Una senda a orillas del Duero
RIBERAS DE CASTRONUÑO (Valladolid)
Estamos en una de las épocas más apetecibles para realizar excursiones en compañía de familia y de amigos. Un momento ideal en el que podemos realizar rutas por los múltiples espacios naturales que concentra Castilla y León como la Reserva Natural ‘Riberas de Castronuño – Vega del Duero’. Es el único parque protegido de la provincia de Valladolid. Un ‘pulmón verde’ que abarca 8.240 hectáreas entre los términos municipales de los municipios de Tordesillas, Torrecilla de la Abadesa, Pollos y Castronuño. Si por algo destaca este enclave que ofrece vistas panorámicas de lujo es por la construcción del embalse de San José, lo que hizo que se formara una gran zona de humedal, convirtiendo este lugar en un espacio importante para la nidificación y la invernada de numerosas aves acuáticas y de ribera. Se trata por tanto de un destino ornitológico de primer orden pues podemos avistar aves singulares de gran valor como la garza imperial, el aguilucho lagunero o el martinete.
El cauce del Duero ofrece paseos únicos a orillas del río a través de rutas sencillas de hacer como la Senda de los Almendros. Se trata de un itinerario circular con inicio y llegada del Alto de la Muela que comprende 3,4 kilómetros aproximadamente y que se realiza en 2 horas de duración. Una ruta de dificultad media-baja que nos mostrará uno de los lugares con mayor encanto de la provincia de Valladolid.
Iniciaremos la ruta desde el mirador de la Muela donde encontraremos una escultura de una mujer junto a una señal, que nos indica la distancia que hay a diferentes puntos del mundo. Desde este punto se observa la orilla contraria, con el carrizal, la presa de San José y las manchas de encinar al fondo. Rápidamente descendemos por el camino del Teso entre bodegas hacia la antigua ‘senda de los pescadores’, camino tradicional por donde los pescadores subían al pueblo desde el pequeño ‘puerto’ donde atracaban las barcas.
Lo primero que encontramos al bajar hasta el nivel del río es una agradable vaguada, donde el camino se ensancha entre enormes sauces, olmos y chopos. Luego sigue entre la vegetación de ribera a la orilla del Duero, hasta que llegamos al antiguo ‘puerto’, en el encuentro del río con un pequeño regato llamado ‘arroyo del Puente’. Lo cruzamos por una sinuosa pasarela, y nos podemos detener un tiempo en el observatorio dispuesto sobre las aguas del río, para contemplar discretamente las aves que viven en el embalse.
Después de caminar un tramo entre el río y la carretera, la cruzamos, desviándonos de la orilla del Duero para seguir hacia el interior. Primero paseamos junto al arroyo Mucientes.
Continuando, sin cruzar el arroyo, dejamos la sombra y el frescor de sus orillas para subir por las laderas de secano, en las que el ambiente, el paisaje y la vegetación cambian de forma radical. Ahora son tomillos, pinos, encinas y almendros los que nos acompañan. Empezamos a contemplar suaves lomas cultivadas. Una vez en lo alto del cerro la panorámica se abre entre la presa de San José, el Valle del arroyo Mucientes y las tierras de cultivo al oeste. La ruta se desvía un pequeño tramo para atravesar un pinar y asomarse al morro del embalse, contemplando entonces una espectacular panorámica del meandro del rio Duero y sus alrededores.
Salimos del pinar por el mismo camino y volvemos a la senda, que nos lleva ahora junto a impresionantes almendros centenarios y finalmente entre campos de cultivo, hasta que volvemos a encontrarnos sobre el ‘arroyo del Puente’, desde donde volviendo por el mismo camino del inicio llegamos de nuevo hasta el pueblo de Castronuño.
Aprovechando la visita podemos acercarnos a descubrir la Casa del Parque, centro de interpretación del espacio natural, situado en el Parque de la Muela. Una instalación interactiva para la interpretación y observación de la naturaleza en la que podremos encontrar toda la información necesaria para optimizar la visita al parque natural, y conocer con más profundidad las múltiples especies de aves, mamíferos, anfibios y peces que habitan la reserva. Podremos adentrarnos en espesos carrizales, en frondosos bosques de ribera, en oscuros encinares sobre suelos arenosos y en extensos cultivos de regadío y secano.
Desde este centro se llevan a cabo diferentes rutas guiadas y didácticas a cargo de monitores expertos. En la sala-taller, o sala de exposiciones, se organizan diversas actividades.