Un italiano con estilo y buen gusto
Este local con encanto abierto hace diecisiete años es un lujo para los amantes de la cocina mediterránea. Diseño y calidad son sus señas de identidad
fue uno de los primeros restaurantes que apostaron por la cocina italiana en la provincia salmantina. Un espacio diferente, moderno, sofisticado que en estos diecisiete años de historia ha conquistado al público. La fórmula no ha sido otra que innovar, buscar las mejores materias primas y ofrecer una carta completa donde no solo encontramos pizzas y pastas, sino una exquisita selección de entrantes, lasañas y risottos, todos ellos elaborados de manera casera.
PizzaPizza no es un italiano del estilo al que estamos acostumbrados. Es un concepto diferente, que trasciende el clásico italiano para convertirse en un local cargado de personalidad donde se percibe gusto y cuidado en cada detalle.
Situado en el municipio de Villares de la Reina, a tan solo 3 kilómetros del centro de Salamanca, PizzaPizza sorprende al visitante por su estética moderna, cargada de fotos y recuerdos de viajes donde, tal y como reza el luminoso que recibe al visitante ‘El tiempo es ahora’.
Un viaje a la nostalgia, al mundo pop que se entremezcla con los anuncios del la publicidad americana junto a carteles y pósters originales de distintos tiempos. «Hay mucho de los noventa y los ochenta pero te puedes encontrar de todo. Hay cosas bonitas con mucha estética y sobre todo, puesto con mucho cariño», comenta Juan Carlos García-Regalado, uno de los propietarios. Periodista de profesión, Juan Carlos es un coleccionista de recuerdos enamorado del cine y de las carreras de motos que ha trasladado a PizzaPizza. «He viajado muchísimo a lo largo de mi vida; al final todo lo que me ha gustado lo que querido trasladar aquí», subraya. Un viaje al buen gusto que se percibe nada más trasladar sus puertas. «Siempre me han gustado objetos curiosos que ahora adornan las mesas y las paredes. Hay muchas cosas curiosas y originales como un póster de la Transición de los carteles de la UCD cuando hacían campaña para conseguir el sí a la Constitución. Conozco pocos sitios así», comenta. Entre las múltiples curiosidades destaca la pecera de agua marina que adorna la estancia, un elemento decorativo que reprodujo de la película Arma Letal.
El nombre del establecimiento ‘nació’ en los Estados Unidos, un pegadizo jingle en su día de una publicidad de la cadena ‘Little Caesars Pizza’. Y con ese espíritu nació un espacio donde impera calidad, diseño, y buen ambiente. DOS AMPLIOS COMEDORES
El local se distribuye en dos amplios espacios separados por un túnel que ha replicado de una discoteca que descubrió durante un viaje a Toronto. Los comedores se asientan en un amplio espacio, lo que permite tener unas distancias considerables entre mesas. La comida, que está basada en la calidad del producto incluso durante la crisis del covid. «Nos vimos obligados a reducir gastos; empezamos a mirar producto por producto y no fuimos capaces de reducir nada de nuestros proveedores», remarca.
La carta cuenta pizzas, únicas y deliciosas, risottos y suaves pastas, elaboradas de manera artesanal con primeras marcas italianas. Todo ello aderezado con guiños a la tierra, como su espectacular carne de morucha amparadas por la Indicación Geográfica Protegida. «Hace tiempo introdujimos medallones solomillo de morucha que a la gente le encanta, están espectaculares. Van acompañados de pimientos del piquillo de Lodosa (DO) y, a gusto del cliente, se acompaña con salsa de queso gorgonzola». Lo que no faltan en la propuesta es su variedad de ensaladas o sus postres caseros donde no puede faltar su tiramisú o la panacotta, aunque también ofrecen tartas increíbles como ‘la de Nacho’, que lleva tres tipos de chocolate diferentes o la carrot cake entre otros muchos.
Se trata de un lugar cómodo donde organizar celebraciones pues dispone de parking y terraza. A ello se suma el Hotel- Boutique Resotel, valorado con 9,5 puntos por la clientela sobre 10.