Diario de Castilla y León

VILLAMANÍN

La maestra leonesa que 'dio a luz' al primer ebook

Ángela Ruiz Robles patentó el primer proyecto de enciclopedia mecánica en el año 1949, un precursor de lo que en la actualidad es el libro electrónico / El 7 de octubre cumplió 75 años la firma de la primera patente

Ángela Ruiz Robles con la enciclopedia mecánica.

Ángela Ruiz Robles con la enciclopedia mecánica.E.M.

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León

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El libro electrónico tiene raíces leonesas. Y es que aunque lo que hoy conocemos como ebook no comenzó a fabricarse hasta el año 1971 de la mano de Michael Hart y su Proyecto Gutemberg, fue nada más y nada menos una maestra leonesa quien caminó los primeros pasos para que, unos años después, otros pudieran correr. Su nombre no es otro que Ángela Ruiz Robles, quien patentó la enciclopedia mecánica en el año 1949. 

Como maestra y educadora, una de las tantas aspiraciones que tenía doña Angelita, como se le conocía popularmente, era la de facilitar la formación de sus alumnos y, por ello, quiso dar un paso más en la evolución de la educación tradicional, que en aquel momento tenía una gran carga memorística, hacia un sistema interactivo en el que razón y conocimiento pudieran complementarse. Así que, a finales de los años cuarenta del siglo XX, desarrolló la primera propuesta de enciclopedia mecánica, un formato calificado por ella misma como 'ideovisual' e interactivo que incluía textos con ideas relacionadas, lo que hoy conocemos como hiperenlaces.

La enciclopedia mecánica, antecesora del ebook, era un elemento que estaba dividido en dos partes que se abrían y se cerraban como un libro al uso. En el lado izquierdo se podían observar abecedarios automáticos para crear sílabas, palabras o pequeñas frases a través de pulsadores mecánicos. Estos accionaban un mecanismo que constaba de unos trinquetes y pequeñas ruedas de dientes de sierra que, a su vez, movían una rueda con el abecedario completo que giraba mostrándose en una pequeña ventana. En el lado derecho había un par de cilindros en partes opuestas. Uno de ellos contaba con una bobina desplegable en vertical con la asignatura y sus lecciones divididas en láminas que se podían desplazar de forma manual o mecánica de un cilindro a otro. Cada asignatura estaba vinculada a una bobina y eran intercambiables. Además, la luz y los sonidos también jugaron un papel fundamental en la elaboración del prototipo, ya que Robles consideraba fundamental que se pudiera utilizar durante la noche (impartía clases nocturnas gratis a trabajadores y personas con pocos recursos en una academia de su propiedad).

Para Raquel Poy Castro, doctora por la Universidad de León y profesora del área de Teoría e Historia de la Educación, la figura de Ángela Ruiz Robles (declaraciones pendientes de enviar) "es un modelo ejemplar de la formación recibida en la Escuela Normal de Maestras de León". La académica, en un escrito remitido a este medio, señala el impacto que tuvo la maestra leonesa también en las enseñanzas pedagógicas en las escuelas normales de la región.

"Desde su etapa formativa, Ángela estaba acostumbrada a desarrollar una enseñanza amparada en los nuevos planteamientos pedagógicos que enfatizaban la aplicabilidad de los conocimientos adquiridos, el interés de los niños y niñas por aprender y el desarrollo de la creatividad para resolver problemas de su entorno próximo".

Durante el último año en el que Ángela cursó sus estudios en la escuela (1914 - 1915), pudo cursar, con carácter voluntario, las enseñanzas de mecanografía como la taquigrafía y contabilidad mercantil. Sin embargo, en aquel momento, la escuela no contaba con ninguna máquina de escribir y el presupuesto con el contaba el centro en aquel momento (995,28 pesetas) era inferior al coste de la herramienta (1.125 pesetas), por lo que tuvieron que pagarla a plazos, según indica Poy Castro.

