Diario de Castilla y León

Vino como sustituto de los antibióticos

La empresa leonesa Bianor Biotech participa en un proyecto europeo para evitar el uso veterinario de estos productos / Trabaja buscando nuevas soluciones basadas en extractos de orujo de la uva blanca debido a su arsenal de fitoquímicos, sobre todo polifenoles

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Estibaliz Lera

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Avanzan en el camino correcto para mejorar la salud animal y adoptar un enfoque más centrado en la prevención en la ganadería. Su meta es reducir la necesidad de utilizar antibióticos en los animales. ¿Por qué? Estas moléculas impiden el crecimiento o matan microorganismos, generalmente bacterias. Es verdad que estas sustancias de origen natural supusieron una revolución en el siglo pasado, al poderse utilizar como medicamento para combatir infecciones que hasta ese momento  causaban graves enfermedades o la muerte.

De hecho, en veterinaria, encontraron uso más allá que como simples tratamientos para infecciones bacterianas. Es más, debido a la expansión de la ganadería y acuicultura intensiva, se generalizó su uso profiláctico para evitar la aparición de infecciones y como suplemento en alimentos para mejorar el rendimiento. Un camino que se terminó con la legislación actual de la Unión Europea. Por ello, en las últimas décadas se ha limitado su aplicación mucho, y se mantienen períodos de eliminación para evitar su llegada a la cadena alimentaria. No obstante, España sigue siendo uno de los países con mayor utilización de antibióticos en ganadería.

NeoGiANT es un proyecto europeo que busca la sustitución de los antibióticos en ciertas parcelas de la producción animal por extractos naturales producidos a partir de desechos de la industria vinícola. En concreto, estos extractos se obtienen a partir del orujo de uva Albariño mediante procesos sostenibles y respetuosos para el medio ambiente. «Son ricos en polifenoles, un tipo de moléculas con propiedades antimicrobianas y antioxidantes. Esto permite utilizarlos como sustitutos de los antibióticos, ya que impiden el crecimiento de los microorganismos. Además, podrían tener otros efectos beneficiosos debido a los efectos antioxidantes y protectores», explica Felipe Martínez Pastor, profesor Titular de la Universidad de León y promotor y asesor de Bianor Biotech. 

Esta iniciativa, que tiene un presupuesto de nueve millones de euros, presenta una oportunidad doble, ya que, además de estudiar las propiedades de los extractos, lo que se pretende es aprovechar el residuo de otra industria. «El orujo de uva, que representa un problema como desecho, adquiere un nuevo valor y se aprovecha», apunta para, a continuación, indicar que NeoGiANT contribuye a reducir la contaminación desde su punto de partida (residuos de la industria agrícola/vinícola) hasta su resultado final (extractos antimicrobianos que evitan el uso de los antibióticos).

El núcleo de este proyecto es desarrollar la tecnología sostenible para la obtención de los extractos y llevarla desde el laboratorio al mercado. Pero ahí no se quiere quedar el desarrollo de esta iniciativa europea, puesto que 20 participantes reúnen distintas habilidades para crear aplicaciones en tres áreas de la ganadería y veterinaria: salud, nutrición y reproducción animal. 

En el campo de la salud animal se van a estudiar aplicaciones para tratar infecciones en acuicultura, mastitis en vacuno lechero y afecciones de la piel en porcino (epidermitis exudativa). En la nutrición buscan  desarrollar piensos enriquecidos para peces, aves, vacas y cerdos. «Los suplementos tendrán un efecto beneficioso por su valor antioxidante, esperándose mejoras en la microbiota, salud general y bienestar animal». Además, la carne, huevos y leche derivados de estos animales cumplirá con el objetivo de cría sin antibióticos. «Aunque tenemos un estricto sistema para impedir que los antibióticos lleguen a nuestra mesa, hay un interés creciente en evitar su uso profiláctico o como suplemento alimentario, muy limitado en la UE, y más aún con la nueva reglamentación UE 2019/6 que entra en vigor este mes».

Bianor Biotech, la empresa de base tecnológica en la Universidad de León, va a coordinar la línea en reproducción animal. «En acuicultura, avicultura y ganadería se utiliza la inseminación artificial por las ventajas que tiene, pero el semen debe prepararse en diluyentes que tienen antibióticos», informa el profesor. En el equipo de trabajo de reproducción intervienen dos grupos de investigación de la República Checa, Bianor y un socio industrial, Magapor, con el objetivo de desarrollar diluyentes de semen sin estos antibióticos.

En su opinión, la innovación de NeoGiANT llega de la mano de la obtención de los extractos a partir de los orujos utilizando tecnologías respetuosas con el medio ambiente y de bajo coste. «Estas técnicas suelen utilizar altas temperaturas o disolventes agresivos, lo que supone gasto de energía y residuos difíciles de tratar y que traen consigo un riesgo contaminante. El nuevo método no sólo es sostenible, sino que los extractos son de alta calidad, al utilizarse métodos que alteran mínimamente su composición», defiende Martínez Pastor, quien sostiene que el enfoque de afrontar tres áreas distintas de la producción animal les ofrece la posibilidad de ampliar el campo de aplicación y los productos que se pueden entregar al finalizar el proyecto. 

