Diario de Castilla y León

ALMUDENA ALBERCA | PREMIO LA POSADA A LA INICIATIVA ECOLÓGICA

El vino en femenino

Su olfato privilegiado para saber extraer la complejidad que entraña el vino le fue reconocido con el título del Master Of Wine, cuando apenas contaba con 40 años, siendo la primera y única mujer en España en alcanzar este éxito

Almudena cuenta con una amplia formación académica. Realizó los estudios de Ingeniería Agrícola en el sector de Alimentos. Más tarde completó su currículum con la carrera de Enología en Palencia. Su dilatada trayectoria le ha llevado a viajar a las zonas vitivinícolas más prestigiosas del mundo.  / PHOTOGENIC

Almudena cuenta con una amplia formación académica. Realizó los estudios de Ingeniería Agrícola en el sector de Alimentos. Más tarde completó su currículum con la carrera de Enología en Palencia. Su dilatada trayectoria le ha llevado a viajar a las zonas vitivinícolas más prestigiosas del mundo. / PHOTOGENIC

Publicado por
Henar Martín Puentes

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Su nombre, Almudena Alberca , va emparejado a MW, dos siglas que simbolizan tocar el cielo en el mundo del vino.  En agosto de 2018, con menos de 40 años, se convirtió en la primera y única mujer Master of Wine (Maestro del Vino o MW) que hay en España. Se trata del título más prestigioso –y el más difícil de obtener– dentro del mundo del vino, y que otorga, desde 1953, The Institute of Masters of Wine (IOMW) de Londres. Una carrera de fondo que solo ostentan 420 personas en el mundo y que muchos aspirantes deciden abandonar en el camino por el alto nivel de exigencia de las pruebas, que abarcan exámenes (el primero solo lo supera el 1% de los aspirantes), viajes a las zonas vitivinícolas más prestigiosas a estudiar las regulaciones y estilos de vino que se producen en cada área, catas a ciegas para entrenar el reconocimiento y análisis de vino y un proyecto final que en su caso versó sobre técnicas de filtración en vinos jóvenes de tempranillo de la Ribera del Duero. 

Es por tanto una prueba que entraña conocimiento, intuición, olfato y mucho talento. Muchos pensarían en una oposición de mucha exigencia y no van mal encaminados ya que las estadísticas indican que solo el 10% de los alumnos que se matriculan alcanzan la gloria .

En total, hay poco más de 400 personas en todo el mundo emparejadas a estas dos siglas MW que llevan aparejadas un conocimiento profundo del mundo de la viticultura, desde el campo a la copa. Es decir, hay más astronautas que Master of Wine en el mundo.

Almudena dedicó seis años de estudio y otros dos de proyecto final para alcanzar esta ansiada meta. «Durante el proceso sí que me perdí cosas porque todo mi tiempo libre iba dedicado al estudio, pero me lo pasaba como una niña cuando visita un parque de atracciones cada vez que iba a Napa, Chile, Francia, Italia...», rememora. 

Orígenes zamoranos 

Castilla y León puede presumir de haber visto crecer y desarrollarse a la única mujer en España que lo ha logrado. «Es un momento muy feliz de mucha satisfacción en ese sentido, como que no te da tiempo a pensar todo lo que eso supone. Yo creo que hay cosas que todavía no he pensado, pero a nivel personal siento mucho orgullo. Y luego, te voy decir que, hay dos cosas que me van llenando mucho y que yo no era consciente de que iban a suceder, como la admiración de ciertas personas, como ser esa persona que puede inspirar a alguien para luchar, para formarse y para seguir adelante, y esa inspiración que genero también en las mujeres» . Aunque nació en Madrid, los orígenes de Almudena Alberca (1978) se asientan en la provincia zamorana de donde proceden sus padres. «El espíritu de sacrificio y resiliencia de la tierra zamorana marca carácter y creo que eso lo he aprendido en mi casa», cuenta. 

Sin casi antecedentes familiares en el mundo del vino, salvo sus visitas de pequeña al viñedo familiar de su abuelo, Almudena Alberca siempre sintió pasión por el campo. Sus raíces se hunden en Arribes del Duero , en la provincia de Zamora, zona a la que viaja siempre que puede y donde conoció las primeras viñas que tenía su abuelo en un pequeño majuelo para consumo propio donde dice que probó su primer mosto en uno de las visitas que realizaba cada verano. Un lugar donde le gustaría elaborar en algún momento de su vida un vino. «Mis padres proceden de la comarca de Sayago (de Argañín y Muga) y se fueron, como otros muchos de su generación, a buscar trabajo a Madrid. Mi padre era cartero y mi madre ama de casa. Crecí en la capital madrileña hasta los 5 años, momento en el que mi padre consiguió destino de Correos en Salamanca», explica. 

