que los médicos vuelvan a los consultorios sin médicos y alentar la resurrección de la factoría de Siro en Venta de Baños. Y por descontado poner fin a las obras eternas de la Autovía del Duero desde Tudela y empezar a asfaltar la León-Valladolid. Lo vamos a flipar. Desde Ferraz han pedido contención al entusiasta Tudanca, no vaya a dejar a Rufián escaso. Al fin y al cabo sólo se trata de endulzar la vida de prófugos, malversadores, agresores y violentos. Igual se podía extender a Enríquez Negreira para aliviar otros diez años a  Laporta, carajo. A la vista de que la del 77 no alcanzó ni a Sánchez Arminio, que ese año ganó la Liga el Atleti. Puigdemont ya se ha pedido venir a un comité del PSOE CyL a ver si le cae en suerte que lo hagan hijo putativo. ¿Alguien tenía dudas de que se iba a comer la amnistía amistosamente? No sólo se la están comiendo. La están masticando y saboreando lentamente, como aconsejan los endocrinos de Moncloa, y hasta acabarán chupándose los dedos. Todo por el postre. Un suculento coulant con su derretida plaza de eurodiputado, a razón de 300.000 euros anuales por trabajar menos que un procurador de las Cortes de Castilla y León los días de pleno. De primer plato amnistía. De segundo, asumir el relevo y bendecir al sucesor, que viene camino Soria, seguramente. Así se forja la amnistía de mis amores. Échame a la candidatura europea y gritaré amnistía a los cuatro vientos de Ciarán. Iratxe, no calientes que en mayo no sales, que ya saliste bastante en la foto del prófugo. Visca, manque pierda. ¡Illa, Illa, Illa /Illa Maravilla! A este ritmo Tudanca y Puigdemont se cruzan por el camino. De Bruselas. Billetes.