El ecosistema del Internet de las Cosas
El proyecto IoTalentum, coordinado desde la UVA, se centra en el desarrollo integral de soluciones para la siguiente generación de esta tecnología
Conecta el mundo a través de los objetos. Lo realiza en tiempo real y todo apunta a que dará una vuelta al ecosistema tradicional. El Internet de las Cosas es una revolución tecnológica para mejorar la vida de las personas y de las empresas. Su ámbito de aplicación es muy amplio y cada día surgen más y más dispositivos que facilitan esta interacción. Una tendencia imparable que influye en aspectos tan dispares como la creación de nuevos modelos de negocio, gestión de datos y acceso a la conexión en lugares remotos.
Recorrer este camino será como avanzar hacia un modelo cada vez más inteligente, donde prima la productividad, pero también la cultura empresarial y el respeto al medio ambiente. El programa europeo IoTalentum, coordinado desde la Universidad de Valladolid (UVA), se centra en el desarrollo integral de soluciones para la siguiente generación del Internet de las Cosas. La idea es, detalla el profesor Ramón J. Durán Barroso, dar cabida y servicio a una gran cantidad de dispositivos interconectados –más de 29.000 millones en 2023– para permitir aplicaciones relacionadas con salud, vehículos conectados, hogares, ciudades inteligentes, sistemas de transporte, entre otros. Una de las características clave de esta iniciativa es que, además de la investigación, tiene como gran objetivo la formación de investigadores.
IoTalentum reúne a ocho empresas y seis universidades de ocho países diferentes, que contratarán y formarán a 15 jóvenes investigadores para que desarrollen sus doctorados en el área del Internet de las Cosas a lo largo de tres años, contando por tanto con una fuerte implicación del entorno empresarial.
La Universidad de Valladolid dirigirá cinco de estas tesis doctorales, dos de ellas en colaboración con dos grandes operadores de telecomunicaciones: la española Telefónica I+D y la italiana WindTre. Sin embargo, no es la única entidad española involucrada en el proyecto, también participan Telefónica I+D, Digitel TS y el grupo Bisite de la Universidad de Salamanca.
Y es que, tal y como defiende, para el despliegue de esta nueva generación del Internet de las Cosas, será necesario un desarrollo de las tecnologías involucradas, incluyendo redes de comunicaciones, sistemas de computación distribuidos y ciberseguridad a todos los niveles.
En otros proyectos europeos se están llevando a cabo cada una de estas tecnologías de forma atomizada. Por ejemplo, se pueden encontrar multitud de iniciativas para el despliegue de 5G, sistemas de computación en la nube o ciberseguridad. «IoTalentum está enfocado a un desarrollo integral del sistema, analizando las interrelaciones de las distintas tecnologías para mejorar la eficiencia del sistema final. De esta forma, es un complemento ideal para esos otros proyectos de investigación centrados en el desarrollo de tecnologías muy concretas».
Desarrollará tecnologías habilitadoras para el Internet de las Cosas, cuya nueva generación de servicios demanda requisitos cada vez más estrictos en cuanto a ancho de banda y latencia. Además, Durán Barroso sostiene que estos servicios van a producir un ingente volumen de datos a procesar con baja latencia. «Pensemos, por ejemplo, en el procesado de vídeo en aplicaciones de vehículo conectado que permitan a los automóviles tomar decisiones conociendo qué sucede en su entorno», cita el también coordinador de IoTalentum.
La investigación posibilitará la puesta en marcha de tecnologías habilitadoras de la nueva generación del Internet de las Cosas. Entre ellas, el despliegue de redes de comunicaciones inteligentes basadas en 5G y fibra óptica con recursos de computación y almacenamiento muy próximos al usuario final para conseguir el procesado rápido de los datos.
Uno de los principales problemas de este nuevo escenario, según expone, es la seguridad. IoTalentum creará métodos de ciberseguridad a todos los niveles: desde dispositivos que implementen técnicas criptográficas hasta el despliegue de aplicaciones blockchain, e incluso enlaces de comunicaciones cuánticos. Y, además, realizará esto teniendo en cuenta la infraestructura que tiene por debajo.
Aunque las tecnologías de comunicaciones, computación y ciberseguridad que se desarrollarán son aplicables a cualquier sector relacionado con el Internet de las Cosas, el proyecto validará su eficacia en un sector concreto, el de las redes de energía inteligente (smart grids), que son aquellas que tienen en cuenta el comportamiento tanto de los usuarios como de los proveedores de energía para conseguir un sistema energético eficiente y sostenible.
En IoTalentum se va a llevar a cabo un desarrollo integral de las principales tecnologías necesarias para el Internet de las Cosas, de modo que, al diseñar cada una de ellas, se pueda identificar la influencia y sinergias con las otras y hacer un desarrollo sistémico. Al tratarse de tecnologías transversales, la innovación generada será utilizada por todos los sectores que usan redes de comunicaciones y computación en la nube: industria 4.0, ciudades y hogares inteligentes o vehículos conectados.
Durán Barroso declara que es un proyecto H2020 dentro de las acciones Marie Skłodowska Curie, y en este tipo de iniciativas la formación es uno de los principales objetivos. «Se contratará a 15 jóvenes investigadores que, además de desarrollar la investigación, se beneficiarán del programa formativo, que combina formación especializada en Internet de las Cosas con formación en habilidades transversales, abordando aspectos como la igualdad de género, la diseminación y divulgación científica, el emprendimiento o el desarrollo de modelos de negocio».
De igual forma, comenta que dará lugar a la creación de una red de jóvenes investigadores que se verá potenciada por la organización de reuniones y talleres asociados a la misma en el marco del proyecto. «Este programa formativo sigue la triple visión del doctorado europeo: intersectorialidad, internacionalidad e interdisciplinaridad. Todos los jóvenes investigadores disfrutarán de una movilidad de 10 meses en las instalaciones de otros socios de la red, asegurando un mínimo de ocho meses en un entorno empresarial, lo cual también contribuirá a acercar el mundo de la universidad y de la empresa», incide el profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad de Valladolid.
Arrancó el pasado 1 de octubre y tiene una duración de cuatro años. La idea surgió junto con la Eindhoven University of Technology, en Holanda, con la que este equipo mantiene una línea de colaboración continua. En este sentido, relata que en una de las reuniones de investigación se observó la inexistencia de una red de investigadores para el desarrollo integral del Internet de las Cosas. A partir de este punto, se eligieron los socios optando por universidades y empresas innovadoras que permitiesen satisfacer los objetivos de IoTalentum. Por ejemplo, la aplicación de las soluciones propuestas a las redes de comunicaciones está asegurada al contar el consorcio con grandes operadores como Telefónica I+D con el que trabajan de forma conjunta en acciones desde hace varios años y forman una Joint Research Unit.
Ramón J. Durán Barroso defiende que es pionero porque permitirá un desarrollo integral de soluciones del Internet de las Cosas, en complemento a otros proyectos europeos enfocados en objetivos atomizados y muy concretos sobre esta temática. Además, IoTalentum ofrecerá la formación doctoral de jóvenes investigadores. En esta línea, ya están contratando. En abril comenzará de manera más intensa la investigación. También, avanza, tienen planificadas una serie de reuniones, acciones de formación, un congreso y una escuela de verano.