Diario de Castilla y León

DESASTRE

La plaga de conejos causará más de 6 millones de pérdidas en Burgos

COSECHAS ARRASADAS Dan por perdida la siembra de fin de año, de la que no se ve ni rastro cuando debería tener ya tallos de 10 centímetros, «y también la segunda de este año pues el animal sigue ahí»

Estado de dos parcelas cercanas y plantadas el mismo día en las que no han entrado los conejos y aquéllas devastadas por ellos. / ECB

Estado de dos parcelas cercanas y plantadas el mismo día en las que no han entrado los conejos y aquéllas devastadas por ellos. / ECB

Publicado por
M.M.
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Si bien los agricultores de toda la región siguen con la mirada puesta en sus campos -ya que muchos no se resignaron a verlos vacíos y realizaron una segunda siembra con el inicio del año-, desde Asaja Burgos cifran ya en más de 3 millones de euros las pérdidas que hasta ahora ha causado sólo en esta provincia la plaga de conejos que sufre. Pérdidas ya patentes al corresponder a las cosechas que deberían tener sus tallos con 8 u 10 centímetros de altura tras la primera siembra de noviembre y que sin embargo están totalmente arrasadas. 

«Cifra a las que se sumarán otros 3 millones en cuando llegue principios de verano y comience a brotar esta segunda siembra, ya que con el buen tiempo primaveral los conejos se reproducen siendo unos 12 ejemplares los que tiene una hembra de conejo cada 21 días, lo que hace imposible luchar con ellos», advierte el responsable de Asaja Burgos Esteban Martínez , quien no tiene más que volver la vista hacia sus parcelas para hablar con conocimiento de causa, y una larga experiencia que le permite hacer rápidamente el cálculo de pérdida. 

En ellas puede verse claramente la zona arrasada por los conejos que llevan años atacando los cultivos, «mientras que al otro lado puede verse la semilla ya creciendo al no haber pasado por ella, dando dos imágenes distintas de parcelas sembradas el mismo día». 

Cifra así en unas 4.000 hectáreas las afectadas ya en la provincia, a las que rechaza que se les reste importancia, «pues si bien es verdad que son una pequeña parte de las más de 25.000 de cereal que tiene toda la región, tras ellas hay familias con apenas 20 hectáreas que los conejos han arrasado completamente dejándoles con ello en la ruina», defiende categórico.

Daños visibles en 4.000 hectáreas que, como continúa, habitualmente pueden dar cada una de ellas 4.000 kilos de cereal lográndose en total unos 16 millones de kilos de éste, «que pagados a unas 30 pesetas -pues son muchos los que siguen calculando así lo que van a pagarnos a los agricultores, comenta-, totalizan unos 480 millones de pesetas que en euros rondan esos 3 millones de euros que ya se han perdido en la primera siembra», cifra. 

Y todo ello a sabiendas de que aún no ha acabado el problema, «pues cuando acaban con una zona se van a otra , sobre todo al ser cada vez mayor el número de ejemplares que hay por esa rápida gestación, lo que hace imposible acabar con ellos si no se toman medidas desde todos los frentes y urgentes», insiste.

Recuerda que, de hecho, durante sus recientes reuniones con subdelegados de Gobierno y delegados regionales en las diferentes provincias, los miembros de Asaja presentes en ellas propusieron que las diferentes administraciones, como pueden ser ayuntamientos, comunidades autónomas, Diputaciones y Estado, dediquen algunas partidas económicas anuales a pequeñas intervenciones a lo largo del año. «Con el fin de evitar que la presencia de estos animales sea incontrolable como sucede desde hace años y dé lugar a una devastadora plaga como la actual», remarca. Entidades públicas a las que sumar aportaciones desde los cotos o los montes comunales, «llevando así a cabo actuaciones de control coordinadas ».

Y es que como reitera, los principales perjudicados «son siempre los agricultores cuando a menudos son Adif o Fomento con sus terraplenes bajo las vías o carreteras las que dan cobijo a estos animales, a los que hemos pedido que los mallen para evitar que entren o que salgan los que están ya dentro», recuerda.

«Porque son espacios no cinegéticos en los que no pueden entrar los cazadores, por mucho que se haya dado a éstos permisos especiales para la caza de estos animales, quienes de todas formas no dan abasto para acabar con ellos», explica.

De ahí que insista en que se logre un acuerdo en cómo actuar y todos tomen cartas en el asunto, en lugar de empeñarse en pasarse la pelota de unos a otros. Afirma que evidentemente «no se trata de acabar con la especie, con la que el agricultor lleva conviviendo y dando de comer desde hace décadas», sino de controlar un grave problema y de forma responsable y eficaz», solicita.

«Y por favor, déjense de bromas como la de proponer que el conejo y el jabalí sean especies protegidas como si fueran a extinguirse, cuando ambas pueden verse campar a sus anchas hasta en las ciudades...».

tracking