Castilla y León, líder en superficie por explotación entre los agricultores jóvenes
Los profesionales del campo menores de 41 años gestionan cultivos de 95 hectáreas por término medio en la Comunidad, mientras la media de España solo llega a 40
El 46% de ellos prefiere cereales, oleaginosas y leguminosas

Un agricultor rodea un brote con sus manos en una explotación agraria
El relevo generacional en el campo es una asignatura pendiente en toda España, pero dentro de esa realidad hay territorios que tienen más éxito que otros al dar pasos de cara a la consecución de ese objetivo. Para aportar una instantánea de la situación del sector, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) analizó hace pocos días el último informe sobre los jóvenes del sector, titulado Diagnóstico de la Juventud Agraria.
La juventud en el sector agrario tiene sus especificidades. En primer lugar, si en los demás sectores se consideran jóvenes los menores de 31, en el sector agrario se consideran los menores de 41. Tal es la falta de relevo generacional. Así, el estudio cifra en 20.138 el número de jóvenes que trabaja en el campo en Castilla y León, de los que 17.060 son hombres y 3.108, mujeres. Hay que tener en cuanta que los datos están extraídos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2021.
El número supone un 7,14% del total de jóvenes que trabajan en el campo en España, un total de 282.199 (218.796 hombres y 63.403 mujeres). La Comunidad ocupa el cuarto lugar en número de jóvenes agricultores y/o ganaderos, por detrás de Andalucía (114.799), Murcia (29.696) y Cataluña (20.138).
Algunas de las principales conclusiones del estudio son que Castilla y León es líder en superficie por explotación también cuando las gestionan los jóvenes, con una media de Superficie Agraria Útil (SAU) de 95,1 hectáreas, cuando la media general son 63 (una extensión también líder en España). La cifra es muy superior a la del conjunto nacional, con una media de 40,1 hectáreas cuando se trata de explotaciones regidas por jóvenes y de 26,4 si no se tiene en cuenta la edad.
Tras Castilla y León, las mayores SAU media, cuando se trata de explotaciones con tierras, gestionadas por jóvenes, aparecen en Aragón, con 87 hectáreas y Extremadura, con 72,5. En el otro lado de la moneda, Canarias, con 5,5 y Comunidad Valenciana, con 12,8, son las de menor superficie.
En cuanto al número de jóvenes que son jefes de explotación, Castilla y León ocupa el tercer lugar de España, con un total de 5.963, de los que 4.937 son hombres y 1.026 son mujeres. El primer lugar de la tabla lo ocupa de nuevo Andalucía, con 22.100 jóvenes que son titulares y jefes de explotación, y el segundo Castilla-La Mancha con 7.305. El total nacional alcanza los 65.350.
Las preferencias de los agricultores jóvenes, jefes de explotación, de Castilla y León se decantan por los cereales, oleaginosas y leguminosas, actividad a las que se dedica el 46,3% de ellos, el máximo porcentaje de la tabla nacional. Por debajo está Aragón, cuyos jóvenes eligen esos cultivos en un 40,7% y Navarra, con un 39,2. En el conjunto nacional, sin embargo, lo que prefieren los jóvenes jefes de explotación son los cultivos leñosos, producción que elige el 44,6% de ellos.
Le siguen a esos cultivos en Castilla y León la ganadería de herbívoros, con un 28,3% de las explotaciones regidas por jóvenes, y los cultivos leñosos, a los que se dedica el 12,7%. Les siguen en la estadística la ganadería de granívoros (5,1%), cultivos y ganadería (3,5%), policultivos (2,2%), ganadería mixta (0,7), y horticultura y explotaciones no clasificadas, con el 0,6% ambas.
Es mayor la preferencia de los jóvenes de Castilla y León por explotaciones ganaderas respecto al conjunto de todas las edades, ya que el 41,9% de ellos se decanta por ellas frente al 28% de la media. La tendencia está muy por encima de la media nacional, donde es el 29,5% de los jóvenes los que las eligen, mientras el global solo alcanza el 19,7%. Aun así, siete comunidades ganan a Castilla y León en preferencia por la ganadería, encabezadas por Asturias, donde el 92,9% las elige; Cantabria, con el 91,8%; Galicia, con el 79,2% y País Vasco, con el 68,8.
La situación laboral de los jóvenes agricultores y ganaderos de Castilla y León es más profesional que la media nacional, con el 42,1% de empresarios con o sin asalariados, mientras el 53% son asalariados y el 3,9% está dado de alta en situación de ayuda familiar. En la media nacional los números son buen distintos con el 19,8%, 77,3% y 2,6%, respectivamente.
