BURGOS
«La poda en seco ha estado muy concentrada y ha sido difícil encontrar personal»
El ingeniero técnico Óscar de Pablo trabaja en la asesoría enológica RBI

Óscar de Pablo en uno de los viñedos que gestiona.
Tras un invierno inusualmente húmedo y un inicio de primavera marcado por altas precipitaciones y temperaturas suaves, las labores del campo se complican. «Con la poda en seco, hemos tenido este año un problema porque se ha concentrado mucho en el tiempo y ha sido difícil encontrar trabajadores», explica Óscar de Pablo, técnico de la asesoría Red Bottle International (RBI). De Pablo gestiona con RBI unas 50 hectáreas en Rueda y unas 300 en Ribera del Duero.
La poda en seco suele iniciarse una vez finalizado el ciclo vegetativo de la vid, es decir, cuando la planta ha perdido completamente sus hojas y ha entrado en reposo invernal. «Esperamos hasta después de Navidades, una vez que la hoja ha caído y se han enviado las reservas a la raíz y tronco de la cepa. Es importante respetar ese descanso porque si podas con hojas, parte de los nutrientes todavía no se han redistribuido a las reservas del tronco y las raíces, y estás quitando recursos que la planta necesita para brotar con fuerza en la siguiente primavera», explica el técnico.
En Ribera, la poda en su caso comenzó a finales de febrero. «Hemos tenido que esperar porque no es recomendable podar con temperaturas bajo cero, porque el corte en el pulgar puede rajarlo si hace mucho frío», advierte. En las parcelas más jóvenes, esperó aún más, hasta finales de marzo e incluso principios de abril. «Como las cepas jóvenes brotan antes que las viejas, si las podas pronto, adelantas la brotación y corres el riesgo de que una helada tardía te lo arruine todo».

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Desafíos
La meteorología ha jugado, sin duda, un papel decisivo esta campaña. «Además de las heladas, marzo vino muy lluvioso y tampoco es conveniente podar con lluvia, y cuando salió el sol, no podías esperar demasiado porque si la viña ya ha brotado, la poda pierde eficacia y puedes debilitar la planta», explica.
A esta limitación se suman los desafíos mecánicos: «El tractor para prepodar pesa mucho, y con el suelo encharcado no se podía entrar. Eso ha retrasado también la poda manual posterior». En términos de formación, los sistemas varían según la zona y la variedad. En Rueda, el verdejo, señala, se poda en doble Guyot, dejando una vara y un pulgar a cada lado.
«La vara productiva se renueva todos los años, y las yemas de los extremos son las más fértiles», comenta. En Ribera del Duero, sin embargo, donde predomina el Tempranillo, el sistema más habitual es la formación en vaso o en espaldera con doble cordón Royat, utilizando poda a pulgar. «En esta variedad es al revés: las yemas más próximas al tronco son las más productivas».
Aunque las lluvias siempre son bienvenidas en el campo, el exceso de humedad abre la puerta a posibles enfermedades como Mildiu y Oidio. «En Ribera del Duero no preocupa demasiado porque el viñedo está menos desarrollado, pero en Rueda, que va más avanzado, hay que vigilar muy de cerca. Por suerte, ha habido días de calor y viento que han ayudado a orear, pero con las tormentas previstas, el riesgo va a ir en aumento».

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Buenas expectativas de cosecha
Pese a las complicaciones, las expectativas de cosecha son positivas. «Creo que, gracias a todo lo que ha llovido, deberíamos tener una buena cosecha, pero como siempre en el campo, hay que esperar y rezar casi para que no haya heladas en mayo, porque como dicen, hay riesgo hasta San Isidro, y luego que el verano respete en cuanto a tormentas con granizo, pero por ahora las expectativas son grandes», augura De Pablo.
Desde Red Bottle International, además de la gestión de parcelas, desarrollan operaciones de compra y venta de uva, análisis del estado del viñedo y seguimiento de la madurez. «Con el cambio climático, los inviernos son más cortos y menos extremos y los otoños, más suaves, y todo eso hace que la vid brote antes y se acelere todo el proceso. Solo hay que analizar las últimas fechas de vendimias. Si antes lo normal era generalizar la recogida en el puente del Pilar, sobre el 12 de octubre, ahora muchas parcelas se recogen la última semana de septiembre».