El sueño de Pérez Ovejas
DOMINIO DE CALOGÍA (ROA, BURGOS) José Manuel Pérez Ovejas, uno de los enólogos más influyentes del sector, ultima el lanzamiento al mercado de Dominio de Calogía, su vino más personal y auténtico
A veces los sueños llegan de forma inesperada, otros duermen casi escondidos en la memoria de alguna infancia olvidada. El sabor y forma de cada uno de esos anhelos que acarician el pensamiento y el alma tiene formas diversas. Para José Manuel Pérez Ovejas (Pedrosa de Duero, 1965) lleva un nombre: Dominio de Calogía, sello de la etiqueta de vino de edición limitada que verá la luz en el mercado en otoño y que ya ha despertado interés entre los amantes del sector. Como sucede cuando uno llega a un proyecto profesional nuevo, el suyo llega en pleno momento de madurez personal y profesional. Después de más de tres décadas dedicado en cuerpo y alma a la bodega de su familia, Pérez Pascuas, emprende un vuelo en solitario para elaborar un vino de autor, el más personal y auténtico. «La diferenciación en el mundo del vino es lo más importante.
Tienes que ser tú mismo, sin influencias, y no dejarte llevar por las modas del momento. De lo contrario, eres uno más. Dominio de Calogía tiene mi firma, mi sello, mi estilo más personal. Siempre he huido de los vinos que no transmiten su esencia, su profundidad. Para ello, es muy importante saber descifrar bien el viñedo, entenderlo e ir a bajas producciones por hectárea. Sólo partiendo de una uva de muchísima calidad puedes llegar a crear un vino que tenga hondura y clase. Si no es así te quedarías en la mitad del camino», asegura este hijo y nieto de viticultores.
El peso de la responsabilidad por pertenecer a una de las familias que puso la primera piedra de la denominación Ribera del Duero no parece entrañar ningún riesgo. «La vida te pone en una determinada situación y hay que dar la mejor respuesta posible. A su vez, lo conviertes en un sueño que, con ilusión y determinación, tratas de hacerlo realidad. A partir de ahí intentas dar tu mejor versión en todo lo que haces. Ése es el espíritu de Dominio de Calogía. Por otro lado, el equipo de trabajo es joven y muy cualificado, que está muy comprometido con la bodega. Estoy convencido que en muy poco tiempo Dominio de Calogía by José Manuel Pérez Ovejas será un vino muy reconocido, dentro y fuera de España».
Conoce como pocos las maneras de interpretar el viñedo y la uva. Como él mismo dice «ha nacido prácticamente debajo de una cepa». Una pasión que heredó de su abuelo Mauro Pérez, y su padre Benjamín, maestros que le transmitieron el amor por el campo y le mostraron las infinitas posibilidades que tenía la uva para elaborar vinos de guarda llenos de expresión y autenticidad. Fue el único de sus hermanos que quiso seguir vinculado profesionalmente al terruño. Para ello realizó estudios de Ingeniería Agrónoma lejos de casa, en Sevilla. Una formación que completó en la Universidad de Valladolid como Enólogo para volver a su tierra. Porque el terruño y la sangre tiran y eso él lo sabe bien. Al margen de apellidos y linajes, él ha sabido trazarse un currículum a base de trabajo y talento. Comienza a elaborar vino en1989, una de las mejores añadas que se recuerdan. «Fue espectacular. Casualidad, azar, destino… ¿quién sabe?, pero el dato objetivo es que la historia se ha repetido cada 10 años. 1989,1999, 2009 y 2019. Las vendimias acabadas en ‘9’ siempre han sido de ‘10’. Sublimes», sostiene. Al margen de que el campo jugara a su favor, lo cierto es que su autoexigencia, intuición y grandes dosis de superación le han ayudado a labrarse una trayectoria con grandes vinos que llevan su firma.
Una labor que le ha valido numerosos premios y reconocimientos. En 2017 fue galardonado por el diario Expansión como mejor bodeguero del año y un año más tarde La Semana Vitivinícola también lo premió como mejor enólogo de 2018. Aunque para él el premio más importante es el que otorga el consumidor final. «No me obsesiono con los reconocimientos, sino todo lo contrario. Tengo los pies en la tierra y tiendo siempre a relativizar. La palabra ‘mejor’ tiene un enorme peligro si no se sabe interpretar bien su significado. Cada uno puede darle la importancia que quiera, pero lo más acertado es ser consciente que hay siempre margen de mejora, y saber que hay otros enólogos que han hecho grandes vinos y son iguales o mejores que tú».
Su salida de la bodega familiar Hermanos Pérez Pascuas en marzo de 2019 supuso un momento de reflexión, de punto y aparte tras una vida vitivinícola con más de treinta añadas. Pronto le llovieron las ofertas. Tan solo un año después decidió apostar por el Grupo J&C Prime Brands —liderado por la familia Juvé e integrado por las marcas Juvé & Camps, Propietat d’Espiells, Primeras Marcas y Pagos de Anguix— donde ahora ejerce de asesor técnico corporativo del grupo, aportando su experiencia y conocimiento con ideas nuevas especialmente en la bodega Pagos de Anguix, en Ribera del Duero, una labor que compaginará a partir de ahora con su proyecto personal. AUTENTICIDAD EN UN SORBO
Dominio de Calogía by José Manuel Pérez Ovejas 2019 se ha elaborado a partir de viejos viñedos de la propiedad situada a escasos 800 metros de Roa. Un enclave privilegiado de 20 hectáreas que se reparten entre Roa de Duero y Pedrosa, en un pago que lleva el nombre que ha tomado prestado como apellido de sus creaciones, que llevarán su propia firma. «Tengo que reconocer que me encuentro en un gran momento personal y profesionalmente y tengo las ideas muy claras. Es lo que me ha permitido desarrollar el proyecto sin interrupciones y tomando decisiones maduradas con más rapidez de lo normal».
