CARNAVAL
Don Carnal tiene el mando
Modernidad y tradición conviven en una fiesta que inunda Castilla y León de color y, sobre todo, ganas de celebrar. Destacan, entre decenas de citas de interés, las de La Bañeza, Ciudad Rodrigo y Cebreros

El 'color' de los Carnavales de La Bañeza.
Bajen las máscaras, suba el maquillaje. Llega sin dilación Don Carnal dispuesto, como suele, a tomar el mando por unos días, sabedor de que en estas tierras de invierno riguroso se le espera no tanto como desahogo previo a la Cuaresma (que esa procesión va por dentro), sino como despedida al recogimiento impuesto por la cuesta de enero, y sus réplicas, y por el despiadado termómetro. Ambos fenómenos se ignoran con gozo en la época del año que ya arranca y que en Castilla y León combina con acierto la modernidad más sorprendente con la tradición más arraigada. Mezcladas, sin agitar, ofrecen a propios y extraños un cóctel de citas con atractivo para todos los gustos y carácteres. Anoten, pues, los devotos de la jarana de ayer y hoy las múltiples opciones. Lo difícil será elegir.
La fama precede, no obstante, al programa de algunos enclaves en particular. Destacan así -con declaración oficial de Interés Turístico Nacional- las de La Bañeza, Ciudad Rodrigo y Cebreros. Las razones sobran, pero pasen y vean. Entre el Páramo y la sierra del Teleno se ubica el municipio leonés cuya pasión carnavalesca eclosiona en cinco días repletos de humor, música, diversión y charangas. Disfraces mediante, por supuesto. Tiene su fiesta Musa, que, después de un Viernes Tranquilo, que no lo es tanto, se estrena el sábado en una Noche de Chispas en la que podrá perderse la cabeza pero no el sombrero que hay que portar sí o sí. Citas infantiles, carreras y hasta una Noche bruja salpican un programa que cuenta desfile por día, como mínimo, para quemar la sardina ya el miércoles -será por ceniza- y alargar los fastos hasta un sábado de Piraña, una semana después del arranque, en el que «quemar los últimos cartuchos», según reza su propuesta, de la que da detallada cuenta el portal www.carnavaldelabaneza.com.
Singular por otras razones, aún con el desenfreno como común denominador, es el Carnaval del Toro mirobrigense, rendido como su nombre indica al animal protagonista absoluto de los encierros, las capeas y las corridas que día y noche copan la agenda y desatan el entusiasmo de lugareños y visitantes. El Campanazo, hoy mismo, abre la ronda desde una Plaza Mayor atestada. Son miles los que pañuelo en mano dan la bienvenida así a las carnestolendas más famosas de Salamanca, cuyo contenido se recoge en la web carnavaldeltoro.es.
En su vecina Ávila tienen las de Cebreros esa consideración por ser una cita que -siempre en pie, ajena a «prohibiciones o acontecimientos históricos», por empeño de sus vecinos- transforma esta localidad en escenario de ensueño, «con disfraces que son verdaderas joyas de la costura, de elaboración manual, con excelentes tejidos, diseños y maquillajes», presumen.
Sobresale en su programa -expuesto en carnavaldecebreros.es- el desfile de Carrozas y Comparsas, «máximo exponente de la fiesta», y el baile del Corro o del Rondón, jota típica de Cebreros que se ha de interpretar sin descanso durante un par de horas.
Sesenta kilómetros separan este municipio de Navalosa, que tira de folclore para auparse en el grupo de experiencias recomendadas en Castilla y León gracias la la fiesta de los currumachos, vestidos de manta pinguera con el rostro cubierto y alforjas llenas de paja, que tiene lugar el Domingo Gordo. También tradicional -y vinculada con la muerte y resurrección de una vaquilla, como en el anterior caso- es la Fiesta de la Barrosa del municipio soriano de Abejar, recién declarada de Interés Turístico Regional. Esta celebración, entre mitológica y carnavalesca, protagoniza el martes.
Orgulloso de sus orígenes, aunque haya evolucionado, está el Carnaval de Toro, en Zamora, que abarrota seis días de bailes, desfiles, charangas, murgas, concursos y, cómo no, disfraces por doquier. La galleta reina en el enclave palentino de Aguilar de Campoo también en estas fechas. Protagoniza, de hecho, la celebración por arrebatar el papel a la sardina que en el resto de ubicaciones marca el remate y cierra los pasacalles.
De Burgos, además del programa capitalino con música para todos y el pregón del dúo Fetén Fetén, llama la atención el ancestral Carnaval de Mecerreyes, mascarada con singulares personajes que coincide, el domingo, con la corrida del Gallo.
Valladolid se entregará también al desenfreno con un programa en el que destacan tres batucadas, un concurso de disfraces con chocolatada como complementos al gran desfile.
De todos y para todos será la propuesta de Segovia, donde el papel de las comparsas resulta crucial y da vida a las calles con su «exhibición de libertad creativa», que de eso se trata al fin y al cabo. Siempre ha sido así.
Los saben también en Velilla de la Reina, Alcoba de la Ribera y Ponferrada, en León; en Arcones (Segovia), Navalacruz (Ávila) y Borobia (Soria), otros enclaves con citas señaladas en los que desde hoy Don Carnal manda.
PARA COMER
CIUDAD RODRIGO: Restaurante La Canóniga. Plaza del Obispo Mazarrasa, 1. Teléfono: 652012069
CEBREROS: Restaurante El Castrejón. Calle Los Caños, 10. Teléfono: 91863 0044
NAVALOSA: Restaurante La Escuela. Carretera Venta Del Obispo, 11. Teléfono: 920299352