Desde entonces ha estado apegada al terruño de la capital charra, ciudad en la que se graduó  en la especialidad de Industrias Agrarias y Alimentarias en la Escuela Politécnica de Zamora, perteneciente a la Universidad de Salamanca . Allí fue donde descubrió el mundo del vino. «Las profesoras de ingeniería que teníamos eran increíbles, me influyeron en la decisión para decantarme por asignaturas de vino». También posee  los niveles  WSET 2 y 3 de otro título de gran prestigio dentro del mundo del vino y las bebidas espirituosas  que otorga el Wines and Spirits Trust también de Londres. Posteriormente completó su currículum con un máster en viticultura y se graduó en enología en la Escuela Superior de Ingenieros Agrarios de Palencia

Sus primeras prácticas las realizó en una pequeña bodega de Tierra del Vino de Zamora, Viñas del Cénit. Las casualidades o quizá el destino le deparaba un nuevo aterrizaje, al otro lado de las Antípodas, en Nueva Zelanda, lugar al que viaja con tan solo 24 años para realizar una estancia en Vidal Estate, parte del grupo Villa María. «Fue una compañera neozelandesa –Amy– la que me sugirió hacerlo. Tengo un espíritu aventurero y me lancé. Me abrió las puertas a un mundo que se ha convertido en mi pasión. Siempre llevaré en el corazón esa experiencia». Almudena ha sabido recoger el testigo de las oportunidades que se le han ido presentado en el camino.

Tras ese periplo viajero, que le sirvió para adquirir conocimientos muy útiles para la elaboración de vinos blancos, Almudena regresó en 2005 a Viñas del Cénit , donde realizó vinos de gran valía que le llevaron a obtener 98 puntos en The Wine Advocate por su Cénit 2009. Estos fueron sus años de consagración en la profesión. En 2010 comenzó a llevar la enología, además de en Viñas del Cénit, en Dominio de Atauta, lugar en el que desempeñó un papel integral en la configuración de sus estilos de vino y el logro del éxito internacional y Atalayas del Golbán, otra firma muy reputadas de la zona más oriental de Ribera del Duero. Durante este tiempo, también fue la especialista española para la importadora AvivaVino en Nueva York , seleccionando y mezclando vinos para este mercado.

Su instinto le ha ido marcando nuevas etapas, con una visión clara de lo que iba queriendo en cada una de ellas. Ha pasado temporadas en numerosas zonas. «No tenía muchos conocimientos de inglés pero mi madre acogía muchos estudiantes extranjeros en nuestra casa y gracias a eso me había soltado un poco con el idioma anglosajón», comenta.

Almudena es una de esas mujeres que han puesto un pica en un mundo dominado tradicionalmente por hombres, rompiendo moldes hasta convertirse en una de las personalidades más influyentes del sector. Una eminencia respetada y valorada por viticultores y bodegueros. Asegura haberse sentido siempre cómoda en una carrera precoz que le ha llevado a dirigir bodegas y asumir responsabilidades desde los treinta años.

Analítica, perseverante, minuciosa, curiosa, de espíritu aventurero y con una sensibilidad especial, Almudena es una mujer visionaria que se ha forjado un camino en el mundo del vino. 

Pedro ballesteros, su mentor

En este viaje ha contado con mentores de la talla de Pedro Ballesteros , otro de los Master of Wine de nuestro país (junto con Andreas Kubach, Fernando Mora Norrel Robertson y David Forer) , al que considera su ‘mentor emocional’. «Siempre creyó en mí». Pero uno de sus grandes apoyos ha sido su familia. «José Luis, mi hermano mayor, es mi mayor consejero. Yo soy pasión y él es cabeza. A él le consulto todo. Es una persona a la que le debo mucho. Junto a mis padres siempre me han ayudado y apoyado en todos los momentos», apostilla.

Mujer enamorada del campo, de la riqueza de suelos y de climas que otorga nuestra geografía, detrás de esta profesional se esconde una persona risueña, amable, cercana y pasional como así lo demuestra en cada proyecto que emprende.  