Asalariados
La situación es la inversa en Baleares, Murcia o Andalucía, donde el 93,2%, 92,3% y 85,2% de los jóvenes dedicados al campo son asalariados. Aun así, cinco autonomías presentan mayor porcentaje de empresarios con y sin asalariados que Castilla y León. Se trata de Cantabria, con el 83,4%, Asturias, con el 74,8%; Madrid, con el 63,1% y Galicia, con el 44,9%.
También se detiene el informe en examinar la nacionalidad de los asalariados jóvenes dedicados a la agricultura y la ganadería. Así, determina que el 59,1% de ellos son de nacionalidad española, de lo que se deduce que el 40,9% restante son extranjeros. Los jóvenes suponen el 41,3% del total de asalariados en las nueve provincias, de los que el 88,6% son hombres.
Si en lugar de asalariados se habla de ocupados en general, los jóvenes suponen el 30,8% de los ocupados en el campo, de los que el 84,6% son hombres y el 15,4% mujeres. Respecto a la nacionalidad, cuando no se habla de asalariados sino de ocupados en el campo, el estudio concluye que en Castilla y León el 77,4% son de nacionalidad española, el 22% son extranjeros y el 0,6% restante tiene doble nacionalidad. La media española alcanza el 64,3% de españoles, el 31,5% de extranjeros y el 4,2% de doble nacionalidad.
La cuantía media de las ayudas directas por rango de edad es de 5.097 euros en la Comunidad en la media general. Por tramos, los de edades entre 16 y 24 años recibieron 13.195,7 euros; los de 24 a 40 años, 9.991,4 euros, los de 41 a 64 años, 5.672,4 y los de 65 años o más un total de 3.377 euros. En el caso de los jóvenes, la cuantía fue superior a la media española (12.287€ a los de 16 a 24 años y 9.814 a los de 25 a 40).
El estudio elaborado por el Mapa cuantifica también la participación de los jóvenes en cooperativas, también con dados referidos al ejercicio 2021. Castilla y León destaca en el tercer lugar entre los de mayor participación de los jóvenes en los consejos rectores, con un 11%, puesto y porcentaje que comparte con Extremadura, Galicia y Aragón. En el primer puesto está País Vasco, con el 7%, y el segundo puesto lo comparten Baleares y La Rioja, con el 15%.
La media nacional de la participación de jóvenes en los consejos rectores de las cooperativas agroalimentarias solo alcanza el 8,3%, los que ocupan la presidencia son el 4,4% y los que ocupan puestos de dirección el 6,3%. En Castilla y León, al dato de participación del 11% en consejos rectores acompañan los del 1% en la presidencia y el 8% en puestos de dirección.
Por otro lado, según analizó en un encuentro el Mapa hace pocas jornadas, «la juventud agraria española valora, de manera consensuada, la necesidad de introducir nuevas tecnologías e innovar para que sus explotaciones sean viables en el futuro, según uno de los dos estudios de diagnóstico sobre el sector agrario elaborado por el Mapa, Diagnóstico de la juventud agraria y Diagnóstico de la mano de obra agraria con perspectiva de género», aseguró en una nota de prensa.
«Los resultados obtenidos permiten cuantificar las diferencias todavía hoy existentes entre los jóvenes que trabajan en el sector agroalimentario, así como entre hombres y mujeres, con especificidades dentro de la población activa entre la mano de obra asalariada, la ayuda familiar, el empresariado y la población desempleada», añade.
Desequilibrio
El Diagnóstico de la juventud agraria pone de relieve que en el sector, en los datos referidos al conjunto nacional, se mantiene un desequilibrio poblacional. En el periodo de estudio, de 2009 a 2021, el número total de ocupados aumentó un 2,9%; pero en ocupados jóvenes descendió casi un 11%. El segmento con menor tasa de ocupación es el de menores de 25 años y las mujeres jóvenes. Sin embargo, la juventud agraria presenta mayor nivel de formación que los mayores de 41 años.
Dentro de la población joven ocupada en el sector agrario, hay una amplia representación de personas con otras nacionalidades. El 35,7% de los ocupados jóvenes en el conjunto de España son extranjeros o con doble nacionalidad, frente al 27,6% de extranjeros en el total de los ocupados agrarios. También destaca que la población ocupada agraria joven está representada mayoritariamente por asalariados, con un fuerte componente temporal en cuanto a las relaciones contractuales. Así, casi el 80% de jóvenes menores de 25 años tiene un contrato temporal.
