Diario de Castilla y León

RAÍZ (DO RIBERA DEL DUERO)

Galerías de arte en la entraña de Roa

Cayetana Santos Martínez de Azcoitia, directora de Raíz de Guzmán, y la enóloga Mapi Melado, en una de las salas de degustación bajo tierra.

Publicado por
Javier Pérez Andrés | El Mundo
Valladolid

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Cayetana está al frente de un proyecto pionero en la Ribera que, décadas después, sigue ocupando un lugar entre las bodegas más novedosas y atractivas para el enoturista en la Ribera burgalesa. Cayetana Santos Martínez de Azcoitia es de origen palentino, como sus padres, fundadores de la bodega. Siempre demostró una inclinación especial por la viña y el vino y, de ahí, que, con su formación en Turismo y Marketing, y tras arrinconar sus estudios de arquitectura, terminara por emplearse a fondo con una bodega moderna y, al mismo tiempo, de las veteranas en el Duero. Cayetana poda, embotella, etiqueta, trasiega, gestiona y dirige una empresa con ocho trabajadores que comercializa 120.000 botellas, de las que exporta un 20%, además de producir 3000 quesos de dos kilos y medio que han recibido numerosas menciones gracias a la publicación del best seller de Telling Room, obra del periodista estadounidense Michael Paterniti, que conoció Páramo de Guzmán y sus quesos hace 24 años. Cayetana se lo curra. «Y además de dirigir un pequeño hotel rural, vendo y salgo a las ferias”, apostilla. Otro acierto ha sido la alianza sólida con la enóloga valenciana Mapi Melado, con años de experiencia en el Duero, los últimos cuatro en la bodega raudense Raíz de Guzmán como directora técnica. Mapi ha conseguido marcar la personalidad sensorial a los tintos de crianza en roble y ha logrado redefinir los aportes primarios de la línea joven, cargados de caudal de fruta y sin tocar duela en su tinto joven de tempranillo. Todo un acierto el del tinto convertido en una simpática ‘boutade’, pues se llama ‘Voy Ole’ y, a pesar de resonancias con una supuesta maceración carbónica con acento galo, es un Ribera expresivo floral y frutal con abundantes notas primarias.

Además, elaboran un rosado muy moderno de la gama de los fresas y dentro de los gustos actuales, ajeno a las líneas provenzales. Recuerdo a finales de los ochenta, cuando cuajaba la idea de establecer una alianza entre el queso de leche de oveja y el tinto de tempranillo del Duero. Así nació Páramo de Guzmán y entró la primera tuneladora para horadar las cavas de maduración bajo tierra que hoy son cavidades atemperadas para criar y afinar vinos y quesos y, al mismo tiempo, por su decoración, galerías de arte y magia en la entraña de Roa. Fueron dos inversores, ‘los Migueles’, empresarios ambos de origen palentino, los que iniciaron un proyecto que mantiene hoy Cayetana, al frente del complejo Raíz de Guzmán, la filosofía de un círculo cerrado para los vinos, el alojamiento, los eventos, el enoturismo y los quesos con una curiosa ubicación privilegiada a corta distancia del edificio del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, que parece un queso gruyere. Hoy, el entramado de galerías bajo tierra es una apacible ruta subterránea de largo recorrido con estancias llenas de creatividad. Cavas donde se afinan los quesos y cavas donde maduran los tintos Raíz de Guzmán. Sorprende el paseo bajo tierra a todos los visitantes por su decoración cargada de luz y color. En el exterior, los jardines y una bellísima panorámica desde la que se contempla la estampa serena de la montaña sagrada de la Ribera del Duero burgalesa, la impresionante silueta de Cuesta Manvirgo.

El emplazamiento del complejo de la bodega hotel y la quesería no puede ser mejor, frente al emblemático cerro y casi a los pies del parque arqueológico de Rauda, que es la actual Roa y donde se interpreta el pasado de un poblado prerromano vacceo. La bodega cuenta con doce hectáreas de viñedo propio que se reparten por los términos municipales de Roa, Pardilla y Moradillo de Roa. No obstante, adquieren uvas a viticultores de la zona de los páramos.

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