Diario de Castilla y León
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Tito Berni, Tito Berni, nadie a acompañarte baja entre todos los que se ponían hasta los tabiques de coca y de lo otro en tus festivales del Congreso de los Diputados. Ahora andas con una hora menos y nadie te conoce de nada, pese a que eras el mayor figura de la bancada socialista. Así es la política de coca y prostitutas, que hoy estás en el Ramsés de cena y mañana merendando en el garaje de casa. El caso es que, Mediador mediante, los tus asuntos, Tito Berni, Tito Berni, han llegado a orillas del Pisuerga. Los tentáculos de este bochornoso y poligonero caso de golfos y apandadores rodean la comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, no sin antes recalar en la de Ávila, donde el coronel, que ya no tiene quién le escriba, tenía 21.000 euritos de procedencia indeterminada en casita. Por si se acaba el mundo, siempre es pertinente tener algo de calderilla para los primeros gastos nada más desembarcar en la otra vida. Y eso no lo dice un juez, lo dicen los compañeros del coronel de Ávila, lo que se conoce como Asuntos Internos. Lo que vienen a ser los que limpian la mugre en casa. Que por lo visto hasta ahora, y eso que no hemos levantado las alfombras ni mirado debajo de las camas, hay bastante en la Benemérita. Y todo esto llega en medio de la ´kitchen’ en la que los ladrones eran policías y si te pillaban te extorsionaban. Y todo esto llega cuando nos enteramos que el que conduce el helicóptero de la DGT que nos infla a multas se metía fiestas de coca y amiguitas de espanto en pleno vuelo. Y llega todo mientras sabemos que el ex jefe de la UCO también investigaba la intimidad de sexo, pero no de religión, de un periodista que informaba de cosas que no quería el ministro del PP que se supieran en Valencia. Y el guardia daba el parte al ministro. Esto cheira ya que no hay que pare. El estercolero nacional. ¿Qué nos depararán las andanzas de Tito Berni, el gran moralista de nuestros tiempos, por aguas del Pisuerga, comandancia abajo? Obras son amores.

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