Además, las explotaciones con jefes jóvenes se concentran en los rangos de Producción Estándar Total (PET) más altos y los jóvenes logran producciones de mayor valor monetario que los jefes de explotación de más edad.
En el caso del Diagnóstico de la mano de obra agraria con perspectiva de género, el estudio pone de manifiesto que las mujeres suponen tan solo el 26,3 % de la población activa agraria, tienen explotaciones más pequeñas (17,9 hectáreas frente a 29,5 ha de las de los hombres), y menos competitivas a nivel económico con PET inferiores (31.137 frente a 57.004 euros). También señala que continúa la brecha salarial en el sector, ya que las mujeres cobran una media de seis euros menos al día que los hombres.
El análisis desagrega un gran número de datos por Orientación Técnico-Económica para conocer la situación específica en la que se encuentran las mujeres en cada una de ellas. Es el caso del número de explotaciones, edad de los jefes de explotación, el peso de las mujeres en las diferentes comunidades autónomas, la distribución territorial u otros datos como superficie agrícola utilizada (SAU) o producción estándar.
Las investigaciones, basadas en 800 encuestas ad hoc y fuentes estadísticas disponibles, radiografían con visión sociodemográfica y económica la realidad de las mujeres y la juventud en el sector agrario. Los análisis suponen un hito más en la apuesta que hace el ministerio en su hoja de ruta a favor del relevo generacional.
Por otro lado, la Administración autonómica coloca a Castilla y León como referente nacional en la promoción del relevo generacional del sector agrario.
El director general de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Jorge Izquierdo, reafirmó recientemente, en el marco de una jornada, el papel de la Comunidad como «referente nacional» en el impulso del relevo generacional en el sector agrario, «gracias a un conjunto de medidas integrales que combinan formación, digitalización, ayudas directas e innovación tecnológica».
Profesionalización
Izquierdo incidió en que Castilla y León, «que representa el 20% de la superficie agraria nacional, cuenta con un sector especialmente profesionalizado y recibe más del 20% de los fondos PAC a pesar de suponer el 10% de las solicitudes, ha asumido con decisión el reto de rejuvenecer el campo».
«Contamos con agricultores y ganaderos con experiencia, que invierten, innovan y hacen de su profesión un modo de vida. Nuestro compromiso es facilitar que esa experiencia se transmita a las nuevas generaciones», añadió.
Como ejemplos concretos de este compromiso, el director se refirió, en primer lugar, a las líneas de ayudas. Recordó que la Junta de Castilla y León fue la primera administración autonómica en convocar las destinadas a promocionar la sucesión de explotaciones agrarias, «una medida que ha permitido ya el relevo efectivo de 180 explotaciones, movilizando más de 15.000 hectáreas», además de haber resuelto más de 1.500 expedientes de incorporación de jóvenes en los últimos tres años y modernizado cerca de 4.000 explotaciones.
En segundo lugar, reseñó las iniciativas ubicadas en el ámbito de la innovación. Para ello hizo referencia a la puesta en marcha del novedoso programa Extensión Agraria Digital, «que adapta al siglo XXI la filosofía de los antiguos Servicios de Extensión Agraria (SEA), promoviendo herramientas digitales, redes de datos y formación tecnológica para hacer la digitalización accesible a todo el sector», agregó.
Y, en tercer lugar, el director se refirió al ámbito formativo. Más en concreto a la Estrategia de Impulso Tecnológico a la Formación Agraria, que incluye la formación reglada impartida en los ocho Centros Integrados de Formación Profesional Agraria (CIFPA), dependientes de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, donde se forman más de 700 alumnos.
Una oferta de cursos específicos, que cuenta con la participación de cerca de 10.000 alumnos al año. Y los denominados Cursos de Incorporación a la Empresa Agraria (CIEA), por los que pasa alrededor de un millar de jóvenes al año, «con el objetivo de alcanzar la formación mínima para acceder a algunas de las ayudas previstas en la PAC», apuntó.
«El relevo generacional es uno de los ejes estratégicos de la política agraria de la Junta. Apostamos por un modelo basado en la sostenibilidad, la rentabilidad y la competitividad. Con un enfoque integral que combina tradición, modernización y oportunidades reales para los jóvenes, que juegan un papel protagonista», concluyó el director general de Desarrollo Rural.