"Esto demuestra la clara implicación de la Escuela Normal de Maestras de León para disponer de los recursos materiales que permitiesen poner en práctica y experimentar lo aprendido. De hecho, también la escuela hace diferentes compras de material experimental para poder disponer de un laboratorio". Además, añade, "el haber cursado esta asignatura le permitió adquirir los conocimientos que posteriormente cristalizarían en sus múltiples iniciativas emprendedoras, y la profundización de la aplicación técnica y práctica al desarrollo de la lectura y la escritura, aspecto fundamental en sus futuros inventos".

Imagen de la enciclopedia mecánica patentada por Ángela Ruiz Robles.

Imagen de la enciclopedia mecánica patentada por Ángela Ruiz Robles.FUNDACIÓN TELEFÓNICA

Las prestaciones y el diseño que tenía el invento, salvando las distancias, están ligados con las tablets, ipads y ebooks de la actualidad. La inventora pretendía resolver los problemas de las enciclopedias escolares, como su gran volumen o los desequilibrios en extensión y comprensibilidad de los textos que las convertían en productos caros, poco prácticos y sin unidad como libro. El instrumento contenía rasgos dinámicos e interactivos mucho antes que el nacimiento de la tecnología informática, como la inclusión de superficies donde realizar anotaciones y borrar lo escrito, además de elementos sustituibles con los que configurar el invento según las circunstancias culturales del momento. Por todo ello, Ángela está considerada como la primera precursora antes que Michael Hart, Francos Crugnola e Isabella Rigamonti o Zahur Klemath Zapata.

Ruiz Robles, natural de Villamanín, nació el 28 de marzo de 1895 y pasó una parte de su vida como profesora en un colegio en la aldea gallega de Santa Uxía de Mandiá, cercana a Ferrol. Leonesa de nacimiento y gallega adoptiva, Robles cursó sus estudios superiores en la Escuela de Magisterio de León, donde también dio clases de mecanografía, taquigrafía y contabilidad mercantil en los años 1915 y 1916.

Según la académica Poy Castro, "la formación recibida en la Escuela de Maestras de León desde 1911 a 1915 hace gala de que las personas somos para siempre herederas de aquellos primeros pasos que nos enseñaron a ver el mundo". Para ella, "no cabe duda que la amplia mirada con la que aprendió a contemplar el mundo educativo impregnó para siempre su camino. Es un ejemplo de la importancia para la sociedad en general, y la leonesa en particular, de la importancia de una educación de calidad, pues el futuro de la sociedad está en las manos de los educadores, y León ha ofrecido y lo sigue haciendo una formación ejemplar en el campo del magisterio".

Hasta 1918, fue profesora y directora en la Escuela de La Pola de Gordón, pero posteriormente se trasladó a Ferrol hasta 1928, donde obtuvo una plaza de maestra. Sus logros y méritos le granjearon su primera distinción en el año 1925 por "su dedicación y atención desinteresada". De la Escuela de La Pola de Gordón pasó a la Escuela Nacional de Niñas del Hospicio, donde realizó labores de gerente desde 1934. Ese mismo año, la Comisión Depuradora del Magisterio de La Coruña abrió un expediente disciplinario a Ruiz Robles por unas sospechas surgidas de una suscripción de 50 céntimos mensuales que hizo a favor de un fondo de ayuda a las familias de los maestros presos a causa de la Revolución de Asturias. Aunque el expediente terminó archivado en el año 1941 sin que llegara a ser sancionada. En este centro pasó unos años hasta que se trasladó a la Escuela Obrera gratuita (1945) y al Colegio Ibáñez Martín (1948) donde, en éste último, llegó al cargo de directora hasta su jubilación. Allí impartió ortografía, gramática, mecanografía y taquigrafía.

Además, en el año 1945 también erigió la Academia 'Elmaca', llamada así por las iniciales de los nombres de sus hijas. La academia se encontraba en el propio domicilio de la maestra y en ella se formaban jóvenes que se encontraban sin empleo por la posguerra con el fin de formarles profesionalmente o de ayudarles a preparar exámenes de oposiciones o de ingreso a escuelas superiores. Este centro ocupó un lugar social muy activo en la vida de Ferrol, ya que allí se leía, a personas que no sabían hacerlo, misivas de sus familiares emigrados, se hacían tertulias variadas, se contemplaban procesiones o se organizaba la distribución de alimentos. Estas labores favorecieron que, en el año 1947, Ángela recibiese la Cruz de Alfonso X el Sabio.

