Diario de Castilla y León

El mago de la programación

>PERSONAJES ÚNICOS / JAVIER MARTÍNEZ ÁLVAREZ Este ingeniero es el director del Centro de Investigación y Desarrollo de Telefónica en el Parque Tecnológico de Boecillo en Valladolid / Desde siempre quiso ser desarrollador para hacer «magia» sobre aquellas máquinas que le parecían increíbles.

JAVIER MARTINEZ ALVAREZ

JAVIER MARTINEZ ALVAREZ

Publicado por
Estibaliz Lera

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Nació en el corazón del carbón, en Mieres, un pueblo minero asturiano. Estudió Ingeniería Técnica en Informática en Oviedo para, más tarde, mientras trabajaba terminar la superior en Gijón. Desde pequeño a Javier Martínez Álvarez le gustaron las ciencias, las matemáticas, la física… Sentía una especial atracción por todos los dispositivos electrónicos. «Un día un compañero trajo a clase un ZX Spectrum que le habían regalado sus padres y desde aquel momento tuve claro a lo que me iba dedicar. Quería ser desarrollador. Hacer programas que hiciesen magia sobre aquellas máquinas que me parecían tan increíbles». 

Tras finalizar sus estudios universitarios en Oviedo estuvo unos meses trabajando como becario en la Universidad hasta que un día le llamaron para impartir clases de programación en Seresco, la academia de una empresa asturiana de soluciones informáticas. De ese centro formativo pasó a formar parte de su unidad de I+D, en la que desarrollaron CASE, una herramienta que utilizaban todos los programadores de la compañía.

Después de pasar «tres años increíbles» en esa academia, donde tuvo la oportunidad de conocer a excelentes profesionales y completar su aprendizaje, Martínez Álvarez sintió la necesidad de cerrar un ciclo, así que hizo la maleta y se marchó a Madrid a «probar suerte». Corría el año 1998, momento en el que Internet estaba eclosionando como herramienta que iba a transformar nuestras vidas.

Tras un año en la multinacional Atos trabajando para diferentes proyectos, a este ingeniero asturiano le surgió la oportunidad de trabajar en Telefónica I+D, en concreto en su centro de Madrid. En 1999 se trasladó al Centro del Parque Tecnológico de Boecillo en Valladolid, que estaba naciendo en ese momento. Ya en la capital del Pisuerga cursó el MBA de la Cámara de Comercio para completar su formación. 

En Telefónica ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional, desempeñando diferentes roles de la compañía: desarrollador, consultor, arquitecto, head of development, director técnico de Aura y 4ª Plataforma y chief technology officer de la Unidad Digital de Telefónica, liderada por Chema Alonso, cargo que compagina con la dirección del Centro de Telefónica I+D en Boecillo.

Son varios proyectos en los que ha dejado su sello. Uno de ellos ha sido Aura que, tal y como explica, es el asistente virtual con inteligencia artificial de Telefónica, disponible a través de diferentes canales de relación con sus clientes.  Se trata de un asistente que entiende el lenguaje natural y brinda respuestas personalizadas en tiempo real. «Se ofrece como plataforma a las unidades de negocio para integrarla en sus canales de relación con el cliente, y con una serie de capacidades para crear casos de uso localmente relevantes para el usuario y que, a su vez, generen eficiencias a la compañía por la escala y la automatización». 

4º Plataforma es el pilar de la transformación digital de la compañía, ya que, en palabras de este ingeniero informático, ofrece un ecosistema de capacidades normalizadas para la creación de aplicaciones digitales que les permite ofrecer una experiencia consistente y multicanal a sus clientes, entregándoles transparencia y control sobre sus datos. 

Martínez Álvarez también ha participado en Living Apps, una plataforma de aplicaciones para la televisión que permite a Telefónica y a empresas terceras ofrecer servicios a sus clientes y nuevas experiencias digitales de consumo a través de Movistar+. A esta iniciativa se suma Movistar Home, el dispositivo para gestionar todos los servicios en el hogar que, además, lleva integrado de forma nativa Aura. 

Smart Wifi es el servicio para integrar toda la inteligencia y capacidades de la red de WiFi en el día a día del hogar para disfrutar de las mejores conexiones en un hogar digital. «Permite a los usuarios gestionar y configurar su red WiFi en el hogar, dar de alta dispositivos, priorizarlos, programar conexiones…», comenta para, a renglón seguido, añadir que también han aportado conocimiento en Mi Movistar, la aplicación que ofrece la posibilidad de que los usuarios gestionen su cuenta de cliente con Movistar, contratar servicios, entre otros. Ahora mismo, avanza el director del Centro de Investigación y Desarrollo de Telefónica en Boecillo, están desarrollando nuevos proyectos que serán anunciados en el próximo Mobile World Congress, que se celebrará en Barcelona a finales de febrero.

En su opinión, Castilla y León está ante «una oportunidad única» de aprovechar el momento histórico que se vive para la transformación y la evolución de la Comunidad a partir de la investigación y el desarrollo. «La movilización de grandes recursos europeos debe ser aprovechada para impulsar la transición digital en sectores industriales clave para la región», detalla Martínez Álvarez, quien agrega que la mejor forma de conseguir que la ingeniería informática sea puntera es combinar una buena formación de base universitaria con una aplicación práctica de calado que se realice en empresas punteras. «En Telefónica llevamos años nutriéndonos de las universidades locales para crear nuestra plantilla y siempre han sido perfiles altamente competentes a la altura de los que obtenemos en otras universidades prestigiosas».

El director del Centro de Investigación y Desarrollo de Telefónica en Boecillo afirma que la sociedad tiene «una asignatura pendiente» con las personas que trabajan generando y aplicando el conocimiento tecnológico. «A veces tienen que pasar cosas como una pandemia para que se ponga en valor el trabajo de investigación de personas que de otra manera estarían sin reconocimiento. El que hayamos sido capaces de desarrollar vacunas en tiempo récord es fruto de años de trabajo oscuro a la espera del momento necesario». 

Una buena noticia, a su juicio, es que en los últimos años están empezando a destacar divulgadores científicos de calidad, una figura que faltaba en España. «Son personas con sólidos conocimientos de una rama de la ciencia que se dedican a hacerla accesible a la sociedad, pero haciéndolo desde una base sólida, sobre un conocimiento científico probado y con estudios sólidos que soportan los argumentos. Es verdad que este reconocimiento es más habitual en el mundo de la empresa. Cada vez las compañías incorporan caminos de desarrollo profesional no ligados a la gestión, de forma que un excelente ingeniero puede tener el reconocimiento y el salario de un puesto directivo. Cuántos buenos técnicos se habrán desaprovechado por tener que elegir unas actividades de gestión para crecer profesionalmente», concluye. 

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