Diario de Castilla y León

Matemáticas que cambian las patologías

Investigadores vallisoletanos y zamoranos desvelan que existe un biomarcador para el ajuste de las dosis de estatinas en el enfermo renal / Revelan que solo determinadas preparaciones de hierro son útiles para este tipo de pacientes

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Estibaliz Lera

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Las enfermedades durante mucho tiempo fueron un misterio. Algunas personas consideraban que eran un castigo divino. De hecho, un importante número de población acudía en masa a refugiarse a las iglesias para evitar contagiarse, o salvar sus almas si llegaban a caer en las garras de estas temidas dolencias; otros, por el contrario, optaban por disfrutar de sus últimos momentos en el lupanar más cercano. Y también había individuos, sobre todo, los más pudientes que se resguardaban en sus casas de campo, donde permanecían alejados de los núcleos urbanos y podían respirar aire más puro. 

Esto se producía hace bastante tiempo, ya que los conocimientos médicos eran limitados. Con el paso de los años todo ha ido mejorando. Es más, los avances han modificado la vida de los habitantes del planeta de una forma espectacular. Ahora, las respuestas a las patologías son diferentes. Los médicos tienen más conocimientos y, además, las matemáticas juegan un papel clave. Sí, has leído bien, esa asignatura que para muchos era un hueso duro de roer puede salvarte la vida. 

Enfermedades como la diabetes, dislipemia, hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca son ahora preponderantes y con el tiempo se asocian al desarrollo de insuficiencia renal. Esta dolencia puede terminar en la necesidad de diálisis, y algunos de estos pacientes acaban siendo trasplantados. No obstante, antes de la diálisis o el trasplante, deben ajustarse las dosis de los medicamentos que se administran. En determinados casos existen incluso marcadores que permiten ajustar las dosis de los fármacos. 

¿Cómo? El desarrollo de modelos matemáticos predictivos y su aplicación en medicina, en concreto en la decisión de qué medicamentos y a qué dosis administrarlos, ha permitido esclarecer los beneficios del uso de algunos fármacos y cuáles son las dosis más beneficiosas según aparatos y sistemas. Esta manera de investigar, acuñada bajo el apelativo de farmacometría anatómica, viene ganando adeptos en el mundo científico. Desde 2017 se viene desarrollando en la Universidad de Valladolid (UVA).

El laboratorio en el que trabaja Francisco M. Herrera Gómez, profesor asociado y nefrólogo en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora, ha desvelado que existe un biomarcador para el ajuste de las dosis de estatinas en el enfermo renal. «Al igual que ocurre en los sujetos sin insuficiencia renal, donde el ajuste de la dosis de estatinas se hace bajo la guía de los niveles de colesterol LDL en sangre; elevados niveles de colesterol LDL y de proteína C reactiva en los pacientes con insuficiencia renal remarcan la necesidad de dosis de simvastatina de al menos 20 miligramos diarios o dosis equivalentes de otras estatinas». 

El análisis que permite emitir estas conclusiones se publicó en 2019 en una de las revistas de mayor impacto en Medicina, Scientific Reports, de la editorial Nature, y el artículo lo firmaron investigadores de la sanidad de Castilla y León, y otros de Perú y Reino Unido.

De la misma manera, este laboratorio de la UVA reveló que la suplementación con hierro no tiene los mismos efectos en el insuficiente renal en comparación con la población sin insuficiencia renal. No obstante, comenta que, al igual que en el paciente sin insuficiencia renal, son necesarias elevadas dosis de hierro para lograr un aumento de las cifras de hemoglobina en el enfermo renal. «Nuestro trabajo también pone de manifiesto que sólo determinadas preparaciones de hierro son útiles en el enfermo renal: carboximaltosa férrica y ferumoxitol», sostiene Herrera Gómez, quien añade que este trabajo fue fruto de una colaboración entre investigadores castellanos y leoneses y del Hospital Universitario de Thun, en Suiza.

Con investigadores de Perú y Reino Unido, han descubierto los beneficios de mantener niveles de potasio normales en el enfermo renal con insuficiencia cardiaca. De hecho, el también investigador en fármacos huérfanos en Centre Hospitalier Universitaire Vaudois, Université de Lausanne afirma que, si se desea llegar a dosis óptimas de bloqueo del sistema renina-angiotensina-aldosterona, uno de los mayores involucrados en la hipertensión y la insuficiencia cardiaca, son necesarias dosis óptimas de quelantes de potasio.

Si investigan con nanofármacos, tales como la suplementación con hierro o los quelantes de potasio, o con biofármacos, como los anticuerpos monoclonales dirigidos contra los componentes activos del complemento, sus cálculos informan de los beneficios y las dosis más beneficiosas de estos medicamentos.

Su manera de trabajar aplica las matemáticas a la medicina, y a través de modelos predictivos con base en la información del empleo de medicamentos, ofrece la posibilidad de proponer mejores tratamientos para los enfermos. «Nuestros estudios se dirigen a una población que la literatura califica como susceptible, la población con insuficiencia renal. La pérdida de función renal provoca un cambio en el funcionamiento normal del cuerpo que limita el acceso a tratamientos óptimos. A los insuficientes renales se les puede considerar equivalentes a una población muy envejecida», considera Francisco M. Herrera Gómez, quien subraya que la insuficiencia renal es la etapa final de numerosas enfermedades debilitantes, como, por ejemplo, diabetes, enfermedades inflamatorias, etcétera. Su cometido está en proponer los mejores y más adaptados tratamientos para esta población. 

Desde Lausana, Suiza, y Valladolid (España), en un trabajo colaborativo, avanzan en el diseño de estudios farmacométricos que permiten mejorar el tratamiento de los enfermos renales. Su enfoque anatómico que evalúa los diversos tratamientos existentes por aparatos y sistemas abarca biofármacos (Universidad de Lausana) y nanofármacos (Universidad de Valladolid).

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