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La lucha crónica por respirar bien

La EPOC y el asma son dos enfermedades inflamatorias muy prevalentes, caracterizadas por la obstrucción del flujo aéreo / Presentan diferentes mecanismos patogénicos

Equipo de Neumología en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid. -J. M. LOSTAU

Publicado por
Estibaliz Lera

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Respirar es un acto que pasa desapercibido , sin embargo, seguir sumando días a la vida depende de ello. Por este motivo, cuando una enfermedad ataca en la diana de esa acción inconsciente, la comunidad científica y médica se afana por ‘remendar’ el daño. En ocasiones, no es fácil porque el tejido afectado no puede repararse con los tratamientos habituales. Entonces, la innovación aparece para cambiar su curso. 

En concreto, las dolencias que agreden a los pulmones son peculiares. ¿Por qué? Clavan su lanza en uno de los órganos más importantes del cuerpo, ya que se encarga de tomar oxígeno del aire para transportarlo al torrente sanguíneo, un proceso indispensable para que las células puedan funcionar y crecer. Esas lanzas se pueden presentar en forma de infecciones y lesiones. Dos de esas dolencias son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma. 

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La primera se caracteriza por la presencia de disnea (sensación de falta de aire), tos y producción de mucosidad. A esto se suman episodios de exacerbaciones, que son empeoramientos agudos de los síntomas de los pacientes que obligan a un cambio en el tratamiento debido a alteraciones en la vía aérea, y el enfisema, que provoca una obstrucción del flujo aéreo persistente, irreversible y a menudo progresiva. Los principales factores de riesgo son el tabaquismo y la exposición a tóxicos y gases contaminantes. También juega un papel importante el riesgo genético. 

En cuanto al asma , es una enfermedad caracterizada por la inflamación crónica de las vías respiratorias, lo que hace que la salida del aire se encuentre limitada durante la espiración. Esta limitación al contrario que en la EPOC va a ser variable pudiendo volverse persistente con el tiempo. Las principales señales que van a presentar estos enfermos son sibilancias, que pueden ser desencadenadas por diferentes estímulos como estrés, tabaquismo, alérgenos, aire frío y seco, ejercicio, entre otros.

Ambas afecciones son muy prevalentes. La prevalencia de la EPOC en España es del 14,6% en hombres frente a un 9,4% en mujeres, según datos de EPISCAN II. Ahora bien, ¿cuántas personas no están poniendo nombre a lo que les pasa? Ese mismo estudio establece unas cifras de infradiagnóstico cercanas al 75%. Respecto al asma, es muy variable, si bien se fija en población adolescente en torno al 11%, y una prevalencia global que ronda el 14%. En este punto, es importante enfatizar que un paciente EPOC o un paciente asmático lo será siempre. De ahí que el objetivo sea controlar los síntomas, evitar las agudizaciones, el ingreso hospitalario y mejorar la calidad de vida.

¿Cómo se puede avanzar en esta línea? Graciela López Muñiz, médica adjunta del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, divide los tratamientos entre no farmacológicos , que van a tener un gran impacto en la calidad de vida, y los farmacológicos . En el caso de la EPOC, si comenzamos hablando de las medidas no farmacológicas, comenta que la acción más importante y que ha demostrado frenar y mejorar la evolución de esta enfermedad es el abandono del hábito tabáquico. «En los últimos años se han desarrollado tratamientos muy eficaces que permiten ayudar al paciente a dejar de fumar, donde incluimos la terapia sustitutiva con parches y chicles y la terapia farmacológica, sin olvidarnos del gran papel de los grupos de apoyo a estos pacientes que en Valladolid se gestiona a nivel de Atención Primaria». 

Otras acciones interesantes son, a su parecer, los programas de rehabilitación respiratoria , que han demostrado disminuir la mortalidad, sobre todo cuando se inicia a raíz de un ingreso. Dentro de este concepto de rehabilitación respiratoria, añade, mantener un estilo de vida activo, con paseos a diario y utilización de la bicicleta estática también está siendo muy beneficioso. «El uso de la oxigenoterapia continua domiciliaria y el tratamiento con ventilación mecánica no invasiva, que está indicado en los pacientes más graves, han demostrado efectos positivos a largo plazo», subraya López Muñiz, quien declara que otra medida de especial mención es la necesidad de que los enfermos con una patología respiratoria crónica reciban tanto la vacuna de la gripe como la antineumocócica. De igual forma, dice que en los últimos años se han agregado al calendario vacunal de estos pacientes la del herpes zoster y la del COVID-19. 

Desde el punto de vista del tratamiento farmacológico, la médica adjunta del Río Hortega expone que el objetivo es claro, reducir los síntomas de la EPOC, disminuir la frecuencia y gravedad de las exacerbaciones, las cuales van a llevar a un empeoramiento de los enfermos, sobre todo en términos de calidad de vida, mejorar el estado de salud y la tolerancia al ejercicio. «Existen datos recientes que sugieren que el tratamiento broncodilatador aporta beneficios sobre la función pulmonar, consiguiendo que esta incluso mejore, y también efectos beneficiosos sobre la mortalidad», apostilla.