De forma global, caminan en la dirección de la estrategia ‘de la granja al tenedor’ de la Unión Europea (Farm2Fork), orientada a producir alimentos de manera justa, saludable y respetuosa con el medio ambiente. En esta línea, comenta que el principal valor añadido es proporcionar una alternativa a los antibióticos libre del riesgo de generar resistencias microbianas, respetuosa con el medio ambiente y que aprovecha residuos que de otra manera habría que desechar.

«Los extractos vegetales que se van a probar como suplementos en nutrición, tratamientos veterinarios y en diluyentes de semen no presentan toxicidad y son eficaces evitando el crecimiento de microorganismos. Estas propiedades permiten utilizarlos como sustitutos de los antibióticos. Además, su poder antioxidante los hacen muy interesantes, al tener también propiedades protectoras y nutricionales». 

La primera ventaja de esta iniciativa es que apuesta por el enfoque de economía circular. El punto de partida son desechos vegetales de la industria vinícola. «Estos desechos suponen el problema de tener que gestionarlos como punto final de estos procesos industriales, pero NeoGiANT parte de este punto para darles una utilidad. Este enfoque contribuye a evitar residuos y proporciona una nueva oportunidad a la industria vinícola», subraya. 

Dentro de los desarrollos que se realizarán, el punto más interesante es la sustitución de los antibióticos en numerosos procesos de la acuicultura, avicultura y ganadería. Utilizando estos compuestos (que pueden tener un valor añadido en la parte nutricional), indica el profesor de la ULE, es posible reducir o modular el crecimiento de microorganismos sin el riesgo de crear resistencias a los medicamentos de tipo antibiótico. 

«Este es un gran problema actualmente, y de esta manera ayudamos a reducirlo desde el área de la cría de animales. De manera adicional, contribuimos a la producción de alimentos sin utilizar antibióticos, lo cual incrementa el atractivo de cara al consumidor. El público es consciente de la necesidad de producir alimentos de manera sostenible, por lo que este tipo de acciones tienen una recepción muy positiva. Aunque nuestra cadena alimentaria nos da la seguridad de que los medicamentos veterinarios no llegan a nuestra mesa, reducir el uso de estos en los distintos puntos de la producción animal es positivo y disminuye la exposición de los animales y del medio ambiente. Además, la utilización de los extractos vegetales para beneficiar la nutrición y salud animal redunda en el bienestar animal. Estos extractos tienen acción preventiva y nutritiva en muchos casos, disminuyendo problemas y evitando tratamientos paliativos».

Martínez Pastor asegura que hay un ahorro directo derivado de la obtención industrial de los extractos antimicrobianos. «El coste de la extracción desde los desechos vegetales sería similar o menor al de los antibióticos habitualmente utilizados. El mayor ahorro sería indirecto. En primer lugar, la reutilización de los residuos vegetales que implica este proceso evita parte del gasto y perjuicio por el tratamiento de residuos. En segundo, la utilización de extractos vegetales en vez de antibióticos es muy favorable de cara al consumidor, y además de una aceptación mejor de los productos, repercutirá en menos residuos y desechos. Por último, al reducir el uso de antibióticos disminuye el riesgo de la aparición de microorganismos resistentes a estos medicamentos, lo cual tiene un impacto económico y social considerable», detalla. 

El proyecto consta de varias fases. En la primera etapa se realizarán pruebas en los laboratorios de varios de los participantes para obtener las formulaciones más adecuadas. Una vez que estén listas, las formulaciones se probarán en sistemas de acuicultura y ganadería de los distintos países participantes.

 

FELIPE MARTÍNEZ PASTOR / PROMOTOR Y ASESOR DE BIANOR BIOTECH 

«Hay un interés en mejorar la I+D regional, pero faltan políticas sostenibles y a largo plazo» 

Felipe Martínez Pastor, profesor de la Universidad de León y promotor y asesor de Bianor Biotech, asegura que falta una planificación a largo plazo y una mayor inversión tanto en el sector público como privado. «A menudo se considera la I+D aisladamente de la sociedad. Si no hay un desarrollo regional y social justo y equilibrado, el impacto de las inversiones en I+D será ineficiente, e incluso ayudará a afianzar la desigualdad y el trasvase de riqueza de los sectores más necesitados a los más opulentos», considera. 

Un punto clave, en su opinión, es que el capital humano no se cuida. «Las carreras en investigación siguen siendo extremadamente precarias e impiden la creación de proyectos a largo plazo y fijar investigadores». En esta línea, indica que hay un interés en mejorar la I+D regional, pero faltan políticas sostenibles y a largo plazo. A esto se suma que la sociedad valora y apoya la I+D, como se ha podido ver con la pandemia; no obstante, expone que el problema es que esta valoración no repercute en las políticas. 

Felipe Martínez Pastor, promotor y asesor de Bianor Biotech.  

Bianor Biotech tiene tres facetas de cara a la sociedad: servicio de análisis de semen, servicios de I+D para otras empresas que desean externalizarlos (reproducción animal y cultivos y ensayos celulares) y una línea de desarrollo de sus propios productos. Este proyecto les ha dado la oportunidad de arrancar esta tercera vía, generar conocimiento y utilizarlo para colaborar con sus socios industriales para producir productos más sostenibles para el sector ganadero y acuícola. La visión de Bianor Biotech es, tal y como avanza Martínez Pastor, convertirse en un actor relevante en la innovación en tecnologías reproductivas y análisis in vitro, y NeoGiANT les afianza en esta dirección.

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