Tan sólo se han elaborado 25.923 botellas de 75 centilitros y 1.267 botellas de magnum de Dominio de Calogía. / La Posada
La bodega se enclava en este paraje singular que da nombre al vino, con la silueta de la majestuosa Cuesta Manvirgo, un icono de la comarca, al fondo. El control en el viñedo es exhaustivo, limitando drásticamente la producción con aclareos de racimos muy severos para conseguir la calidad máxima. En este sentido, también la decisión sobre la fecha de vendimia es determinante. Para ello se hacen controles de maduración muy exhaustivos con el único objetivo de conseguir la maduración perfecta de la uva. La rigurosa selección del fruto supone la culminación perfecta de ese trabajo que representa una mirada a la tierra y al entorno. Es la experta interpretación del viñedo, en la que la sensibilidad debe ser protagonista principal para llegar a la cumbre. MENOS ES MÁS
Además de la autenticidad, una de las señas de identidad con la que nace Dominio de Calogía es la de la producción limitada. Tan sólo se han elaborado 25.923 botellas de 75 centilitros y 1.267 botellas de magnum. Una cifra con la que parece hacer suya aquel mantra de que ‘menos es más’. «Esta producción tan escasa me ha permitido afinar más y entrar en el detalle para intentar llegar a la perfección aunque puede que ésta, en el mundo del vino, no exista. Cuando haces poco vino juegas con muchas ventajas», sostiene. Un hecho que ha levantado un revuelo entre los expertos y entendidos del mundo del vino que ya cuentan los días para la llegada del 1 de septiembre, fecha señalada en rojo para el lanzamiento de Dominio de Calogía. «Estoy impresionado, sorprendido y hasta asustado. Jamás me podía imaginar la expectación que se ha creado.
El mercado ha respondido muy por encima de mis previsiones. Distribuidores, importadores y clientes particulares de todas las partes del mundo ya me han manifestado su interés, incluso sin haberlo probado».
A estos atributos se añade el hecho de pertenecer a la añada 2019 – considerada como una de las mejores de la historia en la Ribera del Duero–. De nuevo el azar juega a su favor en la calidad de la materia prima, la uva. «He tenido la enorme suerte de empezar con una cosecha de altísimo nivel, posiblemente, una de las cinco mejores cosechas de la historia de la Ribera del Duero».
Mientras tanto, y de forma ajena al ruido mediático, sus botellas duermen en la bodega boutique recién construida a la espera de que se redondeen para salir en otoño. «Prefiero que el vino salga en un buen momento, con más tiempo en botella para que adquiera mayor complejidad. Por el estilo de Dominio de Calogía by José Manuel Pérez Ovejas la longevidad es uno de sus mejores atributos. Un vino de guarda dirigido para los exclusivos coleccionistas que deseen guardarlo como si de una joya se tratase durante años en su casa para disfrutarlo en plenitud.
La vocación exportadora de Dominio de Calogía forma parte de su filosofía. Se destinará el 50 % al mercado internacional y la comercialización será mediante ´cupos´ para poder llegar a más países.
La vida de José Manuel Pérez Ovejas se ha basado en dos pilares: la viña y el vino. A partir de ahora tiene su tercer pilar: Dominio de Calogía. «Ese tercer pilar que me permite disfrutar más, si cabe, de esta profesión. Mi mujer, Silvia, y yo hemos puesto mucha ilusión en este proyecto y el apoyo que Manuela y Mauro, nuestros hijos, que a pesar de su corta edad nos han apoyado. Ellos también se sienten protagonistas. Quien sabe si alguno de ellos seguirá mis pasos en el futuro», sostiene.
Para él un excelente vino de calidad es aquel que deja una huella imborrable, «una obra de arte efímera», como él mismo define. Y es que si algo tiene lo bello es la fugacidad. Tienen el don de dejar su impronta en boca y en la memoria, para desaparecer y ser recordados en el tiempo. «Son aquellos vinos que te impresionan y te trasladan a su procedencia, a su entorno, a su paisaje, a su autor. A la verdad». El prestigioso enólogo ribereño parece haber encontrado su propia verdad en este terrruño, Dominio de Calogía, que ha convertido en su hogar y donde espera cincelar grandes obras de arte efímeras llenas de autenticidad.
Entorno donde se ubica la bodega, un paraje rodeado de 20 hectáreas de viñedo propio, al más puro estilo Domaine. / LA POSADA
UNA BODEGA BOUTIQUE EN LA RIBERA
La bodega Dominio de Calogía se enclava en este paraje a escasos 800 metros de Roa en un entorno privilegiado que da nombre al vino, con la silueta de la majestuosa Cuesta Manvirgo, un icono de la comarca, al fondo. Todos los viñedos son propios y se encuentran entre Roa y Pedrosa. Se trata de una bodega-boutique rodeada de viñas al más puro estilo Domaine innovadora y moderna. «Es pequeña, muy bien dimensionada, moderna, actual, vanguardista y de un diseño muy preciso. Técnicamente está muy bien dotada», como define José Manuel Pérez Ovejas. Pero, sobre todo, ha prevalecido la practicidad para poder elaborar el mejor vino, sin limitaciones. Desarrollado por Carvic Ingeniería, conjuga un trabajo de ingeniería y arquitectura muy profesional que ha sabido captar a la perfección la idea que él quería. «El resultado ha sido extraordinario», sostiene el enólogo ribereño. Dispone de una capacidad para almacenar 120.000 litros aunque la filosofía sobre la que trabaja la bodega es la de elaborar producciones pequeñas, dependiendo del año.