Diario de Castilla y León

ÁLVARO MARTÍNEZ REY

De soñar con aviones a crearlos

Este graduado en Ingeniería Aeroespacial por la ULE es una de las 15 personas de todo el mundo que ha conseguido una beca para trabajar durante un año en Airbus / Compaginará esta oportunidad en la planta de Getafe con un máster en la Universidad Carlos III de Madrid

El ingeniero aeroespacial Álvaro Martínez Rey. / EL MUNDO

El ingeniero aeroespacial Álvaro Martínez Rey. / EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Siempre le han apasionado los aviones. Su regalo perfecto ha sido –y aún es– una maqueta de un avión o un videojuego simulador. De hecho, todavía recuerda cuando de pequeño sus padres le llevaban alguna tarde al aeropuerto solo para ver aterrizar o despegar los aviones. Álvaro Martínez Rey también es un apasionado de la Fórmula 1. Es más, reconoce que mientras todos sus amigos querían ser pilotos, este ovetense con corazón leonés soñaba con ser uno de esos ingenieros que diseñan los monoplazas o elegían las mejores estrategias para ganar la carrera. Con el paso de los años, se enamoró más y más de la Ingeniería Aeroespacial y se lanzó «de cabeza» a esta titulación. La cursó en la Universidad de León (ULE). 

Desde que entró en la universidad se interesó mucho por las actividades extracurriculares para salir de «la rutina de estudiar, estudiar y estudiar». Desde primero apostó por la representación estudiantil, por ello, ha pasado por diferentes puestos, desde delegado de curso hasta vicepresidente de la Asociación de Estudiantes de Aeronáutica y Espacio (AEAE) de España. 

Además, descubrió los debates universitarios, algo que, tal y como comenta, le ha aportado «muchas cosas», como las habilidades de comunicación, trabajo en equipo y pensamiento crítico. Esto último ha sido porque en un debate universitario tienes que ser capaz de defender ambas posturas sobre un tema, a favor y en contra. Aparte de todo el conocimiento que sumó a su mochila vital, ganó el premio al Mejor Orador de los torneos dos veces, tres ligas de la Universidad de León y una Liga Regional de Castilla y León. 

En el cuarto curso del grado en Ingeniería Aeroespacial, tuvo la oportunidad de estudiar un año en la Universidad de Vermont de Estados Unidos. «Ahí pude descubrir no solo otra cultura, sino otra forma de afrontar los problemas de ingeniería y de buscar soluciones innovadoras», indica para, a renglón seguido, añadir que también pudo comprobar lo que era el frío, ya que durante los meses de otoño e invierno las temperaturas llegan a los -20 grados Celsius. 

Una vez de vuelta a León para estudiar el máster, tuvo la oportunidad de trabajar como colaborador del Vicerrectorado de Internacionalización en tareas de difusión de la Movilidad Internacional, y ayuda y asesoramiento a otros compañeros interesados en programas de intercambio como el ERASMUS.

En la actualidad está realizando una estancia de colaboración en el Vicerrectorado de Internacionalización ayudando a acercar la Alianza EURECA-PRO a la comunidad universitaria. «EURECA-PRO es una alianza de siete universidades europeas propuesta por la Comisión Europea, con el fin de conseguir un marco de educación superior único en la Unión Europea en la próxima década. Del mismo modo, tiene la misión de promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y concienciar a la comunidad universitaria con el consumo y producción responsable, tan importantes para conseguir un futuro sostenible», explica Álvaro Martínez Rey. 

También está inmerso en su Trabajo Fin de Máster, que se basa en un estudio estructural de un avión de aviación ejecutiva (jet privado). «Estoy intentando mejorar su configuración de alas para hacerlo más eficiente», concreta. 

En el pasado ha realizado diferentes proyectos. En primer lugar, entró en la AEAE con la voluntad de editar una revista de interés aeronáutico para fomentar la cultura aeroespacial entre los estudiantes. Esta revista se llamaba Takin’ Off y contaba con entrevistas, reportajes, opiniones de estudiantes... A esto se suma su colaboración con la dirección de la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial en la organización del primer Concurso de Prototipos, con la meta de promover que los estudiantes de ingeniería realicen proyectos físicos o de software que les aporten competencias que necesitarán en su vida laboral.

En su trayectoria profesional también tiene un hueco para el socorrismo. Se sacó el título porque siempre ha sido muy deportista y le apasiona ayudar a los demás. Su último proyecto ha sido recibir clases de equitación. «Desde pequeño me encantaban los caballos y hace un par de años empecé con clases de doma clásica. Me ha aportado no solo conocimientos de estos animales y un escape a todo lo relacionado con los estudios y la Universidad, sino que también aprendí algo que creo que se puede aplicar a la vida: los caballos son animales de 600 kilos a los que por la fuerza no les vas a obligar a hacer nada, pues no lo conseguirás. Todo lo que pretendas conseguir en la equitación y en la vida tiene que ser desde la comunicación y el convencimiento», apunta el ingeniero aeroespacial. 

Y la iniciativa que marcará su trayectoria profesional comenzará el viernes. Ese día pone rumbo a la planta de Airbus en Getafe para cumplir su sueño desde que tiene uso de razón: crear aviones. Este ovetense consiguió una de las 15 becas que la mayor empresa en fabricación de aviones oferta a nivel mundial. Un reto que compaginará con un máster en la Universidad Carlos III de Madrid.

Preguntado por la situación de la investigación y la innovación en León, afirma que es consciente de la «fuerte apuesta» por la investigación desde el nivel universitario en numerosos sectores, entre ellos la ingeniería. «Del mismo modo en la Universidad de León existen distintos programas para potenciar el emprendimiento. Considero que la investigación debe ser la principal generadora de riqueza tanto en la región como en el país, por lo que una apuesta más fuerte por la misma sería necesaria». En este punto, sostiene que la burocracia de las administraciones ralentiza los procesos, pero también son las principales interesadas en atraer riqueza y talento a la región. 

En su opinión, la sociedad sí premia la innovación y el talento. «Muchas veces el ver como tu entorno valora tu esfuerzo es premio más que suficiente para seguir adelante», zanja Álvaro Martínez Rey.

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