Diario de Castilla y León

Ricardo Gª Ureta

El virus y los médicos en fuga

COLUMNA

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LLAMAMIENTO A LA TRANQUILIDAD . Es el mantra que se repite desde las administraciones públicas y especialmente desde el Gobierno central, en torno a la crisis sanitaria motivada por la llegada del coronavirus a España. Lamentablemente, la alarma ha cundido ya y precisamente el propio Ministerio de Sanidad está contribuyendo a acrecentar el miedo al contagio de la población con determinadas decisiones. La noticia de que el aplazamiento del congreso médico que iba a reunir ese fin de semana en Burgos a cerca de un millar de especialistas en oftalmología se ha debido a la recomendación de Sanidad ha sido acogida entre los burgaleses como la certeza de que el virus es una amenaza real y desbocada capaz de provocar que los médicos se queden en sus casas en lugar de venir a Burgos por miedo al contagio.  

La idea del Ministerio es minimizar el riesgo de contagio por el coronavirus en este colectivo tan vital en este caso y por eso recomienda suspender la celebración de congresos y seminarios de tipo sanitario y en la que puedan participar profesionales de la salud. Pero el tiro ha salido por la culata y la calle prefiere pensar que si los médicos no quieren reunirse para no contraer el virus, la enfermedad debe estar más extendida de lo que se reconoce. El miedo es libre, pero no calma los ánimos el hecho de que se sepa ya que un segundo congreso sanitario, con cerca de 800 profesionales de enfermería quirúrgica tampoco se celebrará y que el hospital de San Juan de Dios suspende los actos de su semana festiva. Alimenta esas dudas populares el hecho de que se cancelen simposios médicos en Burgos y, en cambio, se permita la asistencia al partido de fútbol de la Copa del Rey en Miranda , donde se registra el mayor brote de coronavirus en Burgos.

Tan libre es el miedo que varios institutos han cancelado viajes de estudios a Italia en acaloradas reuniones de padres poco dispuestos a que sus hijos paseen por un país en el que el coronavirus está mucho más extendido y en el que correrían el riesgo no sólo de contagiarse, sino de quedar atrapados en una cuarentena. Entiendo que manejar una crisis de estas proporciones es extremadamente complejo y que el ejemplo italiano esté condicionando la actuación del gobierno español, pero estamos viendo que cada acción tiene su reacción en sentido opuesto y aquello que puede ser beneficioso desde el punto de vista de la salud, por prematuro que pueda ser, acarrea unas consecuencias, económicas, entre otras, considerables. Tengamos en cuenta que llega la Semana Santa, que es el momento del año en el que repunta el empleo. Por lo que conviene pensar detenidamente que medidas tomar.

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