Diario de Castilla y León

LEÓN

“Me decía que me iba a rajar y nos insultábamos”, afirma el acusado de matar a golpes a un vecino en León

La acusación particular reclama una pena de 25 años por asesinato

Audiencia Provincial de León. Imagen Archivo.- E. M.

Audiencia Provincial de León, en una imagen de archivo.- ICAL

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Redacción
Valladolid

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“Si le hubiera dado una torta, se hubiera acabado el problema. Él intentó atacarme con la navaja. Me decía que me iba a rajar como un cerdo y nos insultábamos mutuamente”. Son algunas de las afirmaciones que hizo hoy el acusado de matar a golpes, en mayo de 2020, a un vecino de la localidad berciana de San Juan de Paluezas, en el municipio de Borrenes.

El acusado, residente en Cacabelos, declaró este lunes en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de León que el fallecido, que estaba haciendo ‘autostop’ en la carretera N-536l, le rompió con una piedra el cristal de la furgoneta en la que viajaba con su nuera, después de que se negase a recogerle para llevarle a Ponferrada.

“Sacó del bolsillo derecho una navaja. Estaba la adrenalina a tope. En esos momentos no se puede pensar. Quería reducirle y en el momento en que resbaló le di unos golpes. Yo tenía intención de retenerlo hasta que llegase la Guardia Civil”, manifestó en respuesta a preguntas de la fiscal.

La acusación particular solicita una pena de 25 años, al estimar que los hechos deben calificarse como un asesinato y dar por probado que tuvo intención de provocar la muerte a la víctima, en contra de lo que sostiene la defensa, que considera que lo ocurrido no puede ser considerado nada más que un homicidio imprudente, informa Ical.

El letrado que representa al acusado atribuyó a la mala fortuna el resultado del incidente y lamentó que “se le quiera presentar como una máquina de matar, como un asesino en serie”, en alusión a sus antecedentes penales, a sentencias condenatorias previas que pesan sobre él y a su complexión física.

“Lo que ha habido aquí es una mala suerte. No quiso, no tuvo intención ninguna de causar la muerte de esta persona. Se calentó, pero no tenía voluntad de matar”, subrayó y su cliente. “Nunca sospeché que esta persona iba a fallecer. En ningún momento. Estaba esperando impaciente que llegara la ambulancia”, afirmó el acusado y reconoció únicamente que le había propinado algún golpe y patada mientras el otro utilizó una especie de palo, además de insistir en que reclamó la presencia de la Guardia Civil y del 1-1-2 para que le atendieran en cuanto vio que sangraba por la boca. 

En su declaración también quiso pedir perdón a la familia del fallecido. “Esto nunca debería haber sucedido; este final tan trágico” subrayó.

La fiscal, que reclama una pena de 15 años de cárcel por homicidio, considera que la “brutalidad” de las agresiones sufridas por la víctima, con varias lesiones externas e internas en distintas zonas de su cuerpo, rotura de costillas, estallido de bazo y otros traumatismos hacían imposible que el resultado de las mismas no fuera la muerte. También aludió a la vulnerabilidad de la víctima -toxicómano en tratamiento y en un estado de embriaguez severa cuando ocurrieron los hechos- e insistió en que de ninguna manera se puede considerar que la muerte fue accidental. 

La acusación particular avanzó que el acusado practicaba el boxeo en Bulgaria, su país natal -lleva 20 residiendo en España-, extremo que él negó antes de reconocerse alcohólico y toxicómano rehabilitado desde hace cinco años. “Mi vida iba muy bien encaminada hasta ese 6 de mayo”, declaró. 

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