En este sentido, expone que emplean fármacos broncodilatadores, los cuales tienen como fin mejorar o en su defecto mantener estable la obstrucción de la vía aérea, donde tienen dos principales familias de fármacos , los betaadrenérgicos y los antimuscarínicos. Además, y en un determinado perfil de paciente, van a poder utilizar los glucocorticoides inhalados. Es verdad, reconoce López Muñiz, que, aunque la hoja de ruta de esta dolencia es clara, siempre es necesario individualizar el tratamiento y reevaluar su idoneidad en cada visita de seguimiento.

El último escalón en cuanto a opciones terapéuticas se sitúa en el quirófano . Por un lado, está el trasplante pulmonar en aquellas personas que cumplan una serie de condiciones y, por otro, las cirugías de reducción de volumen, indicadas en un perfil concreto de pacientes EPOC, es decir, aquellos que presentan enfisema. En los últimos años, indica, se ha incorporado la posibilidad de colocación de válvulas endobronquiales sin necesidad de recurrir a la cirugía.

En asma sucede lo mismo. Dentro de las medidas no farmacológicas está abandonar el tabaco, fomentar la actividad física diaria y evitar la exposición a factores precipitantes, por ejemplo, en el caso de pacientes alérgicos, el asma empeora con la exposición al alérgeno. En cuanto al tratamiento farmacológico, aparecen dos grupos, el destinado a mantenimiento y el de rescate. 

«El tratamiento de mantenimiento es aquel que deben administrarse de forma continua durante periodos prolongados, incluyen glucocorticoides inhalados, solos o combinados con broncodilatadores beta2 adrenérgicos y en determinados casos broncodilatadores antimuscarínicos. Aquí vamos a incluir los antileucotrienos, que ya no son inhalados, sino que son en pastilla, y el amplio abanico de tratamientos biológicos que están a nuestro alcance», detalla. 

Por otro lado, informa de que los tratamientos de rescate son los broncodilatadores de acción rápida que se utilizan a demanda para tratar de forma rápida o prevenir las crisis de asma, que no son otra cosa que espasmos rápidos de la vía aérea, generalmente en respuesta a alguno de los desencadenantes mencionados anteriormente. «Al ser el asma una enfermedad variable por definición es necesario realizar un seguimiento y ajuste del tratamiento en cada revisión, ya que no siempre nuestros pacientes se van a encontrar en el mismo escalón. Es más, en aquellos que hayan permanecido controlados y estables los últimos tres meses es el momento de comenzar a reducir progresivamente el tratamiento hasta alcanzar el control sintomático con la menor cantidad de fármacos necesarios». 

En este sentido, indica que con la meta de optimizar la atención de los enfermos que se encuentran con tratamiento de oxígeno crónico domiciliario, tienen a su disposición una consulta monográfica de oxigenoterapia . De igual manera, los que precisan soporte ventilatorio con un respirador en domicilio son derivados a la consulta específica de ventilación para un mejor manejo global de la enfermedad. Y es que, tal y como señala Graciela López Muñiz, la EPOC es una patología que no se presenta sola. Por esta razón, lo ideal es que formen parte de la Unidad de Continuidad Asistencial, que tiene como objetivo mantener un control más estrecho de estas personas atajando las complicaciones y descompensaciones de forma precoz y evitando, en la medida de lo posible, los ingresos hospitalarios. 

Sus planes de futuro, avanza, son continuar sus líneas de investigación, apoyándose en la inteligencia artificial para mejorar la calidad de vida de sus pacientes. También quieren seguir inculcando a las nuevas generaciones de residentes el interés y las ganas de investigar y de involucrarse en estos proyectos, puesto que es «algo que ha estado muy presente en este servicio y que tienen mucha importancia tanto para su desarrollo personal como profesional», concluye. 

«Gracias a los investigadores llegan hallazgos que nos permiten vivir más y mejor»

Graciela López Muñiz, médica adjunta del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid , asegura que vivimos en una sociedad que agradece y premia tanto el talento como la innovación de sus profesionales, aunque sabemos que es un aspecto que puede ser que nunca llegue a estar tan reconocido ni tan a la altura de otros profesionales. «Ojalá algún día los niños empiecen a querer ser de mayores investigadores porque los vean como ídolos». 

En este sentido, comenta que para llegar hasta ese punto hay que realizar un gran trabajo entre todos, desde la sociedad hasta las instituciones . «Es un camino que aún queda por andar», comenta para, a continuación, recalcar que hay que dar a los talentos y a los investigadores el reconocimiento que se merecen, porque es gracias a ellos que a nuestro día a día lleguen los avances y las mejoras que nos aportan mucha facilidad, nuevos recursos, tratamientos y pruebas diagnósticas. «Aquí ya no solo hablo de la Sanidad. Todos necesitamos de esos descubrimientos, de esos hallazgos que nos permiten vivir más y mejor», subraya López Muñiz.

En su opinión, la investigación y la innovación en Castilla y León es un terreno en el que aún nos queda mucho por desarrollar, si bien es cierto que, tal y como sostiene, la administración trabaja de forma activa para avanzar, promoviendo proyectos a través de las unidades de investigación. No obstante, la médica adjunta del Servicio de Neumología deja claro que hay mucho camino por recorrer.

En este punto, recuerda el apoyo de la Gerencia Regional de Salud y de las sociedades científicas. Además, expone que desde hace años con la intención de retener talento y a los médicos formados en la Comunidad existe el programa de fidelización para los residentes que finalizan su especialidad.

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