Desde el año 2015 es la que manda en materia enológica en Bodegas Palacio 1894 , que agrupa las Bodegas y Viñedos Viña Mayor, Finca Caserío de Dueñas y Finca Anzil, aunque cada una de ellas conserva su identidad y su diferenciación sobre el resto. Una gran oportunidad donde lleva a cabo  la labor de «actualizar y modernizar sus vinos», en un proceso de transformación que abarca las zonas de Ribera del Duero, Rueda, Toro, Rioja y Galicia. «Es un reto muy interesante poder aportar mi conocimiento técnico en relanzar este grupo de bodegas que abarcan zonas tan diversas de España». En tan solo un año y medio, salieron al mercado ocho nuevas referencias bajo su firma, a las que hay sumar también la elaboración de vinos en otras denominaciones como Valdeorras y Rías Baixas.

La vida de Almudena es un constante trajín de viajes entre distintas zonas controlando, tanto el viñedo como las vinificaciones que realizan en sus respectivas bodegas Grupo Entrecanales. «El vino tiene una parte cultural anclada a nuestras vidas», dice la experta, quien ha ligado los campos y las zonas donde se ubican las bodegas a una diversidad preciosa para descubrir.

Pero su agenda está repleta de eventos en cualquier región del mundo, con invitaciones para dirigir catas magistrales de alguna variedad olvidada. Desde este año es miembro del Consejo Administración de Entrecanales Domecq e Hijos . También es responsable del desarrollo de nuevas marcas y vinos en regiones como Rías Baixas y Valdeorras y está involucrada en relaciones públicas, marketing y ventas tanto en España como en el extranjero. «Me gusta sacar lo mejor del lugar y hacer vinos con personalidades diferentes, muy respetuosos tanto con el medio ambiente como con la manera de elaborarlos. En la bodega me dan espacio para descubrir y que mi vida no se vuelva monótona».

Conoce cada una de las miles de variedades de uva que se cultivan en el mundo. Distingue la personalidad y características del paisaje que influyen en el viñedo. Su sensibilidad por el vino le ha dotado de capacidades no solo organolépticas sino instintivas que le llevan a apreciar hasta cualquier minúsculo detalle. Ahora está ilusionada en el proyecto para recuperar la uva cenicienta en la zona de Rueda.

Confiesa que las variedades autóctonas olvidadas de la región le apasionan. «Castilla y León tiene muchísimo potencial por muchos motivos. Tanto desde el punto de vista climático como por los suelos que tiene, que da mucho potencial y el río Duero que nos da la alegría de disfrutar de grandes elaboraciones . Necesitamos profesionalizarnos más y creérnoslos. Porque en esta tierra estamos achicaditos. Debemos salir de nuestra zona de confort y evolucionar en positivo» . Y aunque no se decanta por ningún tipo de vino, reconoce que le atraen los espumosos para desarrollar algún proyecto de futuro. Almudena es una enóloga  versátil  e inquieta con todo un mundo repleto de desafíos por delante. En su forma de elaborar pesan mucho los conocimientos técnicos adquiridos durante sus muchos viajes por el mundo, de la formación internacional que ha ido adquiriendo durante los más de seis años que ha estado preparando su ingreso en el selecto club de las Master of Wine, un título representa el máximo conocimiento y excelencia en el mundo del vino, incluyendo la visión estratégica del modelo de negocio y la habilidad de transmitir este conocimiento con claridad.

En plena madurez profesional Alberca derrocha talento y seguridad. Tras una carrera de éxito, pocas asignaturas pendientes le quedan por alcanzar a esta maestra del vino. 

Almudena es una enóloga de prestigio internacional que forma parte de la revolución silenciosa en la que, durante los últimos 30 años, las mujeres se han abierto un espacio propio en el mundo del vino. Una enamorada del universo del vino que, con la perspectiva que da el haber viajado, catado e investigado las uvas de todo el mundo, siempre regresa con ilusión a su tierra, a su terruño, para aquí realizar una apuesta por los vinos sinceros, honestos, con verdad. Ha conocido zonas que le fascinan como  Champagne, Borgoñao Burdeos, en Francia, Napa Valley (EEUU), Chile y Argentina o los viñedos a los pies del Etna. Lo que sí ve claro es que cuanto más viaja fuera más le gusta España. «Quiero tener mi ancla en este país», sostiene.

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