Diario de Castilla y León

SORIA

El almendro se expande en diez años alentado por el precio de su fruto

Ya se superan las 5.500 hectáreas en Castilla y León, con rendimientos en regadío que rondan los 1.800 kilos por hectárea

Los almendros en la provincia de Soria ya tienen el fruto del tamaño de una aceitunaHDS

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En escasos diez años el almendro se ha expandido a lo largo y ancho de Castilla y León alentado por los interesantes precios de su fruto, que se comercializa sobre todo en natural, que en las últimas semanas alguna de las variedades ha alcanzado los 5,9 euros el kilo (aunque en años anteriores casi llegó a los 8 euros el kilo). Un frutal que ha despegado principalmente en regadío y ha llegado a triplicar la superficie que había hace una década. También el cambio climático y las temperaturas más suaves con heladas menos agresivas han tenido que ver.

Lo cierto es que el sector agrícola en la Comunidad ha encontrado en los últimos años una posibilidad de futuro en el almendro, de cara a mejorar los rendimientos productivos y económicos de los cultivos de extensivo tradicionales, más asentados pero con precios bajos y estáticos en la última década, lo que ha motivado que la superficie se duplique en Castilla y León, pasando de las 1.420 hectáreas en el año 2015 a las 5.560 de 2024, último dato disponible las estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a partir de las cifras de la PAC. 

El alto valor de mercado de este fruto seco en los últimos años ha sido el principal impulsor. No obstante, los rendimientos son interesantes en regadío, con una media en Castilla y León que supera los 1.800 kilos por hectárea, dado que en las explotaciones de secano son muy bajos, de unos 400 kilos por hectárea de media.

De ahí que el apoyo con riego sea fundamental para asegurar producciones. De hecho, ya casi la mitad de la superficie es en regadío, 2.315 hectáreas. Y hay explotaciones que llegan a alcanzar hasta los 3.000 kilos, como ocurre con las de Segovia.

El cultivo del almendro en la provincia de Soria tiene tradición en Valverde de Ágreda, a 800 metros de altura. También en Deza y Cihuela. Y en los últimos años también hay explotaciones en la zona de Almaluez. Tampoco es un cultivo nuevo en Castilla y León, donde está incorporado desde hace más de 100 años, aunque de manera muy localizada en zonas como los Arribes del Duero, en Salamanca, o el Bierzo en León. Sí se ha implantado en provincias como Valladolid, donde ha crecido exponencialmente y supera las 1.300 hectáreas, o en Zamora, con más de 700 hectáreas.

De hecho, son junto con Salamanca, que tiene más de 800 hectáreas, las provincias con mayor superficie de almendros. Pero es Valladolid la que lidera de lejos las hectáreas en regadío, con más de un millar. El resto no llegan ni al centenar. No helar en mayo y no tener granizo en verano son los requisitos imprescindibles para garantizar una cosecha plena.

Es un cultivo español 100% propio de zonas áridas y semiáridas en las que compite en rentabilidad con los cereales porque aprovecha suelos peores y en pendiente. No obstante, no es una alternativa para aplicar en toda la provincia, pero sí en las zonas del Jalón, el Queiles, las rayanas con Aragón. En la zona de Valverde hay una veintena de agricultores que se agrupan en cooperativas y venden en Reus, la cuna del almendro, o a mayoristas. 

Es un cultivo que tiene muy clara la vocación de suelo y de altitudes. Ahí tiene su hueco. Pero necesita otra tecnología y otra dedicación. Las infraestructuras con riego son fundamentales para asegurar producciones y con la futura concentración parcelaria de Ágreda y Valverde se abre esta posibilidad.

Es más, ya hay una empresa creada, Almendras del Moncayo, que fundó hace unos meses Jesús López Cacho, dedicada a comercializar almendra natural que se produce en esta zona de la provincia porque hay un clima más parecido al de la ribera del Ebro que al de del Duero, lo que permite cultivar productos de regadío y frutales.

Este agricultor de Valverde de Ágreda lleva toda la vida con la almendra y decidió dar el salto para iniciar la comercialización del producto con el objetivo de evitar intermediarios que se quedan con los márgenes. Él cuenta con una plantación de 12 hectáreas que producen unos 20.000 kilos.

Pero este año Jesús asegura que la campaña va mal, por las heladas tardías y un exceso de precipitaciones malogrando unas buenas perspectivas con la floración pero que ahora que el fruto está creciendo, y ya tiene el tamaño de una aceituna, ya se ve que probablemente mermarán la producción en un 70%, se teme este agricultor.

En positivo espera que la poca cosecha de almendras que obtenga la pueda sacar al mercado de forma directa a través de su marca. Porque cuando tiene mucha producción también se vende a mayoristas. La utilización de variedades y patrones con capacidad de adaptación hacen que las posibilidades de plantación sean mucho mayores en una región tan extensa como Castilla y León. 

Las de floración temprana no son adecuadas, debido a los condicionantes climáticos de la Comunidad. Las mejores variedades son las de floración tardía para evitar las heladas primaverales (Vayro, Lauranne, Constantí, u otras) o extratardía (Penta, Mardía o Tardona).

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