Diario de Castilla y León

Archivan la denuncia a Emiliano del cura al que acusó de abusos

El juez desestima los delitos de injurias y calumnias  y hace prevalecer el ejercicio de la libertad de expresión 

Emiliano Álvarez durante un acto de protesta en Astorga.| E.M.

Emiliano Álvarez durante un acto de protesta en Astorga.| E.M.

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G.SANZ | VALLADOLID
Valladolid

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El Juzgado de Instrucción número 5 de León ordenó el sobreseimiento libre y el archivo de la denuncia interpuesta por el religioso Ángel Sánchez Cao a Emiliano Álvarez, el exseminarista que le acusó y denunció ante el Obispado de Astorga y ante los medios de comunicación de haber abusado de él siendo un niño en el Seminario Menor de la Bañeza durante finales de los 70. 

El magistrado entiende que no existen delitos por calumnias ni injurias cometidos con publicidad. El auto expone que los delitos denunciados deben llevar intrínseco «el propósito de atentar al honor y a la fama del ofendido». «Si no  hay una voluntad auténtica de ofender no hay delito y que en el caso de Emiliano el referido ánimo finalista ‘animus difamari’ resulta desplazado por otros que pueden presidir el ejercicio de la libertad de expresión, el ánimo de crítica, de denuncia, de información, de confrontación....», expone. 

El escrito recuerda que en el interés general «el derecho al honor se debilita, proporcionalmente, por el límite externo de las libertades de expresión e información».

El auto expone también que Emiliano Álvarez «no se ha limitado a relatar comportamientos presuntamente delictivos de Ángel Sánchez Cao, sino que los ha denunciado con la intención de que se investiguen en el seno de las instituciones de la Iglesia Católica, con lo que, abstracción hecha de la realidad o no de los hechos denunciados, su intención no puede calificarse como meramente difamatoria». 

Emiliano Álvarez reconoce que nunca dudó de que saldría victorioso de este pulso legal. «Estuve tranquilo desde el primer momento. Más de lo que me ha quitado Sánchez Cao, 30 años de mi vida, no me podía quitar. El único momento en el que me sentí tensionado fue cuando se sentó a dos metros de mí y le vi acusándome», explica el exseminarista. 

«En su momento me decepcionó mucho que tuviera el valor de denunciarme, pero me indignó más que el Obispado de Astorga lo permitiese, sabiendo lo que sabe», concluye. 

La decisión del juez no pondrá punto y final a este proceso. El abogado del religioso, Luis Alberto Díaz Suárez anuncia, en declaraciones a este periódico, que ha recurrido a la Audiencia Provincial.

«Entendemos que hay una injusticia flagrante y no puede quedar así. Creemos que es materia de delito. Respetamos las decisiones de los jueces, pero existe, claramente,  una comisión de hechos de naturaleza delictiva», asegura el letrado, que entiende que la denuncia de su cliente tiene que encontrar respuesta en la vía penal y no en la civil. 

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