Ángela Ruiz Robles con alumnas del colegio Ibáñez Martín.

Ángela Ruiz Robles con alumnas del colegio Ibáñez Martín.Historia de la Propiedad Industrial

Mientras compaginaba sus labores como maestra y directora, también sacó tiempo para escribir dieciséis libros, entre los que destacan 'El primer atlas gramatical del idioma español', 'Compendio de ortografía castellana', 'Ortografía castellana', 'Taquigrafía martiniana abreviada moderna' o 'Extracto taquigráfico rápido'. Sumado a ello, impartió diversas conferencias y clases a opositores de aduanas, telégrafos, correos y estudiantes de altos estudios mercantiles en una academia de su propiedad a la que llamó Elmaca. 

Previamente a patentar la enciclopedia mecánica, también realizó un proyecto de un atlas científico-gramatical para poder dar a conocer España a través de la morfología, gramática, sintaxis y ortografía. No fue hasta el año 1949 cuando elaboró la primera propuesta de la citada enciclopedia que patentó el 7 de diciembre de ese mismo año con el número 190.698. No obstante, el prototipo no se llevó a cabo hasta el año 1962 en el Parque de Artillería de Ferrol y las labores fueron dirigidas por la propia Ángela. En aquel momento, volvió a registrarlo bajo la patente número 276.346 y era una simplificación del proyecto original, ya que eliminó los sistemas mecánicos de pulsación, la iluminación y el diseño anterior de la división en dos partes móviles. 

Este nuevo ejemplar estaba diferenciado en dos espacios, uno dedicado al aprendizaje de conocimientos elementales como la escritura, la lectura o las matemáticas, y otro enfocado al estudio de asignaturas, que en este caso estaban dispuestas en tres pequeñas bobinas desplegables horizontalmente a mano y que se desplazaban del mismo modo detrás de una pantalla transparente. La novedad respecto al diseño anterior era la introducción de sonidos grabados y compartimentos para guardar material escolar e instrumentos científicos.

"Hago inventos para aliviar la educación y que con el mínimo esfuerzo se pueda adquirir el máximo conocimiento"Ángela Ruiz Robles

En el año 1970, Ángela recibió una propuesta para exportar la enciclopedia mecánica a Estados Unidos, sin embargo, la leonesa decidió rechazarla porque quería que los usuarios fueran únicamente los españoles. El Instituto Técnico de Especialistas en Mecánica Aplicada, S. A. (ITEMASA) se interesó por el inventó un año después y elaboró un plan de viabilidad que preveía la fabricación de 10.000 ejemplares en acero y plástico, cada uno con un peso de 150 gramos y a un precio entre 50 y 75 pesetas. Pero la cantidad de dinero que debía desembolsar Robles (100.000 pesetas) excedía sus posibilidades. 

Pese a los intentos de convertir en realidad su tan preciado invento, la maestra falleció el 27 de octubre de 1975 sin conseguir que la industria lo llevase a cabo. No obstante, su ardua labor fue ampliamente reconocida con numerosos galardones tales como: la Medalla de Oro y Diploma en la Exposición Nacional de Inventores (1952), Lazo de la Orden de Alfonso X el Sabio (1956), Óscar a la Invención en la Feria de Zaragoza (1957), Medallas de Bronce (1957 y 1958) y de Plata (1963) en la Exposición Internacional de Inventores de Bruselas, Medallas de la Exposición Iberoamericana de Sevilla (1964), del Salón Internacional de Inventores de Ginebra (1970) y del Salón de la Inventiva de Madrid (1970). También fue designada gestora delegada de la Agrupación Sindical de Inventores Españoles (1959) y jefa provincial de la Federación Politécnica Científica de Inventiva Internacional (1973).  

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